Durante su campaña para alcalde de Lima, Rafael López Aliaga se autoenunció como el burgomaestre de los pobres. El pasado 5 de febrero prometió a los victorianos del Cerro del Pino la pronta inauguración de un Hospital de la Solidaridad. Lo que omitió decir es que su gestión en el Sistema Metropolitano de La Solidaridad (SISOL) presenta supuestas irregularidades en los gastos de la caja chica, dinero proveniente del impuesto de los limeños.
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Un informe de la Contraloría General de la República publicado después de las inspecciones hechas entre 5 de enero al 16 de febrero de este año expone hasta cinco “situaciones adversas que afectan o podrían tener injerencia en la continuidad de procesos internos“. Montos de S/12.027,50 gastados sin rendición de cuentas, otorgamiento de fondos públicos a funcionarios y recibos emitidos sin autorización de la gerencia de administración y finanzas son algunas de las leguleyadas por las que el burgomaestre de la capital todavía no se pronuncia.
“El alcalde es quien pone a su gente y ellos dirigen el sistema“, dijo para este medio de comunicación una trabajadora de SISOL que prefiere mantener su identidad bajo anonimato para evitar represalias.
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De acuerdo a la Resolución de Gerencia de Administración y Finanzas n.° 001-2021-GAF-SISOL/MML, los gastos que pueden ser atendidos con el dinero de la caja chica son los recortes por alimentación en reuniones de trabajo y para quienes laboran pasadas las 8.00 p. m., además de movilidad local, entre otros.
El Hospital de la Solidaridad incumplió con registrar la hora de salida, destino y motivo del traslado para los gastos en transporte. El 9 de enero de 2023 se prescindió consignar, para un mismo funcionario, la hora de dos movilidades.
Según el numeral 7.3.3 de la Directiva de Administración de la Caja Chica, de manera excepcional y con autorización del gerente de área, los trabajadores tienen derecho a exigir el pago de movilidad y comida (hasta 25 soles) si ofician después de las 8.00 p. m.
Pero se encontró consumos hechos antes de la hora estipulada y sin rendición de cuentas en el respaldar del comprobante de pago. Otra de regla incumplida.
Gastos en alimentación hechos antes de las 8.00 p. m. Foto: Contraloría.
Otros desembolsos incumplen con señalar a los participantes que ingirieron insumos durante reuniones de trabajo e incluso se repiten listas de personas para la comida grupal en fechas distintas.
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Siempre y cuando se presenten las rendiciones de cuentas al responsable de la caja chica dentro de las 48 horas posteriores a la entrega, es posible que los servidores puedan acceder a un recibo provisional. Sin embargo, 22 funcionarios decidieron no hacerlo. La suma total es S/12,027.50.
Cinco de ellos todavía lo incumplen. El resto rindió hasta con 32 días de demora, como es el caso de Amador Hildebrando Villanueva Espinoza, de la gerencia de servicios de salud. A este funcionario le entregaron otro recibo provisional cuando tenía formalismos pendientes.
Del 10 de enero al 6 de febrero de este 2023 se dispusieron 14 recibos provisionales sin la luz verde de la Gerencia de Administración y Finanzas. Otros seis dados entre el 3 al 13 de febrero no contaron con autorización. El centro de costo más repetido es la Unidad de Logística y Servicios Generales, con cuatro casos.