Encuesta nacional urbana de GfK muestra descenso en aprobación presidencial en medio de cuestionamientos al manejo de la lucha antiterrorista en el Vrae. Un 58% de peruanos considera que el gobierno está manejando mal o muy mal el problema del terrorismo. Además, un 62% piensa que el premier Óscar Valdés debió haber renunciado junto a los ex ministros del Interior y de Defensa.Impacto.,Rocío Maldonado. Las fallas en la operación Libertad, los cuestionamientos al manejo de la lucha antiterrorista en el Vrae, y las consiguientes renuncias de Alberto Otárola y Daniel Lozada a las carteras de Defensa e Interior, respectivamente, para evitar una censura, provocaron una crisis en el gobierno que ha impactado en la aprobación del presidente Ollanta Humala. Así, la más reciente encuesta nacional urbana de GfK, realizada del 17 al 19 de mayo, revela que la aprobación a la gestión de Humala se ubica ahora en 49%, tres puntos menos que en abril; mientras que la desaprobación subió seis puntos hasta alcanzar el 44%. El estudio, desarrollado tras la salida de Otárola y Lozada, muestra también que entre las principales razones para desaprobar la gestión de Humala figura que no cumple con sus promesas (67%) y nombra gente inadecuada para cargos públicos (45%). En la anterior medición solo un 29% pensaba que Humala hacía lo correcto. Además, 58% de peruanos cree que el gobierno maneja mal o muy mal la lucha antisubversiva en el Vrae, y un 70% piensa que Sendero Luminoso está ganando el conflicto en el Vrae. Los errores en la lucha antiterrorista también pasan factura al jefe del Consejo de Ministros Óscar Valdés, pues un 62% piensa que debió renunciar junto con Lozada y Otárola. ENFOQUE Regular nomás Hernán Chaparro Gerente GfK Los temas de coyuntura mal resueltos (la crisis en el VRAE y el nombramiento de nuevos ministros), así como la dificultad para cumplir con diversas exp ectativas que lo llevaron a la casa de Pizarro, han pasando la factura al presidente Humala. Medido en términos dicotómicos (aprobación o desaprobación) la evaluación de su gestión baja tres puntos y, lo más preocupante, el nivel de desaprobación sube de 38% a 44%, seis puntos más. Se podría decir que la disminución en el nivel de aprobación está dentro de los márgenes de error, pero el aumento de la desaprobación sí es un cambio significativo. Según este y otros indicadores de la encuesta (aprobación general del gobierno e identificación con la oposición), hay un aumento de quienes lo critican. La paciencia se va quedando corta luego de varios meses de espera de resultados y cambios que no se ven venir. Esto es más evidente aún cuando el porcentaje que percibe que con el gobierno de Ollanta el Perú está igual, pasa de 54% a 61%. En esta encuesta hemos decidido introducir una forma alternativa para medir al gobierno, utilizando escalas que van desde 'muy malo' a 'muy bueno' y donde la calificación de 'regular' es también una opción. Lo que se puede ver, tanto en la evaluación general como en la que se realiza por sectores, es que la ciudadanía observa que la performance del gobierno no pasa de 'regular' (54%). Incluso, entre los que aprueban al actual mandatario hay quienes evalúan su gestión solo como 'regular'. Si bien es cierto que se reconocen avances en programas sociales, diversas preguntas dan cuenta de que en otros temas nodales, como la lucha contra la corrupción y la delincuencia, no se ven mayores logros. Son varios los sectores donde la evaluación que prima es la de 'regular' o donde la percepción de que se está 'muy mal' o 'mal' es alta (economía, calidad educativa, empleo, servicios de salud, manejo de conflictos sociales, administración de justicia). Bajo este telón de fondo, el manejo de la lucha en el VRAE y el posterior nombramiento de nuevos ministros han sido valorados negativamente. Se puede considerar que estos dos últimos puntos explican el aumento en el nivel de desaprobación, pero se debe tomar muy en cuenta los otros temas señalados, que responden más a expectativas de mediano y largo plazo, donde no se ven