Textual "Que una actuación política tenga causas subalternas, distintas a lo que se afirma de la boca para afuera, lamenta- blemente no causa ninguna sorpresa" Pedro Francke. Luis Solari ha pedido la renuncia de la ministra de Salud. Suponga por un momento, amigo lector, que quien ejerce la cartera de Salud no es Pilar Mazzetti, sino Fernando Carbone, el ex ministro que Solari recomendó en el cargo por compartir las mismas concepciones religiosas sobre la salud reproductiva. En ese caso, ¿habría reaccionado igual don Luis Solari o su amigo don Chávez Chuchón, pidiendo en forma destemplada esta renuncia? A todas luces, la respuesta es NO. Seguramente, ni siquiera habría hecho pública ninguna denuncia. Porque si el asunto es la preocupación por los niños, ¿cómo así Solari no dijo nada cuando, durante la administración Carbone, la Oficina Panamericana de la Salud emitió un informe mostrando que la cobertura de vacunaciones había disminuido sustantivamente? Es evidente que los ataques de Solari contra la ministra no se deben al caso de los niños infortunadamente contagiados de VIH/sida. Se deben a la defensa que, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, hizo la ministra Mazzetti de la Anticoncepción Oral de Emergencia. El problema incluso va más allá de la AOE, ya que Solari, Rafael Rey y Chávez Chuchón quieren eliminar todo método de planificación familiar que no sean los tradicionales del ritmo y la abstención. Que ahora luchen contra la Anticoncepción Oral de Emergencia es solo una cuestión de estrategia política, nada más. Hay una segunda causa del ataque de Solari a Mazzetti: la actual ministra removió a varios de los incapaces funcionarios que, por ser gente que le servía para ganar apoyo dentro de Perú Posible y/o porque eran de su corriente religiosa, Solari nombró en el Minsa. Que una actuación política tenga causas subalternas, distintas a lo que se afirma de la boca para afuera, lamentablemente no causa ninguna sorpresa. Sabemos que en muchos casos, las posturas políticas de los parlamentarios tienen más que ver con sus objetivos de atacar a un enemigo o defender a un amigo, que con promover una determinada política. Mufarech ha sido el campeón de esta estrategia atacando a sus acusadores con cualquier pretexto, y durante varios meses ésta política le ha servido mucho. El oportunismo de los acusadores no quita, sin embargo, que haya un problema real: ¿es la ministra de Salud políticamente responsable de la infección con VIH/sida de 8 niños? La responsabilidad política de un ministro no puede entenderse como la responsabilidad de que cada uno de los servidores públicos a su cargo cumpla bien su labor, porque en ese caso no habría ministro de Salud, Educación o Interior que durara una semana. La responsabilidad política tiene que entenderse como la responsabilidad de aplicar políticas y realizar una gestión ministerial que sea la mejor para resolver los problemas. ¿Lo sucedido en la Maternidad de Lima es producto de malas políticas o de mala gestión ministerial, o producto de los serios problemas que arrastra el sistema de salud peruano? Sobre eso no ha aportado nada Solari, y eso es lo que debiera probar si quiere realmente sustentar su pedido. El grave problema que tiene Solari al respecto es que la investigación debiera incluir lo que hicieron al respecto gestiones anteriores, y es bastante seguro que él mismo saldría muy mal parado en ese terreno.