La tercera Toma de Lima, como parte de las acciones de la sociedad civil organizada, se realizará el próximo 19 de julio y contará con la participación de varios colectivos. Ellos exigen la renuncia de Dina Boluarte como presidenta y una nueva convocatoria de elecciones generales. Ante ello, la Policía Nacional anunció como medida el despliegue de 8.000 efectivos en Lima.
En este sentido, la CNDDHH realizó un llamado a los policías que participarán en el despliegue y los exhortó a actuar dentro de los estándares de los derechos humanos. Durante una entrevista a La República, una representante de la organización internacional, Mar Pérez, expresó que los agentes policiales deben “reflexionar y dejar de ser herramientas de políticos que no cuentan con legitimidad en el país”.
Pérez también agregó que el discurso utilizado por las autoridades en las últimas semanas genera preocupación por la similitud con que estos reaccionaron a la anterior Toma de Lima. Para la CNDDHH, las declaraciones y adjetivos usados en contra de los ciudadanos le da legitimidad al uso extremo de violencia y alimenta la tensión entre los protestantes.
Por otra parte, la CNDDHH espera que, ante la presencia de mayor colectivos limeños, el uso del derecho a la protesta pacífica pueda dar resultados más importantes que la última movilización. Recalcó que las actitudes de algunos medios también van en contra del informe y las recomendaciones que emitió la Corte Interamericana de los Derechos Humanos sobre la situación de los DD. HH en las manifestaciones de 2022-2023