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Política

¿El escándalo Rolexgate de Dina Boluarte daña imagen del Perú?

Enfoques. Analistas e internacionalistas comentan sobre las consecuencias de la explicación inconsistente que ha dado Dina Boluarte acerca del origen de sus costosos relojes. Mencionan que perjudica la imagen del país porque pone en cuestionamiento la honradez de la mandataria, aunque anotan que esta ya se dañó hace un año.

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Dina Boluarte. Foto: difusión

“En cualquier país hubieran sido transparentados”

Oscar Vidarte, internacionalista

Al margen del tema Rolex, creo que la imagen que da el Gobierno no es muy positiva hacia el exterior. Un Gobierno que ha tenido poca consideración por los derechos humanos, que no defiende la democracia y la institucionalidad ante los avances del Congreso, que es responsable de la situación económica, evidentemente es un Gobierno muy chato a nivel internacional. Si le agregamos una presidenta que no hace frente a los grandes dilemas del país y de la región, resulta un Gobierno opaco.

 Y si la presidenta de un Gobierno per se opaco no se muestra transparente en torno a la adquisición de unos relojes de alta gama, pues es una raya más al tigre. Creo que la imagen del Gobierno se viene dañando desde hace más de un año y este es un hecho más de un Gobierno poco transparente.

No es un tema menor, la corrupción siempre es un tema importante, y hay que verificar si la presidenta está inmersa en un hecho irregular en torno a la recepción de dádivas de terceros, y cómo pudo comprarlos. En cualquier país del mundo hubieran sido transparentados inmediatamente, pero acá no sucede eso; lo que genera son dudas y preguntas.

“Se ha inflado demasiado, no hay discusión política”

Juan Velit, internacionalista

Creo que este escándalo se ha inflado demasiado. Daña la imagen en el exterior porque pone en cuestionamiento la honradez de la presidenta, en primer lugar. En segundo lugar, habla de la mediocridad de la discusión política en el Perú. No es una discusión alturada, no se hacen planteamientos programáticos, no se habla de temas ideológicos, de las grandes interrogantes que tiene el país desde el punto de vista sociológico, económico y político. Es un hecho banal, medio frívolo.

No quiero decir con esto que la mandataria no tiene que dar respuestas a las preguntas que la población o los medios de comunicación le hacen, ella tiene que explicar cómo adquirió esos relojes; pero creo que es un tema que se ha inflado excesivamente porque no hay discusión política en el Perú. Podría ser una cortina de humo, pero, como decía, habla de la mediocridad que hay en la discusión política en el país.

Reitero, la presidenta tiene que dar cuenta de cómo adquirió esos relojes que son muy caros, que para una persona de a pie no es fácil adquirirlos. Entonces, eso pone una suerte de telón de cuestionamiento al comportamiento de la presidenta. Pero es un tema que se ha inflado excesivamente.

“Posibilidad de corrupción daña la imagen del país”

Paula Távara, analista

Todo lo que no tenga respuesta y que genera la sensación de que hay una posibilidad de corrupción en el Estado siempre va a dañar la imagen del país hacia afuera. La sensación de tener a una presidenta que no responde a la ciudadanía y que suscita cada vez más suspicacias daña la imagen del país.

La discusión de este tema debe ser parte del análisis sobre este Gobierno, porque si no tenemos una respuesta respecto a la procedencia de esos relojes, el cuestionamiento es válido para saber con qué recursos los obtuvo, si es un producto de la corrupción o de un enriquecimiento ilícito. Y todo ello nos vuelve sobre problemas más de fondo del país, de cómo está instalada la corrupción o cómo puede estar normalizada. Esto, porque no tenemos una respuesta, nuestros gobernantes deberían estar en la posibilidad de darnos una explicación.

Es tan sencillo que la presidenta de la República dé una respuesta satisfactoria y se termina el asunto. En tanto no las dé, son los propios actores políticos involucrados en el tema quienes no nos permiten centrarnos en los otros problemas. Pero la corrupción es uno de los grandes problemas del país.

“Dudo de que desbarate al Gobierno de Boluarte”

Marylia Cruz, analista    

La imagen del país en el exterior ya se dañó hace un año al no responder adecuadamente en un escenario de conflicto social. Creo que ahora este caso de posible corrupción, aún no evidenciado, deslegitima más de lo que ya ha estado.

Es relativo que esto sea el punto de Aquiles del Gobierno. Creo que puede ser en el sentido de que antes teníamos a un primer ministro que era, más o menos, el bombero de alguna crisis política. En este momento, al ya no estar Alberto Otárola y no tener a alguien que tenga una performance similar, puede ser que un evento como este, desafortunado, que no sea manejado de manera comunicacional correctamente, dé pie. Pero dudo de que sea el talón de Aquiles que desbarate a todo el Gobierno.

De hecho, es una cuestión más que lo deslegitima, es también una acción que nos debe preocupar a todos de dónde vienen los relojes, que debe esclarecerse.

Siento que en la vacancia de la presidenta Dina Boluarte, que se ha propuesto presentar Perú Libre, habrá bancadas que podrán pasar por alto esta acción. A nivel del Congreso, no los veo muy convencidos de realizar la vacancia presidencial.