“Yo todo lo que hice fue por orden de ella (la fiscal de la Nación, Patricia Benavides). Yo no me voy a ir preso por culpa de ella. Yo voy a decir la verdad”, dijo, casi gritando, Jaime Villanueva Barreto, según fuentes del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción (EFICCOP).
Con el fin de probar su disposición para informar sobre los hechos investigados y que vinculan directamente a Patricia Benavides, le preguntaron si estaba en condiciones de confirmar que eran suyos los chats donde se registran coordinaciones con congresistas para que orienten su voto a favor de la elección de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo, la inhabilitación de la fiscal suprema Zoraida Ávalos y la destitución de los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), Villanueva manifestó que sí.
“En esta trama, yo no he ganado nada. Yo solo he cumplido lo que ella (Patricia Benavides) me ha ordenado. Al final, ella es la que se ha beneficiado”, arguyó el exasesor de la fiscal de la Nación.
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Preguntado si daría la confirmación en el contexto de una solicitud de colaboración eficaz, Villanueva accedió.
En el terreno. El coronel PNP Harvey Colchado y su equipo dirigieron la investigación. Foto: difusión
“Son mis chats y es mi voz la de los mensajes por audio”, respondió el exasesor de Patricia Benavides, quien decía a sus contactos que era “la única persona autorizada a hablar en nombre de la fiscal de la Nación.
El EFICCOP había obtenido una confesión excepcional, porque le permitía avanzar en la investigación. Los chats y los audios son de suma importancia como evidencia, por eso mismo, en una primera declaración pública, Patricia Benavides pretendió invalidarlos porque “han sido manipulados”, señaló, sin presentar pruebas.
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El abogado de la fiscal de la Nación, el excongresista aprista Jorge del Castillo Gálvez, apuntó en la misma dirección. Y fue más allá. Indicó que los chats y los audios fueron “manipulados”, “editados”. Y agregó: “Un chat es una conversación escrita o grabada entre una persona y otra. Hay dos interlocutores. Sin embargo, solo se han presentado los chats de él (Jaime Villanueva)”. Del Castillo tampoco presentó pruebas.
“Lo que quiere la defensa de Patricia Benavides es que les entreguemos los mensajes de la contraparte de Villanueva. Es decir, del ‘agente especial’ del EFICCOP. ¿Para qué? Para conocer su identidad y de este modo tratar de desacreditar al ‘agente especial’ que responde al sobrenombre de ‘Roberto’, para proteger su identidad”, explicaron las fuentes.
Enfrentados. Patricia Benavides y su exasesor Villanueva. Foto: Félix Contreras/La República
“Por otra parte, de ninguna manera pudo haberse manipulado el contenido de los chats y de los mensajes por audio, por la sencilla razón de que se ha procedido con la cadena de custodia que asegura la no intervención de terceros. Además, se puede proceder a un peritaje, que determinará que los chats y los mensajes no han sido objeto de intervención”, añadieron las fuentes.
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Respecto a la revelación de otros casos en los que intervino Julio Villanueva bajo órdenes de Patricia Benavides –nombramiento de Josué Gutiérrez, inhabilitación de Zoraida Ávalos y desintegración de la JNJ–, las fuentes contestaron que presentaron estos tres casos porque son sólidos y cuentan con respaldo. Pero no descartaron que en el transcurso de la investigación “la fiscal y su cúpula del poder” surjan otros hechos que merecerían abrir otras carpetas.
“En estos momentos estamos concentrados en ‘la fiscal y su cúpula del poder’. Estamos practicando las mismas técnicas que en el caso gabinete en la sombra, que ha derivado en otros expedientes. Empezamos con la detención de Salatiel Marrufo Alcántara, quien se acogió a la colaboración eficaz, y reveló varios casos más y delató a varios personajes, entre ellos, Sada Goray Chong. La empresaria, a su vez, reconoció otros delitos y a otros personajes, y así sucesivamente. Es lo más seguro que sucederá con el caso de Patricia Benavides. Jaime Villanueva ya confirmó que su actuación se debió a indicaciones de ella. Es muy probable que varios de los mencionados se acojan a la colaboración eficaz”, explicaron las fuentes del EFICCOP.
Otra historia es el caso del “agente especial”, quien intercambiaba chats con Jaime Villanueva. Fue muy similar a la investigación de la red de inteligencia paralela que dirigía Jorge Hernández Fernández llamado el Español. En esta ocasión, el exagente de inteligencia naval Carlos Barba colaboró con el EFICCOP y compartió los chats y audios.
En cambio, para el caso del “agente especial” de la Operación Valkiria V, el EFICCOP debió presionar. Tuvieron que decirle que, si no cooperaba, podría ir preso. Al final, aceptó.
