La dirección del Gobierno del presidente de la República, Pedro Castillo, ha mostrado ligeras oscilaciones durante sus primeros meses en diversos temas. A estos se suma uno que ha sido polarizado la política peruana por años: la posibilidad de un indulto al expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por violación a los derechos humanos. En un primer momento, el Ejecutivo puso sobre la mesa la posibilidad de enviar a una cárcel común al exdictador; ahora estaría analizando un eventual escenario donde se le otorgue un indulto humanitario al padre de Keiko Fujimori.
Este vaivén en el Ejecutivo respecto del futuro del expresidente sorprende inclusive a exministros de Justicia, como Gustavo Adrianzén y Víctor García Toma, quienes dicen no entender el cambio de actitud del entorno del jefe de Estado respecto de este tema. Fuentes de Palacio de Gobierno aseguraron a La República que desde hace un par de días el presidente está consultando el tema de forma extraoficial con algunos ministros, entre ellos Aníbal Torres, quien recientemente declaró sobre la posibilidad de otorgar esta gracia presidencial.
En diálogo con La República, el exministro Víctor García Toma señaló que existe una contradicción muy grande en el Gobierno sobre el tema Fujimori: “Es contradictorio porque hace solo unos días el propio ministro de Justicia se ha pronunciado sobre el ánimo de cambiar de penal al expresidente Fujimori y ahora quiere indultarlo. Me parece muy curioso eso. (…) Nadie lo ha pedido (el indulto). Además, hace unos días, la narrativa era que el expresidente Fujimori debía estar en un penal común”.
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Por su parte, el también extitular del Minjus Gustavo Adrianzén consideró que, si el mandatario viene consultando con sus ministros el tema, debe ser porque se quiere anticipar a un posible fallecimiento de Alberto Fujimori, debido a que su Gobierno quedó sorprendido ante el deceso de Abimael Guzmán: “El tema de Fujimori es tan delicado como el tema de Abimael en su momento. Él murió y cogió al Estado con los pantalones abajo y no sabían qué hacer. Políticamente no puede dejar de desconocerse que Fujimori es una ficha gravitante en el escenario político. Y adelantándose a los sucesos de la gravedad de su enfermedad, él (Pedro Castillo) debe estar un poco intercambiando opiniones para ver cómo se va a afrontar esta situación”, expresó.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Torres, afirmó el último martes 16 que “es posible pensar en un indulto humanitario” a favor de Alberto Fujimori si su estado de salud empeora. El titular del Minjusdh también aseveró que, hasta el momento, no ha llegado alguna solicitud a su despacho en beneficio del expresidente, quien fue condenado por crímenes de lesa humanidad.
“La situación de estado de salud del expresidente Alberto Fujimori, que ha cometido delitos gravísimos —que no lo estoy diciendo así por así, sino que está contenido en una sentencia— ha empeorado, me parece, considerablemente. Una junta de médicos lo tiene que examinar y, si la enfermedad es de tal gravedad, por supuesto que es posible pensar en un indulto humanitario”, declaró Torres en diálogo con Exitosa.
Postura. Torres desata polémica con sus declaraciones. Foto: Gerardo Marín/La República
Hora después, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) comunicó vía Twitter que, hasta el momento, no han recibido algún pedido de indulto en beneficio de Alberto Fujimori, quien todavía se encuentra internado en una clínica debido a su baja saturación.
Gustavo Adrianzén explicó que la solicitud de indulto debe ser tramitada a través del instituto penitenciario donde cumple su condena el reo y se dirige a la secretaria técnica de la Comisión de Gracias Presidenciales del Ministerio de Justicia. En ella se analizan los documentos presentados como la solicitud, el informe social, el informe penitenciario, el examen de la junta médica. Y es la comisión la que se pronuncia de forma favorable o en contra por la concesión del indulto. La conclusión llega a manos del ministro de Justicia y este se lo envía al presidente.
Para que la solicitud sea aceptada, el reo debe cumplir con alguna de estas condiciones: “Padecer una enfermedad terminal, una enfermedad mental o una enfermedad en una etapa avanzada que podría agravarse por el encarcelamiento”, señala Adrianzén.
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Así la evaluación final sea favorable al reo, el jefe de Estado tiene la potestad de rechazar la entrega de la gracia presidencial: “Es una potestad del presidente de la República, pero como toda potestad en la administración pública moderna está arreglada y no significa que el presidente puede hacer lo que le da la gana y darle el indulto a cualquiera. Hay un procedimiento establecido”, agrega.
De acuerdo a José Domingo Pérez, las investigaciones contra PPK deberían concluir este año. Foto: La República
En este sentido, Víctor García Toma aclaró que el indulto humanitario es claro en temas de procedimientos y no pueden existir motivos ajenos a la salud en la solicitud de indulto: “El indulto es por encontrarse con una enfermedad grave o terminal, mental o que sea incurable, y que, de no ser tratada en un centro adecuado, pueda morir. Esos son los tres requisitos que se piden”.
Si bien Gustavo Adrianzén explica que se han presentando más de una decena de solicitudes de indulto a favor de Alberto Fujimori en los últimos años, los más recordados se enmarcaron durante la gestión del expresidente Ollanta Humala, cuando la Comisión de Gracias Presidenciales le hizo llegar su informe al presidente y este optó por no entregar el indulto, y en la época de Pedro Pablo Kuczynski, cuando se le entregó el indulto al exdictador pero fue anulado tras un pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos CIDH.
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Al respecto, esta anulación no tendría nada que ver con un nuevo pedido de indulto: “No, no tiene que ver en modo alguno. Ese indulto fue declarado nulo porque fue una barbaridad lo que hicieron. Se festinaron trámites y el médico de cabecera de Fujimori formó parte de la junta médica, tuvieron que emitir dos actas distintas. Los plazos fueron sorprendentemente rápidos. Ese primer indulto fue un canje político”, explica Adrianzén.
De la misma opinión es Víctor García Toma: “No, ninguna (interferencia con un nuevo pedido) porque el procedimiento fundamentalmente gira en torno a los informes médicos y, en segundo lugar, a la voluntad presidencial”, expresó.