El abogado aprista Erick Iriarte, sin militancia partidaria, considera que la anunciada recuperación de inscripción del Apra da una opción con organicidad y visión de país “que puede servir para seguir en el proceso de desarrollo”. Aduce que este grupo “es un partido pragmático” con “visión pan con libertad”.
—¿Qué significa reinscribir el Apra para la política nacional?
—No siempre fue elegible por persecución, proscripción o reglas de juego. La política no es solo elecciones. Sí busca que una posición sea adoptada. Esta reinscripción permite que la unidad política se transforme en una posibilidad de elección por parte de la comunidad.
—En esta coyuntura, ¿qué rol juega el Partido Aprista?
—Un partido debe canalizar inquietudes de la comunidad a espacios de toma de decisión. Un partido orgánico con bases en todo el país sería algo importante en el diálogo político.
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—Originalmente con la izquierda, luego la derecha. ¿Cuál es la identidad del Apra ahora?
—Un partido pragmático. Tiene visión social de mercado y pan con libertad, que el desarrollo económico bien canalizado sirve al desarrollo social. Busca canalizar visiones de centroderecha y centroizquierda a una identidad de Perú como norte y pan con justicia social.
—¿Centro, centroizquierda, centroderecha...?
—Un centro que se nutre de centroizquierda y centroderecha, pero estamos en la Internacional Socialista, el centroizquierda. Una socialdemocracia, una visión social de mercado...
—No se salió de esa filiación internacional de izquierda...
—No... Izquierda efectiva de lucha y reconocimiento de derechos en democracia. Todo autoritarismo y dictadura de izquierda o derecha se rechaza.
—¿Cómo mira el Apra la crisis posgolpe de Castillo, la llegada de Boluarte y su rechazo?
—Sin partidos, la fricción escala. El Apra en esta reinscripción es una opción desde la organicidad y una visión de país que puede servir para seguir en el proceso de desarrollo y cerrar las brechas sociales que se muestran en las protestas.
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—Pero está en contra de las protestas básicamente, ¿no?
—No está en contra del reclamo justo de la población sino de la violencia en el vandalismo que se pueda generar en una protesta. No se puede desconocer que ha aumentado la pobreza y la inequidad, pero ese reclamo justo es tomado por violentistas para terminar en una desestabilización del país.
—El Apra no participó en la Constituyente del 92 por la dictadura de Fujimori. ¿Debe cambiarse de Constitución?
—La Constitución del 79 tiene cariz social fuerte y la firmó Haya. Si bien no participamos en la del 93, esta ya ha tenido varios cambios. El pragmatismo hace reconocer que el país enfrenta otra realidad y se puede modificar la Constitución. Hay procesos en el Congreso.
—¿No estamos en un momento constituyente?
—No lo estamos.
—¿Qué lideres del Apra podrían tentar la presidencia?
—Los procesos de desarrollo políticos hacen que personas idóneas suelen surgir en momentos idóneo. Habrá que ver.
—Vocean a Carla García, hija de Alan, y Roque Benavides....
—Son militantes con derecho a candidatear. El Apra ya supo pasar escollos y resurgir.
—¿Quienes deberían tener mayor visibilidad en el Apra?
—Mezclar la experiencia de mayores con la energía de más jóvenes es el equilibrio que hay que mantener. Sería la fórmula.
—Si tuviera que hacer una autocrítica al Apra, ¿cuál sería?
—Ese equilibrio de jóvenes con mayores no siempre se logró. Y el equilibrio de intelectuales y manuales tuvo subidas y bajadas, no siempre lo tuvimos.
—¿Prevé una bancada del Apra numerosa e importante?
—Espero que esté representada no solo numerosamente sino con diversidad de puntos de vista ligados por una ideología de pan con libertad que ayude a retomar el camino del cerrar brechas y entender que los derechos son para todos.