No es no. La excoordinadora del EFICCOP Marita Barreto rechazó ofrecimientos de Benavides. Foto: difusión
Según las fuentes, al EFICCOP le pareció muy sospechoso el cambio de comportamiento de Patricia Benavides en relación a la investigación seguida al grupo de congresistas conocido como ‘Los Niños’. Eso se evidenció cuando la fiscal de la Nación tardó demasiado tiempo en disponer la detención del exministro de Vivienda y Construcción Geiner Alvarado.
Alvarado era clave en el caso gabinete en la sombra, porque el expresidente Pedro Castillo negoció con ‘Los Niños’ votos en contra del pedido de vacancia a cambio de obras públicas financiadas por el Ministerio de Vivienda.
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“Pese a las evidencias, Benavides no quiso dar la detención. Eso nos pareció raro, pero igual hicimos el operativo. En ese momento, pensamos que Benavides, como era nueva como fiscal de la Nación, no conocía el tema, menos el crimen organizado”, explicaron las fuentes.
“Pero nuestras sospechas se iban confirmando, ya que en el caso de Sada Goray y con la caída de Pedro Castillo, varios congresistas estaban metidos hasta el cuello. Pero la fiscal (Benavides) no quería ordenar la detención”, dijeron.
“Pero en mayo de este año, las sospechas que teníamos de que la fiscal estaba jugando chueco, para el lado de la corrupción, se confirmó con la llegada del ‘agente especial’. Así lo comprendimos todo”, indicaron las fuentes.
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Las evidencias crecieron cuando Patricia Benavides quería destituir a la coordinadora del EFICCOP, Marita Barreto. Primero le ofreció que fuera su adjunta en el despacho de la Fiscalía de la Nación. Luego, para que viajara a eventos en Colombia y Washington. En ambos casos, Barreto se negó.
Entonces, Benavides optó por la fuerza. Comenzó a cuestionar el trabajo del EFICCOP, y a buscar información sobre lo que estaba haciendo el equipo.
“Ahí, de la sorpresa a la decepción, nos dimos cuenta que Benavides estaba implicada. Así que decidimos empezar con su asesor, Jaime Villanueva. Desde esa fecha hemos sentido el riesgo de ser cambiados o ser destituidos, porque ella tenía poder. Mucho poder e injerencia. Pero nos la jugamos”, apuntaron las fuentes del EFICCOP.
También las fuentes relataron cómo consiguieron captar al “agente especial”, que consideraron como una nueva técnica para infiltrar a las organizaciones criminales.
“Definitivamente, sin el ‘agente especial’, una persona muy valiente, no podríamos haber cumplido con la Operación Valkiria V. Nosotros logramos obtener un elemento de convicción fuerte que vinculaba al ‘agente especial’ con el asesor Jaime Villanueva. Villanueva nos conduciría directamente a Patricia Benavides”, manifestaron las fuentes.
“En este caso, la que se beneficiaba era Patricia Benavides y, evidentemente, que el intermediario o el instrumento era Jaime Villanueva, quien solamente cuidaba su trabajo porque la que se favorecía con todo era ella, para tener más poder”, precisaron las fuentes del EFICCOP.
Enfrentados. Patricia Benavides y su exasesor Villanueva. Foto: Félix Contreras/La República
“Fue decepcionante para el EFICCOP comprobar la implicación de Patricia Benavides, quien en un principio nos dio todo su apoyo. Pero resultó que, con el afán de continuar en el cargo, estaba dispuesta a todo. Villanueva la dejó en evidencia”, dijeron.
Ante los cuestionamientos de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, sobre la veracidad de las declaraciones de su exasesor Jaime Villanueva Barreto, fuentes del EFICCOP respondieron que su versión era insostenible.
“Ella prácticamente subestima a Villanueva diciendo que no tenía mucho contacto con él, que no sabía lo que hacía, pero no es verdad. Villanueva no era un funcionario de segunda. Todo lo contrario”, dijeron.
“Ella no puede decir que no sabía nada sobre lo que hacía su asesor Villanueva. Si fue ella quien lo trajo a trabajar en su despacho de la avenida Abancay. Era su brazo derecho y su hombre de confianza”, explicaron las fuentes.
“Además de los audios y chats, Villanueva entregó al EFICCOP mucha información sobre cómo operaba la organización de Benavides, información que está siendo corroborada. El caso recién empieza. Habrá sorpresas”, apuntaron.
"Yo no me voy a ir preso por culpa de ella. Yo voy a decir la verdad”, dijo, casi gritando, Jaime Villanueva Barreto. Foto: La República