Vladimiro Montesinos Torres, el otrora poderoso asesor de Alberto Fujimori, pasó su primer día en el pabellón 3 del penal de Ancón 1 con tranquilidad, en “proceso de adaptación”.
De acuerdo con fuentes penitenciarias, preguntó al personal del INPE sobre el nuevo régimen penitenciario y de qué manera se implementará en Ancón 1.
“El 2016-2017, a raíz de las inundaciones del río Rímac, Montesinos y los demás presos del Cerec pasaron cerca de un año en Ancón 1, por lo que ya conoce los horarios de visitas y la disciplina que se exige en este penal”, refirieron las fuentes.
Es más, recuerdan que, en marzo del 2017, Montesinos presentó una demanda de hábeas corpus contra el entonces director del penal, John Fernández Morales, para que su conviviente, María Salaverry Banda, lo visite tres veces por semana.
“Sucedió que en marzo del 2016 el Cerec nos remitió una relación de familiares autorizados a visitar a Montesinos y no aparecía ninguna conviviente, pero ella aseguraba que le habían otorgado un permiso especial para visitarlo una vez por semana durante tres horas en cada ocasión, en calidad de conviviente desde el año 2015”.
En junio del 2017, la Sala de Apelaciones de Ventanilla ordenó al INPE que Salaverry Banda ingrese a visitarlo, pero para entonces Montesinos regresó a la Base Naval del Callao. Nunca se aclaró por qué en la relación oficial del Cerec el nombre de la conviviente no aparecía como visita autorizada.
Según la lista que el Cerec entregó al INPE, el 2016, los familiares autorizados a visitarlo eran sus hijas Silvana y María y su sobrino carnal Jorge Nieto Montesinos. En el hábeas corpus, Montesinos señaló que sus hijas no vivían en el país y que su conviviente era la única que veía por sus efectos personales.
De acuerdo con el nuevo régimen, Montesinos solo puede recibir la visita de familiares directos dos veces por semana, por un máximo de dos horas, en cada ocasión. El exasesor presidencial podrá solicitar autorización al INPE para recibir la visita de su conviviente, si lo desea.
El nuevo régimen penitenciario establece que el reo permanecerá recluido en una celda unipersonal con derecho a salir a patio por dos horas, cada día. Ahora no tendrá derecho a realizar ni una sola llamada por teléfono. La comunicación con el exterior será por carta.
En la prisión de la Base Naval del Callao, según una investigación de Latina.pe, desde el 2020, Montesinos tenía autorización para realizar llamadas por teléfono y redes sociales dos horas diarias sin especificar qué números marcaría ni con qué personas se comunicaría. Eso ya no sucederá.
Su alimentación es la de los demás presos. En Ancón el desayuno consiste en pan con queso o mantequilla, más una tasa grande de Quaker o avena. El almuerzo frecuente es trigo con arroz y una vez por semana pollo frito. Con la pandemia los reos solicitaron mejorar su alimentación, pero no fueron atendidos.
Desde hace un par de años, Vladimiro Montesinos ya no asiste a las audiencias de los juicios que tiene pendientes: el asesinato de Mariella Barreto, la matanza de Castro Castro y los secuestros en los sótanos del SIE, entre otros. Alegaba que sufría de hipertensión y que no podía estar más de tres horas diarias en una audiencia.
Seguridad. Ancón 1 también alberga a reos por terrorismo. Foto: AFP
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