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Política

David Sulmont: “A líderes de partidos les conviene distanciarse del Gobierno y el adelanto de las elecciones”

El analista político y docente de la PUCP habla sobre el desempeño que ha tenido el Gobierno Dina Boluarte durante este año.

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Consecuencia. Sulmont dijo que el costo político de la crisis también recaerá en los partidos. Foto: La República

El analista político David Sulmont calificó de desastroso el desempeño del Gobierno de Dina Boluarte durante el 2023. Apuntó que el camino para la salida de la crisis política no es otro que el adelanto de las elecciones generales, pero que debe existir una agenda mínima, en la que confluya un amplio sector del país.

—¿Cómo califica el desempeño del Gobierno durante este año?

—Ha sido un desempeño desastroso. Desde hace varios años no se veía un Gobierno que había reprimido tan duramente la protesta solicial, sin consecuencias concretas en términos de sanción a los responsables. Además, es un Gobierno que no ha sabido enfrentar adecuadamente el problema de la crisis económica. Vivimos la recesión más fuerte de los últimos años y no se ha tomado ninguna medida eficaz para generar la suficiente confianza en los empresarios para retomar una senda de crecimiento económico más sólido. En relación con el Legislativo, ha habido un pacto de continuidad, donde el Ejecutivo ha dejado avanzar al Congreso con una agenda que está tratando de eliminar la autonomía de instituciones como la JNJ o que ha deshecho reformas importantes como la meritocracia en la educación.

—¿Boluarte ha debido cambiar a parte de su gabinete y, en especial, a su ministro de Economía?

—Este es un Gobierno que tiene muy baja legitimidad y no tiene mucha credibilidad. Entonces, no hay muchos técnicos serios que quieran arriesgar su prestigio personal para apoyar a un Gobierno que tiene un dígito de aprobación.

—¿Qué medidas urgentes podría tomar el Ejecutivo para revertir esta crisis política?

—Salvo un adelanto de elecciones que permitiría reoxigenar la legitimidad política del Gobierno, creo que muy poco; y como un adelanto de elecciones es ahora poco probable, creo que no tiene mucho que hacer. Lo que queda es un panorama bastante deprimente, pesimista, de deterioro continuo de la institucionalidad política del país y una profundización de la desconfianza de la ciudadanía respecto de las instituciones políticas.

—Boluarte ha demostrado que no ha sido un contrapeso frente a los intentos del Congreso por capturar instituciones como la JNJ. ¿Esta relación de pacto entre el Ejecutivo y el Legislativo va a permanecer?

—Creo que sí, porque es parte del pacto de continuidad. Es decir, el Congreso y Boluarte se quedan hasta el 2026 y para ello no tienen que atacarse mutuamente. Boluarte ha demostrado que no tiene ni la voluntad ni la capacidad de oponerse a medidas que afecten la institucionalidad política del país de la mayoría del Congreso, a cambio de que la dejen gobernar hasta el 2026.

—¿Cuál debería ser el papel de la sociedad civil organizada para buscar una salida a la crisis, teniendo en cuenta que el adelanto de elecciones ha sido rechazado por el Congreso y que el Gobierno piensa quedarse hasta el 2026?

—Debería impulsar una agenda mínima. Lo que pasa es que en las protestas de inicio del año pasado y de este año la agenda del movimiento social fue muy fragmentada. Algunos coincidían en el adelanto de elecciones, pero otros pedían la restitución de Castillo o que haya una nueva constitución. Entonces, eran agendas que no convocaban más ampliamente a sectores de Lima o del empresariado, que también son importantes que se involucren en una agenda de cambio. Tiene que haber una confluencia mínima de voluntades para hacerle ver al Gobierno y a los actores políticos el costo que significa para el país mantenerse en una situación de estancamiento. La solución debe pasar por relanzar una agenda de adelanto de elecciones con reglas que sean aceptadas por todos y que esté apoyada por una movilización social pacífica.

—Las movilizaciones están desarticuladas y son autoconvocadas. ¿Cree que puedan tener peso suficiente para remecer al Congreso y al Gobierno para el adelanto de elecciones?

—Si logran ser masivas y convocar a los sectores más jóvenes y urbanos del país, es posible, como lo fue en el 2020 contra Manuel Merino.

—¿Qué esperaría de los líderes de los partidos políticos ante la actual crisis política?

—Que evalúen que les conviene un adelanto de las elecciones. Si los líderes de los partidos políticos tienen alguna pretensión de gobernar el país, de impulsar una agenda desde el Gobierno, tienen que convencerse que les conviene más adelantar las elecciones que dejar que la situación se deteriore porque el costo político lo van a asumir ellos, no solamente Boluarte. Si se dan cuenta de que, al verse como soporte de un Gobierno tan incompetente, les va a pasar la factura a nivel electoral, lo que podrían hacer es distanciarse del Gobierno y forzar una salida política, que no es otra que el adelanto de elecciones.

—¿Pero habría que hacer algunas reformas electorales previas?

—Yo creo que hay dos reformas electorales que podrían aprobarse y que ya pasaron por una primera votación: la reelección de congresistas y la bicameralidad. Pero más allá de eso es difícil que haya otras reformas electorales. Eso abriría la posibilidad de que algunos políticos piensen en alguna carrera política de más largo plazo. Lo que preocupa es que algunos políticos del Parlamento insistan en esta pretensión de atacar a la JNJ y, a través de esto, tratar de influenciar en la conformación del JNE y de la ONPE.

—¿Pese a que la población rechaza la reelección?

—La tasa de reelección de parlamentarios es bajísima. Los políticos que lograban reelegirse eran los mejores, salvo algunas excepciones. El remedio no es la no reelección porque cada vez que hay elecciones tienes una sarta de políticos totalmente inexpertos, que no tienen ningún incentivo de hacer algo para poder ser reelegidos. La no reelección fue un grave error porque eso impide que se contruyan carreras políticas.