En Apurímac descansan restos de víctima de La Cantuta Felipe Flores Chipana
Familiares del estudiante, secuestrado y desaparecido por el Grupo Colina en julio de 1992, expresaron su conformidad con tenerlo, “aunque sea sus fragmentos”.
Hoy día, después de 31 años de búsqueda, los padres y hermanos de Felipe Flores Chipana pudieron darle cristiana sepultura en su tierra, Apurímac. Los restos del estudiante de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle La Cantuta, uno de los 10 secuestrados y desaparecidos por el Grupo Colina el 18 de julio de 1992, descansan en un nicho de la familia.
Durante el sepelio, su hermano mayor recordó que Felipe fue un joven dedicado a sus estudios, en quien sus padres y hermanos habían puesto sus esperanzas; sin embargo, les quitaron a un ser querido y sus atacantes siguen en libertad.
“A 31 años, a mi hermano lo estoy viendo acá. En ese cofrecito que nos han mandado ahí está mi hermano, no será todo, pero está el cuerpo de mi hermano, sus fragmentos, y es lo que hemos querido, tenerlo en este nicho para poder visitarlo, siquiera un día, siquiera para decir que acá está mi familia, acá está mi hermano. Mientras que vivamos, le traeremos flores, le visitaremos en su cumpleaños”, expresó, con la voz quebrada por el dolor.
Recordó el sufrimiento de sus padres a lo largo de estas tres décadas, ante la desaparición del hijo amado, que un día salió del hogar y nunca más regresó.
También mencionó que su hermano Felipe tenía muchas ilusiones. Lo primero que quería hacer es traer a Lima a su madre. Le confió que ese año, 1992, iba a terminar sus estudios y que el siguiente, iba a titularse, y no lo pudo hacer.
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“Lo único que quiero es sentirme conforme con lo que está aquí. Yo sé que no es el cuerpo entero, pero ese pedacito de hueso que hay para nosotros significa mucho. Por eso les hemos pedido a ustedes que nos acompañen y les agradezco bastante. Yo sé que mi hermano nos está escuchando, ya no está su cuerpo, pero está su alma, vive en nuestros corazones y lo vamos a tener para siempre”, expresó el hermano mayor de Felipe Flores Chipana, a nombre de su familia.
Felipe Flores fue desaparecido cuando tenía 25 años. Información de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) menciona que estudió en el Colegio Nacional Mixto José María Arguedas, en el Callao. En 1988 ingresó a la Facultad de Tecnología de La Cantuta, en la especialidad de Electromecánica. Trabajaba de forma independiente, arreglando equipos electrodomésticos y también como zapatero. Era aficionado a la música, tocaba zampoña.
