Los 100 días de Pedro Castillo y un discurso con más promesas de campaña que rendición de cuentas

Este miércoles 10 de noviembre, el presidente Pedro Castillo brindó el anunciado discurso sobre los primeros 100 días de su Gobierno. Aunque el pronunciamiento debía repasar los logros de su gestión y el cumplimiento de alguna de sus promesas de campaña, este tuvo más afanes de contexto electoral que de recapitulación sobre lo hecho hasta el momento.

En eso coincidieron el politólogo y docente de la Universidad Mayor de San Marcos (UNMSM) Alejandro Mejía y su colega Alonso Cárdenas, también especialista en Gestión Pública. Ambos enfatizaron la falta de autocrítica y la ausencia de detalles sobre la implementación de las políticas que el mandatario había prometido antes de asumir la presidencia.

“El discurso tenía que estar mucho más enfocado en cómo va el proceso de implementación de las políticas que se han diseñado en el plan general de gobierno. No se trata de ampliar la agenda con más promesas, sino de centrar los objetivos previamente determinados”, señaló Alonso Cárdenas.

“Se ha sentido una falta de autocrítica frente a las decisiones muy polémicas tomadas en estos últimos tres meses, sobre todo respecto a la generación de incertidumbre que hubo a nivel de muchas políticas y de muchos sectores del Ejecutivo”, apuntó, por su parte, Alejandro Mejía.

Una posible moderación de Pedro Castillo

Al consultarle sobre la orientación política del Gobierno de Pedro Castillo, quien destacó que su Gobierno no aplicó las expropiaciones ni las medidas radicales que sus adversarios políticos advirtieron durante la campaña electoral, Alejandro Mejía señaló que, efectivamente, habría una moderación marcada por el fin del gabinete de Guido Bellido.

“Además, algo que sorprende de este discurso es que no se ha hablado de una nueva constitución, lo que fue el eje de las propuestas que venía anunciando en la segunda vuelta, que hoy son más un eslogan de campaña que medidas concretas. Quizá esto es muestra de una moderación, de un acercamiento a ciertos sectores mucho más progresistas, pero que también están dentro de la vigencia de este marco constitucional”, explicó.

¿Reforma electoral o gesto contra adversarios?

Uno de los anuncios más destacados de Pedro Castillo fue el del proyecto de ley que el Ejecutivo propondrá al Congreso, con el que se buscará restringir la postulación a cargos públicos para personas que mantengan acusaciones fiscales por corrupción o por pertenencia a organizaciones criminales.

Para Mejía, esta medida representa “una forma de canalizar un tema con el que la ciudadanía está descontenta, como lo es el de los nombramientos irregulares en muchos ministerios, en muchos sectores del Estado que generan un malestar”. No obstante, resaltó que, de implementarse, podrían venirse grandes cambios de cara a próximos procesos electorales.

Por otro lado, Alonso Cárdenas opinó que esta medida podría haberse preparado pensando en el Fujimorismo, en Vladimir Cerrón o en otras fuerzas opositoras al actual Gobierno. “Pero yo creo que, en el choque contra el Congreso de la República, el presidente tiene las de perder por el momento porque, con la aprobación de esta ley que regula la cuestión de confianza, el Ejecutivo se ha quedado desarmado”, añadió.

Los conflictos sociales

En su discurso, el jefe de Estado refirió que el ejecutivo tiene el compromiso de “atender progresivamente las justas demandas de la población”. Sin embargo, Mejía advirtió que el aumento de los conflictos sociales “se debe, principalmente, a la debilidad y a la falta de capacidad de tomar decisiones del Ejecutivo”.

En ese sentido, Cárdenas recalcó, por su parte, que el reto sobre este tema es bastante grande para el Gobierno actual, ya que Pedro Castillo carga sobre sus espaldas “una enorme expectativa de la ciudadanía, de las poblaciones que votaron masivamente por él, justo donde están los grandes problemas sociales que tienen”, lo cual, explicó, no se ha dado en otras gestiones recientes.

Mayor enfoque en derechos de la mujer

Dentro de su pronunciamiento, el presidente Pedro Castillo solo señaló dos medidas concretas pensadas para las mujeres en el Perú: el Fondo de la Mujer Rural y el Programa Nacional Mujeres Emprendedoras. No obstante, ambos analistas coincidieron en que una consolidación del gabinete de Mirtha Vásquez podría conseguir que el Gobierno dé mayor cabida a estos temas, así como a otros relacionados a los derechos humanos.

“Mirtha Vásquez, por su trayectoria, tiene mucho vínculo con los derechos humanos. Es una feminista confesa y creo que, si se consolida su premierato, estos temas van a ir saliendo cada vez más y con mayor prioridad en la agenda pública. En esa línea, creo que ella debería ir consolidando un equipo propio, que no haya heredado de la gestión de Guido Bellido”, sostuvo Cárdenas.