El ministro de Salud, Hernán Condori, será censurado por el Congreso, si los anuncios de diversos parlamentarios llegan a concretarse, pese a sus intentos de adormecer los rechazos en el fujimorismo y otras tiendas de la derecha conservadora. En este empeño, el cuestionado ministro ha echado mano de un pragmatismo desarrollado en su propia experiencia política.
A los 33 congresistas que firmaron la moción de censura que promueve el legislador Diego Bazán, de Avanza País, se sumarían los otros seis parlamentarios de Renovación Popular, los 24 de Fuerza Popular y ocho más de Alianza para el Progreso (APP), según los últimos anuncios. Si esto se cumple, llegarían a 71 votos por la censura, que supera el mínimo de 66 para poder retirar a Condori del cargo.
Esta situación vuelve a inquietar al ministro, como cuando se dio la alta votación en el Congreso para iniciar el proceso de vacancia contra el presidente Pedro Castillo. Ya entonces, con sus compañeros de Perú Libre, el partido político que fundó con Vladimir Cerrón, ratificaron que debían “neutralizar a la derecha”, de algún modo.
Condori, médico que nació en Cusco, estudió en Lima y ejerció su profesión en Junín, enfrenta una retahíla de cuestionamientos desde que fue nombrado ministro. Para disminuir ese riesgo, recurrió a maniobras de su experiencia en Perú Libre, organización en que se enroló desde que surgió como movimiento regional.
“Fuerza nacida del pueblo”, es un lema e idea identitaria de los perulibristas que calza con su trayectoria de médico de una zona alejada de Junín, en el distrito de Perené, en Chanchamayo, pero la ‘realpolitik’, política basada en los hechos con los pies en la tierra, marca la tendencia pragmática.
“No se esconde, da la cara, pero tampoco es tonto, sabe qué tiene que dar, si es necesario, para conseguir respaldo y reducir los rechazos”, comenta un colaborador del Gobierno.
Condori decidió recurrir entonces a relaciones establecidas con esos sectores que amenazaba su futuro. Desde febrero, con sus colaboradores, se habían acercado a líderes de la derecha conservadora, como el pastor José Luis Linares, del Movimiento Pro Vida Pro Familia, y algunos congresistas fujimoristas.
La contratación de Elías Steck, excandidato de Fuerza Popular a regidor y recordado ‘fujitroll’ en el Ministerio, fue parte de este empeño de Condori.
Cuando hace más de un mes, en el Congreso se intentaba censurarlo sin pasar antes por una interpelación, el ministro ya había considerado jugar esa carta.
En el Ministerio, se indicó que posiblemente el titular de la cartera daría una conferencia para anunciar un entendimiento con organizaciones autodenominadas ‘provida’, según supo este diario. Al final, no hubo conferencia ni se convocó a la prensa porque en el Parlamento se acordó no ir por censura directa, sino interpelar.
Semanas después, ante el avance de la intención de vacar a Castillo poco antes de la interpelación a Condori, este y su entorno convinieron en impulsar más su acercamiento a esos sectores de derecha con los que el ala dura de Perú Libre comparte algunas ideas conservadoras.
Una mención especial a alguna figura o iniciativa representativa de ese sector, en el discurso del ministro al presentarse al Congreso, se vio como buena opción. Alejandro Aguinaga, congresista de Fuerza Popular y exministro de Salud de Alberto Fujimori, fue el referente elegido para este guiño. Por otro lado, el liderazgo conservador haría lo propio para incluir a Renovación Popular.
Luego de responder las preguntas de la interpelación, el vocero de Renovación, el parlamentario Jorge Montoya, otrora duro crítico de Condori y del Gobierno, también desconcertaba al anunciar que su bancada “considera que vamos a dar un mes de plazo para verificar las acciones que ha presentado el ministro, comprobar su veracidad y después de eso tomar una decisión”. “Ha sido satisfecho en parte las respuestas”, adujo.
Empero ahora la legisladora fujimorista Martha Moyano asegura que su grupo votará por la censura y Montoya firmó la moción. Con APP sumándoles también, Condori prevé la caída.
Condori, cercano a Cerrón, es la cuota más visible de Perú Libre en este gabinete. Fue funcionario de la gestión de aquel en el Gobierno Regional de Junín como director ejecutivo de la Red de Salud de Chanchamayo y con el también perulibrista Fernando Orihuela llegó a ser director regional de Salud de Junín por seis días. Antes postuló a alcalde de Perené, primero con el movimiento Alianza Revolucionaria Integracionista Moralizadora, en el 2006, y luego ya con Perú Libre, en el 2014.
En el ministerio, Condori nombró viceministro a Jorge López Peña, que antes dirigió el Hospital Daniel Alcides Carrión de Huancayo, bajo la gestión regional de Perú Libre. Además, puso como jefe de asesores a Juan Delgado Echevarría, que desde el año pasado se reúne con figuras de Perú Libre, como Guido Bellido, y hasta la vicepresidenta Dina Boluarte.
La presencia de Steck, luego, reforzaba la percepción de un fujicerronismo. En el ministerio se temía un giro conservador contra lo avanzado. Ahora, otro escenario se va delineando.
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