Un día después de haber tenido que dejar el gabinete, el exministro de Salud, Hernando Cevallos, aceptó conversar con La República sobre lo que significó su paso por el gobierno de Pedro Castillo. Admite que le preocupan algunos antecedentes que se han conocido sobre su reemplazo en el sector.
¿Este es el gobierno de izquierda que usted esperaba?
Estamos en una etapa donde debemos recuperar un poco la identidad que presentamos al pueblo peruano durante las elecciones. Necesitamos afirmar los trazos que nos caracterizaron.
¿Se han perdido esos trazos?
Creo que se han diluido muchos de ellos…
¿Cuáles?
Se ha perdido la fuerza de la lucha por tomar medidas para ir logrando una mayor equidad en derechos. Esto se traduce en aspectos económicos, en las políticas generales de Estado. Se necesita una correlación con las expectativas que generó la llegada de Pedro Castillo al gobierno.
Hernando Cevallos formó parte del primer gabinete ministerial presidido por Guido Bellido. Foto: Minsa
Para entenderlo bien, ¿esas expectativas se han reducido?
Claro. Las expectativas del pueblo peruano eran tener un gobierno que no retroceda, que permanentemente contactara y dialogue con la ciudadanía, con un programa claro de transformación.
¿Ya no está ocurriendo?
Se ha debilitado, sin ninguna duda. Las medidas más importantes que el Gobierno anunciaba durante la campaña se han ido diluyendo, sin duda. Y hay hechos concretos, desde la política tributaria que no aparece, el tema de los contratos ley, los presupuestos para salud y educación que no tienen que ver con producir una transformación, una reforma profunda que los vaya convirtiendo en derechos. Los propios cambios constitucionales que se plantearon… el Gobierno ha dejado de plantear una ruta de esos cambios, de cómo se va a lograr producir esos cambios para facilitar que este país transite un camino con más derechos.
¿Lo que me dice es que, frente al discurso inicial de cambio, el gobierno ha caído en el estatus quo?
Lo que creo es que el Gobierno ha perdido fuerza en el impulso de las medidas que se anunciaron. En algunos casos, el gobierno ha retrocedido frente a la derecha, frente al poder mediático, ha perdido presencia en el seno del campo popular. Eso ha afectado la propia popularidad del gobierno, ha disminuido la confianza de los sectores populares y alentado a una derecha reaccionaria.
¿Este sigue siendo un gobierno de izquierda?
Diría que es un gobierno que anuncia, de vez en cuando, algunos cambios pero que los ejecuta con cada vez mayor debilidad. El gobierno se ha ido debilitando en la medida que se aleja del campo popular, de la gente, de las organizaciones sociales, del ciudadano.
¿Esto es por un pragmatismo del presidente, por la necesidad de evitar vacancias, porque el presidente no es alguien firme ideológicamente?
Hay un poco de todo. En efecto, necesitamos que el presidente asuma un liderazgo mayor, firmeza en las convicciones políticas, ideológicas. Necesita, además, que el partido de gobierno acompañe esta reflexión de manera madura.
¿Es Castillo un hombre de izquierda?
Creo que es un hombre sensible a las necesidades sociales, pero hay un complemento que no está, y eso significa tener una ideología más clara, definir una línea política para que las intenciones se conviertan en realidad. Tú puedes querer mucho a tu pueblo, puedes querer terminar con la pobreza, pero para eso debes tomar medidas, por ejemplo, contra la alusión tributaria, o la exploración de mercados independientemente de cualquier tipo de presión. Y ahí creo que falta decisión política, falta firmeza.
Últimas noticias del gobierno del presidente Pedro Castillo hoy miércoles 9 de febrero.
No le puedo preguntar por una gestión que no se ha desarrollado aún, pero sí puedo consultarle sobre los antecedentes que se han conocido sobre su reemplazo, el señor Condori. ¿Le preocupan?
Ah, por supuesto que me preocupan. Y me pregunto si el análisis para seleccionar a los ministros de Estado ha sido lo suficientemente minucioso, cuidadoso, en todos los casos. Porque este es un tema que se le había pedido al presidente de la República y entiendo que también el primer ministro tiene una responsabilidad en esto.
El señor Torres.
Claro, porque él es el jefe del gabinete. Me preocupa que este tipo de seguimiento del perfil de los candidatos que puedan ocupar una cartera, haya sido de verdad…
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¿Lo exhaustivo que tendría que haber sido?
Lo exhaustivo, pero además que no haya pesado ningún otro tipo de injerencia o interferencia en este tipo de decisiones.
¿Sospecha que Perú Libre tuvo injerencia en la designación de quien se hará cargo de Salud?
No puedo afirmarlo, no tengo elementos para hacerlo.
Pero Condori es amigo de Cerrón, ¿no?
Evidentemente es probable que el presidente haya puesto sobre la mesa otro tipo de elementos para tomar una decisión, que no sé cuáles son.
¿Qué le preocupa exactamente del perfil de su reemplazante?
Primero, que el sector Salud es muy sensible, aún no salimos de la pandemia a pesar de importantes avances, y me preocupa que se mantenga el ritmo de la vacunación, que se inicie la reforma del sector y, además, que el ministro tenga la capacidad de manejarse de manera amplia, con una convocatoria a todos los sectores, porque la salud no es un problema sectorial. Imagínese lo que hubiese sido la campaña de vacunación sin conversar con los gobernadores, los gobiernos locales, con los líderes comunales, con congresistas.
