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Política

El 26% del ecosistema amazónico ha sido destruido irreversiblemente

Informe presentado en la V Cumbre de Pueblos Indígenas, que se realiza en Lima, señala que el 74% restante sigue en pie y requiere protección inmediata. Plantea soluciones, entre ellas el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas para salvaguardar el bosque tropical más grande del mundo.

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Evaristo Nungkuag, fundador de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y de COICA. Foto: V Cumbre de Pueblos Indígenas

Al empezar la V Cumbre de Pueblos Indígenas en la ciudad de Lima, líderes amazónicos e investigadores de nueve países presentaron un informe que demuestra que la Amazonía se encuentra en un punto de no retorno debido a las altas tasas de deforestación y degradación que, combinadas, alcanzan ya el 26% de la región. El 74% restante sigue en pie y requiere protección inmediata. Precisa que el cuidado del 80% para el 2025 es aún viable.

En esa línea, el estudio señala soluciones. Entre ellas incluye el reconocimiento de 100 millones de hectáreas de territorios indígenas, moratorias para salvaguardar los ecosistemas intactos y con baja degradación, un modelo incluyente de cogobernanza y una propuesta de condonación condicionada de las deudas de los países amazónicos.

También advirtieron a la comunidad internacional sobre el peligro al que han sido expuestos cientos de pueblos indígenas que habitan en el 40% de los ecosistemas intactos que no cuentan con regímenes de gestión territorial acordes a la diversidad biocultural de la cuenca.

“Este informe aborda de manera contundente el estado actual de la Amazonía y enmarca la simbiosis entre las amenazas a los ecosistemas y a los pueblos indígenas en nueve países. Existe una correlación directa entre la destrucción de nuestro hogar y los asesinatos a líderes y lideresas indígenas, defensores de nuestros territorios. Hemos corroborado que el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica es una solución urgente para salvaguardar el 80% de la Amazonía. Debemos actuar todos en unidad, y debemos hacerlo antes de 2025″, dijo José Gregorio Díaz Mirabal, representante de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

El documento, elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), viene acompañado de nuevos mapas producto de secuencias de datos de 36 años que evidencian que el 86% de la deforestación tuvo lugar en áreas que no cuentan con un régimen de gestión territorial tendiente a la conservación.

Indica que la industria ganadera es el mayor impulsor de la deforestación en la Amazonía y representa casi el 2% de las emisiones globales de CO2 anualmente. También menciona que el 66% de la Amazonía está sujeto a algún tipo de presión fija o permanente: industria petrolera, minería y más de 800 hidroeléctricas planificadas y operativas, entre otras.

Brasil y Bolivia con mayor deforestación

La investigación refiere que el 34% de la Amazonía brasileña ha entrado en un proceso de transformación, al igual que el 24% de la Amazonía boliviana, 16% en Ecuador, 14% en Colombia y 10% en Perú, que son los países con mayores índices. Indica que la sabanización es una realidad en Brasil y Bolivia, países responsables del 90% de la deforestación y degradación de toda la región. Además, comparten las invasiones como causa central de la deforestación.

“En Brasil somos testigos de un Gobierno con una política de Estado frontalmente antiindígena que intenta, de todas las maneras posibles, legalizar lo ilegal. La destrucción y codicia desenfrenada a nuestros territorios ancestrales, nuestra Amazonía, al norte del país, es la cara visible de la histórica violación de derechos a la que nosotros, los pueblos indígenas de Brasil, estamos sujetos hace décadas,” dijo Nara Baré, excoordinadora de la COIAB, de Brasil.

En tanto, Marlene Quintanilla, directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Fundación Amigos de la Naturaleza de Bolivia, explicó que la RAISG conceptualiza a la Amazonía como un ecosistema integral que cubre un área de investigación de 847 millones de hectáreas.

“Uno de los principales hallazgos es que garantizar los derechos de los pueblos indígenas permite avanzar en la protección y la recuperación de la biodiversidad. Hemos demostrado que titular los territorios indígenas y asignar áreas protegidas es una forma altamente exitosa para prevenir la deforestación y la degradación de la selva tropical. La crisis climática, sin embargo, nos obliga a pensar en modelos de gestión en cogobernanza”, comentó.

Carmen Josse, directora de Ecociencia Ecuador, se pronunció sobre la falta de presupuesto para los territorios indígenas.

“A diferencia de las áreas protegidas, los territorios indígenas no cuentan con presupuestos de los Gobiernos amazónicos ni con mecanismos de financiamiento por parte de la comunidad internacional, y, sin embargo, registran grados de conservación comparables o incluso más altos que las áreas protegidas. Los pueblos indígenas presentan una oportunidad inigualable para proteger las especies silvestres vulnerables, como lo establecen órganos de las Naciones Unidas”, resaltó Carmen Josse.

Por su parte, el vicecoordinador de la COICA, Tuntiak Katán, anunció que como coalición plantean la condonación de la deuda externa a los países amazónicos, condicionada a la protección del 80% de la Amazonía.

“Los países industrializados y las instituciones financieras internacionales asumirían la responsabilidad de salvaguardar el planeta, de mitigar el cambio climático y de aliviar la presión sobre la Amazonía con el liderazgo de los países amazónicos”, estimó Tuntiak Katán.

La V Cumbre de los Pueblos Indígenas se viene desarrollando en el Centro de Convenciones de Lima, en San Borja. Concluirá el 9 de setiembre.