El expresidente del Consejo de Ministros Juan Jiménez Mayor responde sobre la coyuntura. Señala que el debate está concentrado en el día a día, cuando lo que se necesita es construir una agenda que priorice los grandes problemas del país y que plantee la reconstrucción de un tejido social que, advierte, está “arruinado”.
—¿El tema de las tesis de la fiscal Patricia Benavides pone en cuestión su idoneidad ?
—Estamos en un país con la criminalidad organizada, con economías ilegales, feminicidios, lo de las 60 personas fallecidas en las protestas, pero estamos hablando de la tesis de la fiscal de la Nación. Obviamente es un tema que preocupa…
—¿No le parece sustancial?
—No es para ponerlo en el top de los temas de la justicia peruana. La fiscal ha generado debates sobre decisiones tomadas y reacciones de cierto sector político. En el Perú siempre vivimos del detalle, no de la sustancia de las cosas.
—¿Le parece un detalle que no quiera mostrar sus tesis?
—Ni la fiscal ni la universidad.
—La historia cada vez va tomando más ribetes turbios.
—Sí, y supongo que las investigaciones van a arrojar un resultado, pero el país necesita avanzar, necesitamos estabilizarnos. Cuando Reynoso perdió el partido con Alemania ya querían sacarlo. El tema de la tesis es relevante, pero seguro la fiscal lo precisará en las investigaciones. Mientras tanto, el país necesita estabilizarse y generar las condiciones para una transición ordenada.
—¿Todavía suscribe ir a elecciones generales adelantadas?
—Bueno, sí, soy partícipe del adelanto de elecciones y espero que el Congreso pueda recapacitar y hacerse, pero en estos momentos, técnicamente, desde el punto de vista reglamentario, es muy complicado. Hay un elemento bastante cuestionable del Congreso para tener una lectura política del país.
—¿Diría que este Gobierno se ha estabilizado?
—No. Diría que este Gobierno está tratando de generar condiciones de gobernabilidad.
—¿Con éxito?
—Creo que en el Perú es muy difícil hablar de éxito en la política, en general. Las circunstancias que ha tenido este Gobierno han sido siempre cuesta arriba, desde el estallido social, luego las lluvias. Dicho esto, es obvio que hay ahora cierta tranquilidad en el país, salvo las lamentables situaciones de los fallecidos en las lluvias y en las protestas. Quiero regresar sobre el tema de la fiscal: me parece interesante que se haya creado un equipo especial para investigar esas muertes de peruanos y peruanas en las protestas.
—¿No le preocupa que se haya prescindido de fiscales que ya estaban entrenados en temas de derechos humanos?
—Yo diría, ¿qué resultados tienen las fiscalías de derechos humanos? En el caso de Inti y Bryan, van meses de investigación sin resultados.
—Si ha habido resultados en otros casos.
—Sí, sin duda. Pero el país exige resultados, los familiares, el sistema interamericano de derechos humanos. El Perú está sujeto a una supervisión internacional y estamos esperando la publicación del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, seguramente, será bastante duro. Uno de los principales problemas del sistema de justicia peruano es la excesiva lentitud en los procesos. Eso debería llamarnos la atención. Orellana fue detenido en el 2014. El caso más importante por el que se le está investigando empezó en octubre del año pasado. Ese proceso tiene 500 testigos y han pasado solo 20 por la sala de audiencias. Solo se programan dos audiencias al mes. A este paso, el caso Orellana terminará en el 2028, probablemente. Yo no quiero justificar nada, solo digo que miremos la sustancia de las cosas. ¿Qué ocurre con la justicia peruana? ¿Qué hace que los fiscales no acusen a tiempo, que las audiencias demoren tanto?
—¿Cree que la presidenta Boluarte va a tener que asumir responsabilidad por los asesinatos en las protestas?
—Hay una investigación abierta por la Fiscalía. Espero que las circunstancias puedan ser aclaradas. No todo se le puede achacar a los presidentes. Ellos tienen un nivel de protección jurídica.
—¿Y el premier Otárola?
—Yo suscribo que los ministros son responsables políticos, asumen la responsabilidad política de los hechos que ocurren en cada uno de los sectores y el primer ministro es el responsable de todos los responsables como jefe de gabinete y vocero alterno del Gobierno. Pero las tareas operativas, de cómo enfrentar una protesta social, no es un trabajo del ministro. Lo que digo es que se tiene que investigar rápidamente. No entiendo, uno ve todos los días cámaras en las que se ve a personas cometiendo delitos, pero en este caso no hay cómo identificar a los responsables. Es impresionante.
El expremier, Juan Jiménez, señala que Alberto Otárola es el responsable de las situaciones que se susciten en los diferentes sectores del Gobierno, no obstante, las "tareas operativas" de cómo manejar una protestas, por ejemplo, "no es un trabajo del ministro". Foto: difusión
—¿No es demasiado benevolente con el Gobierno?
—No. Lo que creo es que nos hemos acostumbrado a que cualquier imputación tenga visos de carácter penal. Y esto genera una parálisis de la gestión pública en general. Todos los funcionarios son sospechosos de la comisión de delitos.
—¿Considera serias las acusaciones contra la presidenta por los aportes de campaña?
—Se tiene que investigar, pero, de nuevo, se está judicializando la política.
—Cuando le preguntaban por Pedro Castillo era mucho más severo.
—Porque he estado en desacuerdo con lo que hacía Castillo, con la manera en la que manejó el Estado, la corrupción, la desprolijidad de su entorno. Esos eran motivos suficientes.
—¿No ve algo similar ahora?
—No, hay un abismo entre el gobierno de Castillo y el actual.
—¿El ministro de Educación actual le parece una buena apuesta?
—Bueno, hay excepciones.
—Hay que recordárselas.
—O sea, nunca vamos a estar contentos. Mire, yo trato de plantear un esquema de reconstrucción del país. El tejido social del Perú se ha arruinado y no estamos entendiendo qué está pasando en el país. No estamos haciéndonos cargo de nuestros problemas. Le he pedido a Naciones Unidas para que pueda juntarnos, sentarnos en una mesa y podamos construir una agenda del país. ¿La agenda la va a hacer el Congreso? Ya nadie les cree. El Gobierno necesita ideas, y esas ideas tienen que venir de la intelectualidad y del sector pensante del país, desde todas las tendencias, la izquierda, la derecha, el centro. Pero no pensamos en eso. Solo pensamos en el día al día.