Ministro Hernán Condori ingresó en reemplazo de Hernando Cevallos. Foto: PCM
Lo que más ha llamado la atención del nuevo ministro es la promoción que hizo de productos pseudocientíficos. ¿Qué piensa de eso?
¿Qué pienso del producto?
No, de que un ministro, un médico promocione ese tipo de productos.
Por supuesto que no tiene nada que ver con la rigurosidad científica que debe buscar un médico para ubicarse frente al paciente, está muy alejado de eso.
Quizás soy injusto, pero una de las pocas cosas que sostenía a este gobierno era el buen ritmo que se llevaba con la vacunación. Si el proceso empieza a ir mal, la calle puede hablar fuerte, ¿cierto?
Está bien que la calle hable, necesitamos que la calle le marque el ritmo al gobierno también. Pero esperemos que el gobierno se ponga del lado de la calle y no al frente. Esperamos que el gobierno aliente que la calle se exprese, pero para fortalecer lo positivo, no para confrontar a los ciudadanos. Con la salud no se juega, la salud es una responsabilidad de primer orden. El presidente lo sabe. Por eso apoyó todas las acciones de salud, por eso no presionó para que entrara cualquier recomendado.
Bueno, pero el cambio de ahora…
Yo espero que el ministro, más allá de los cuestionamientos que se le han hecho, esté dispuesto a hacer una buena labor.
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Se le ofreció ser premier, ¿cierto?
Lo hemos conversado.
¿No prosperó la propuesta porque le puso condiciones al presidente que no aceptó?
No condiciones. En realidad, lo que hubo fue una conversación con el presidente sobre las características que debía tener el gabinete.
¿Qué planteó usted?
Yo planteaba primero que tenía que cuidarse mucho el perfil individual del candidato (a ministro), en lo que tiene que ver con la transparencia, la honestidad, el nivel de calificación. En segundo lugar, el gabinete tenía que tener identidad, no puede haber gente que piense de manera tan diferente, tan distinta. Tiene que ser un gabinete en el que los ministros defiendan el proyecto del gobierno y salgan a explicar qué están haciendo en sus carteras y que estén dispuestos a cambiar este país. Porque por eso este gobierno llegó al poder, porque la gente del sur y los más pobres están cansados de tanta inequidad. Quieren ver a un gobierno, a un Pedro Castillo luchando contra eso. Este es un país que ha crecido macroeconómicamente, pero en derecho no lo ha hecho de manera sustancial.
Suena una propuesta coherente, ¿por qué Castillo no la aceptó?
Bueno, el presidente tendrá otra forma de ver las cosas. Cuando se elige a un gabinete hay diversos puntos de vista. Alguien puede decir, ‘bueno, necesito un gabinete en el que participen distintas fuerzas independientemente de lo que crean que debe hacerse con el país’, o puede decir ‘es más importante lograr la estabilidad y por eso invito a fuerzas políticas, aunque piensen diferente’.
Es extraño que a alguien que le sugieren ser premier lo terminen incluso sacando del gabinete.
Es raro para usted porque capaz es una persona progresista, pero no siempre es así en la política. Hay gente que formar un gabinete porque quiere mantener determinadas correlaciones de fuerza.
¿La conformación del gabinete responde a evitar a cómo dé lugar una vacancia?
En el gabinete hay gente calificada…
La hay, pero la sensación que uno tiene es que el gabinete se armó para evitar una vacancia.
Es una posibilidad. O puede ser que con ese gabinete aseguras menos presión por parte del Congreso para poder gobernar.
¿Se considera amigo de Castillo?
En lo personal, le tengo estima. Lo considero una persona sensible, de no ser así no me hubiera acercado ni trabajado con él.
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¿Suscribe lecturas de exministros que señalan que el entorno del presidente es el que complica el camino del gobierno?
No sé si lo complica. Lo que sí sé es que el presidente, más allá de los que tiene, debería fortalecer a su equipo de asesores. Debería tener gente que le pueda generar ideas para que las analice, que lo lleven a mejores conclusiones. El presidente debería cuidar el nivel de calificación y la transparencia de sus asesores, porque en política no solo hay que serlo, también parecerlo. El presidente debería revisar a su equipo de asesores y seleccionarlo mejor.
Debe haber escuchado de varios que Castillo no está capacitado para gobernar. ¿Cree que es cierto?
No creo que sea cierto. Creo que debe tener un entorno que le dé más seguridad a las decisiones que se toman desde el Ejecutivo. Castillo es muy intuitivo, pero necesita un equipo que agarre esa intuición, la desmenuce y la diga si tiene sentido o no.
¿Es verdad que es muy desconfiado?
Con algunos es muy desconfiado, con otros diría que es demasiado confiado.
¿Este gobierno puede terminar siendo un golpe muy duro para las opciones de la izquierda en el futuro?
Es verdad, esta es una opción por la que apostó la izquierda y está en dificultades, pero confío en que las pueda resolver. Si no es así, tendremos que reflexionar sobre por qué se cometieron errores, se produjo este traspié, y habrá que seguir avanzando. La izquierda es la expresión de la necesidad de producir cambios en el país. Cualquier persona que no tenga un interés mezquino o egoísta, mira al Perú más allá de la avenida Arequipa y se da cuenta de que, de verdad, necesitamos esos cambios. Este es un país en el que la izquierda es una necesidad que nos marca la razón, la sensibilidad de cualquiera que es rebelde frente a la injusticia.