El fiscal provincial Hans Aguirre y el coronel Harvey Colchado desplegó desde esta tarde una serie de detenciones preliminares que fue autorizada el último viernes 5 de agosto por el juez Raúl Justiniano Romero. La medida recayó sobre cuatro personas clave vinculadas al entorno de Pedro Castillo: su cuñada Yenifer Paredes, los hermanos empresarios Anggi y Hugo Espino, y el alcalde de Anguía, José Medina Guerrero.
Acorde a la información que ha obtenido La República, se pudo detener a todos los implicados salvo a la hermana de la primera dama Lilia Paredes, Yenifer Paredes Navarro. Ello por la investigación que se dirige por el ofrecimiento de obras de saneamiento en una localidad de Chota, Cajamarca.
Paredes ha dado tres direcciones distintas de su domicilio: una ubicada en un caserío de Chota, en Cajamarca; otra localizada en la urbanización Cerros de Villa, Chorrillos; y por último la zona residencial de Palacio de Gobierno, en Cercado de Lima.
Tanto la Fiscalía como el equipo de la DIVIAC (División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad) tuvieron la certeza de hallarla en la casa al interior de Palacio, no obstante, no se pudo encontrar a la cuñada del jefe de Estado dado que también el personal del Ejecutivo no permitió el ingreso del personal fiscal y policial por más de una hora. Por el momento, Paredes se encuentra inubicable.
El Equipo Especial contra la Corrupción en el Poder (Eficcop) solicitó desde la semana pasada que se dicten 15 días detención contra los investigados, sin embargo el magistrado Justiniano, del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria, solo dictó 10 días en su resolución.
Además, el juez se negó a ordenar el levantamiento del secreto de las comunicaciones de los dispositivos que se encontrasen en poder de los investigados. Raúl Justiniano también rechazó incautar un vehículo que Hugo Espino compró en noviembre de 2021 por 12 mil soles. Esta adquisición formaría parte del intento por blanquear dinero ilícito.
En paralelo, durante la diligencia, agentes fiscales y policiales ejecutaron también allanamientos e incautaciones de documentos en ocho inmuebles, en especial para captar información sobre licitaciones y adjudicaciones de obras públicas otorgadas entre el 2021 y 2022.
Las detenciones se dictaron por la investigación que dirige el Eficcop y que ha sido ampliada en dos delitos: organización criminal y lavado de activos.
Los últimos avances del caso señalan que la organización criminal que estaría liderada por el presidente Castillo también tendría entre sus miembros al ministro de Vivienda Geiner Alvarado, así como a la primera dama Lilia Paredes Navarro.
La modalidad para operar con el fin de favorecer a los empresarios Hugo y Anggy Espino fue el de “licitaciones públicas fraudulentas”, según apunta la Fiscalía. La actuación de ofrecer obras para beneficiar a empresarios no se limitó a la provincia de Chota, sino también a la de Cajatambo.
El rol de Lilia Paredes habría sido no solo el de permitir los ingresos de Hugo Espino a Palacio de Gobierno, sino también que se encargó de “entregar el dinero producto de las coimas [recibidas] para lo cual contaba con la participación de sus hermanos Walter Enrique y David Alfonso Paredes Navarro, quienes efectuaron depósitos bancarios a favor de los investigados Hugo Jhony Espino Lucano y Anggi Estafani Espino Lucana”.
La estructura de la red, según los indagaciones, queda diseñada de la siguiente forma. Tanto la cuñada de Castillo como los hermanos de la primera dama serían los testaferros de la organización. Y como cabecillas figuran Geiner Alvarado y José Medina.
El cargo de lavado de activos que atribuye la Fiscalía a los investigados abarca principalmente las transferencias de dinero que hicieron los hermanos David y Walther Paredes por S/70 y S/20 mil a los empresarios Hugo y Anggi Espino.
Se maneja la hipótesis de que los hermanos Espino, así, “habrían servido como testaferros, quienes instrumentalizando sus empresas de fachada, lograron hacerse de importantes contratos de ejecución de obra beneficiándose con ingentes sumas de dinero producto de la colusión, tráfico de influencias, fe pública, entre otros, a fin de obtener ganancias ilícitas”.
De igual modo, la compra de un vehículo por parte de Hugo Espino en noviembre de 2021 sería parte de un esquema de lavado.