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Política

Aeronave naval captó imágenes del nuevo derrame de Repsol

OEFA anuncia que ha iniciado una investigación para determinar responsabilidades. Sin embargo, Osinergmin y Repsol afirman que se trató de un “vertimiento controlado” de un remanente de petróleo, que se produjo durante las labores de inspección de la infraestructura submarina del Terminal Multiboyas n.º 2.

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Imágenes sobre el nuevo derrame de petróleo de Repsol. Foto: Aviación Naval

Antes de la medianoche del miércoles 25 de enero, la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, dependiente de la Marina de Guerra del Perú, informó que una aeronave naval había detectado una mancha de petróleo en los alrededores del Terminal Multiboyas n.º 2, donde se había registrado el derrame de 6.000 barriles de hidrocarburo el sábado 15 de enero.

Las imágenes captadas confirman la presencia del petróleo en la zona del Terminal Multiboyas n.º 2, donde Repsol recibía la descarga de crudo del buque tanque Mare Doricum.

Según el comunicado de la institución naval, cuando se le preguntó a Repsol sobre dicho nuevo vertimiento, la empresa confirmó el incidente, y arguyó que “se trataría de residuos oleosos del mismo hidrocarburo, el cual se habría filtrado a pesar de haberse realizado los trabajos para el retiro del crudo”, como parte de las labores de investigación sobre las causas de la fuga.

Esta mañana, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) confirmó que se produjo un nuevo incidente y no dudó en señalar que se trataba de otro derrame de petróleo, según un comunicado difundido por Twitter a la 1.53 a. m. de este jueves.

Nuevo derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Aviación Naval

“Ante el reporte de un nuevo derrame en el Terminal Multiboyas n.º 2 de la refinería La Pampilla de Repsol, el OEFA inició un proceso de supervisión coordinando con Osinergmin (Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería), la atención de dicho evento”, señaló OEFA.

“Osinergmin informó que el derrame se habría producido el (miércoles) 25 de enero cuando se realizaban trabajos previos al retiro del PLEM (Pipeline End Manifolds), que es un equipo de colección y distribución submarina que permite el paso de los hidrocarburos para la recepción o despacho (del mismo). Dicho retiro es necesario para determinar la causa del derrame ocurrido el (sábado) 15 de enero”, agregó.

El organismo no indica que la Dirección General de Capitanías y Guardacostas reportó el nuevo incidente en la noche del miércoles.

A pesar que Osinergmin le informó que se trataba de un “vertido controlado”, OEFA anunció que “ha iniciado la supervisión ambiental para verificar la responsabilidad de los hechos, el impacto generado y la implementación del Plan de Contingencia por parte de la empresa (Repsol)”. Lo que da a entender que el organismo desconocía el origen del nuevo derrame, que primero detectó la Marina antes que otra entidad pública.

Luego, alrededor de las 8.17 a. m. de este jueves —más de siete horas después que la Dirección General de Capitanías y Guardacostas y la OEFA—, Osinergmin emitió un comunicado en el que ofrece datos del derrame de petróleo, pero no lo menciona como tal, sino como “vertimiento de un volumen crudo”.

Nuevo derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Aviación Naval

“En la mañana del 25 de enero, como parte de esta operación de retiro de remanente se registró el vertimiento de un volumen de crudo estimado en ocho barriles, el cual fue controlado por las barreras de contención, elementos absorbentes y skimmers (recolectores de petróleo) que ya se encontraban dispuestos en la zona como medida de seguridad. Supervisores de Osinergmin en el lugar verificaron que la situación estaba controlada”, detalló la institución.

La entidad fiscalizadora apuntó que el incidente se produjo en el proceso de extracción de la infraestructura metálica submarina conocida como PLEN, con la finalidad de aplicar los peritajes correspondientes para determinar el origen del daño.

“Entre las pruebas que se realizarán se encuentran las de análisis de esfuerzo y deformación, metalografía, entre otros ensayos, que permitirán determinar de manera científica la afectación de la instalación submarina”.

Osinergmin señala que se encuentra en permanente coordinación con la Dirección General de Capitanías y Guardacostas y la OEFA, pero su comunicado difiere de los reportes de estas entidades.

Más bien, Repsol se refiere al comunicado de Osinergmin para afirmar que no hubo un segundo derrame. Lo denomina “afloramiento controlado de remanente (de crudo)”.

“Durante los trabajos realizados el día de ayer (miércoles) en la infraestructura ubicada a 18 metros bajo la superficie del mar, se generó un afloramiento controlado de remanente del derrame ocurrido el 15 de enero”, informó la empresa: “Hay que considerar que estos trabajos se realizan en base al procedimiento aprobado por la autoridad competente y son parte de las acciones de investigación sobre el accidente”.

Para sostener su versión, Repsol señaló: “Osinergmin comunicó que este afloramiento estaba contemplado, por lo que las barreras de contención fueron instaladas previamente, así como elementos absorbentes y skimmers, como medida de seguridad en la zona”.

Lo cierto es que se produjo un nuevo vertido de ocho barriles y que, dadas las características del incidente, OEFA ha iniciado un proceso de verificación para determinar la eventual atribución de responsabilidades.