avances. ANÁLISIS Mes marcado por conflicto en el Vrae Luis Benavente Analista político Un presidente al 50% (de aprobación popular), con una pequeña caída de 52% en abril a 49% en mayo, tres importantes puntos que se pueden explicar por un mes todavía marcado por la crisis del Vrae. Al parecer, la renuncia de los ministros del Interior y de Defensa no fue suficiente, debido a que los nuevos nombramientos no fueron acompañados del anuncio de una nueva política suficientemente confiable sobre el tema, además de una muestra práctica y efectiva de acción antisubversiva. En cuanto a la gestión política, el manejo del problema del terrorismo y el paquete de conflictos sociales activos que inunda sobre todo la sierra son los grandes temas que debe pero no puede enfrentar con éxito el presidente Humala, asuntos que ponen en riesgo la estabilidad política y económica del país. En cuanto a confianza en los políticos, el resultado de la encuesta hace recordar la primera vuelta del 2011, pues muestra a los mismos “grandes” de aquella contienda electoral, quienes en algún momento tuvieron un empate quíntuple, y a quienes se suman Alan García y Nadine Heredia. El resultado habla del posicionamiento de estos personajes en la primera línea de la política peruana, a la vez que muestra la falta de renovación y la ausencia de nuevos líderes en la política. Seguridad interna es tema capital Rubén Vargas Consultor de seguridad La encuesta muestra que el tema de seguridad interna, llámese lucha contra las drogas y el terrorismo, se está convirtiendo en un tema capital en la opinión pública. Hay una preocupación bastante alta, lo cual es un elemento que el presidente Ollanta Humala debe tomar en cuenta. Los peruanos estamos muy atentos a lo que haga el gobierno en materia de seguridad interna, pero si se sigue tomando con poca seriedad el asunto y designando a ministros como los que ahora tenemos en Defensa e Interior, el problema empeorará. No se debe subestimar a Sendero Luminoso ni a la opinión pública que, tal como muestran los resultados del sondeo, tiene una percepción absolutamente concordante con la realidad. Las autoridades pensaron que se podía maquillar la situación, pero los peruanos piensan que el gobierno está haciendo mal las cosas y que el grupo terrorista está ganando la guerra en el Vrae. No obstante, también se observa que hay una dosis de esperanza en que el gobierno tome con más seriedad el tema y que el presidente Humala, con el perfil profesional de un militar que ha enfrentado a Sendero Luminoso, pueda tener una dirección más acertada. Pero el optimismo puede esfumarse fácilmente si no se muestra una estrategia clara. No dejar de lado el aspecto social Pedro Yaranga Analista El secuestro en Kepashiato ha impactado en la población, sobre todo en el sur del país, donde la crítica es más grande al manejo del gobierno sobre el problema del terrorismo. No obstante, creo que los resultados de la encuesta muestran un llamado de atención a la forma cómo se viene operando en el Vrae, no solo en este gobierno sino desde los últimos 15 años y también al abandono de estas zonas alejadas de la capital del país. En ese sentido, paralelamente a las operaciones de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, también se tiene que dar importancia al tema social, lo cual pasa por apoyar la agricultura, reforzar la atención en salud, construir vías de comunicación e impulsar obras de electrificación. Precisamente, hace tres años se iniciaron trabajos de electrificación en varias zonas del Vrae, donde ya hay instalaciones domiciliarias y postes. Es decir, solo falta subir una palanca para que haya servicio eléctrico, pero hasta ahora no pueden hacer eso. El asfaltado de carreteras también está postergado. En el gobierno anterior se inició la construcción del asfaltado del primer tramo de la carretera al Vrae... y ahí quedó. Los retrasos, olvidos y promesas incumplidas generan el rechazo de parte de la población. Por eso, es necesario poner en marcha un verdadero plan de desarrollo social para el Vrae.