El comandante José Pérez Cumpa estudió en la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional y se graduó como parte de la promoción Los Justicieros 1994.
Cumpa se casó con María Zorrilla Acuña, y como la ley prohíbe ser proveedor, en su lugar lo hicieron sus seres queridos. Su cónyuge y su cuñada Norma Ayala entraron en el negocio. La fórmula les funcionó a la perfección hasta hace muy poco.
En 2015, la esposa del comandante José Pérez, María Zorrilla Acuña, constituyó la empresa Dijofer. En 2017, Norma Ayala registró la firma N’Ayala Servicios. Y en 2018, junto con su hermana Evelyn Ayala Ñiquén, Norma Ayala fundó Tactical Armament.
Desde entonces, estas empresas comenzaron a ganar contrataciones en dependencias policiales, en algunas de las cuales laboraba el comandante José Pérez.
Para evitar sospechas, en la mayoría de procesos de adquisición no aparecieron el comandante, su esposa y su cuñada, María Zorrilla ni Norma Ayala, sino otra persona: Jennifer Buitrón Guevara. Buitrón es la empresaria que se reunía con el exdirector general de Administración de la Policía Nacional, general Héctor Petit Amésquita, quien autorizó millonarias compras durante la pandemia del nuevo coronavirus. Buitrón vendía productos que obtenía de las empresas de la esposa del comandante Pérez.
El 17 de julio, durante el allanamiento a las viviendas de los involucrados en el caso, así como de los propietarios de las empresas proveedoras, el fiscal especializado en corrupción de funcionarios, Reynaldo Abia Arrieta, halló abundante evidencia que demuestra cómo operaba el clan familiar del comandante Luis Pérez Cumpa. El fiscal Abia investiga las compras fraudulentas que hizo entre otras dependencias la Dirección de Administración de la Policía Nacional, durante la gestión del general PNP Héctor Petit Amésquita.
El hilo de la madeja que desenredó el fiscal Reynaldo Abia y le permitió descubrir al clan familiar, fue un registro de visitas al general Héctor Petit. Detectó que este sostenía reuniones con Norma Ayala Ñiquén, cuñada del comandante José Pérez; y con Jennifer Buitrón Guevara, quien actuaba como testaferro de las empresarias. Por intermedio de su abogado, Petit afirma que no cometió ninguna irregularidad y se somete a las indagaciones fiscales.
Círculo cerrado
Fuentes de la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios calculan aproximadamente 100 contratos y adquisiciones que han obtenido las empresas del clan familiar. O por intermedio de Jennifer Buitrón. Efectivamente, de acuerdo con los registros de proveedores del Estado, las empresas Dijo Fer, Tactical Armament y N’Ayala Servicios han suscrito numerosos contratos con diversas dependencias de la Policía Nacional.
Desde entonces, estas empresas comenzaron a ganar contrataciones en dependencias policiales, en algunas de las cuales laboraba el comandante José Pérez.
Para evitar sospechas, en la mayoría de procesos de adquisición no aparecieron el comandante, su esposa y su cuñada, María Zorrilla ni Norma Ayala, sino otra persona: Jennifer Buitrón Guevara. Buitrón es la empresaria que se reunía con el exdirector general de Administración de la Policía Nacional, general Héctor Petit Amésquita, quien autorizó millonarias compras durante la pandemia del nuevo coronavirus. Buitrón vendía productos que obtenía de las empresas de la esposa del comandante Pérez.
El 17 de julio, durante el allanamiento a las viviendas de los involucrados en el caso, así como de los propietarios de las empresas proveedoras, el fiscal especializado en corrupción de funcionarios, Reynaldo Abia Arrieta, halló abundante evidencia que demuestra cómo operaba el clan familiar del comandante Luis Pérez Cumpa. El fiscal Abia investiga las compras fraudulentas que hizo entre otras dependencias la Dirección de Administración de la Policía Nacional, durante la gestión del general PNP Héctor Petit Amésquita.
El hilo de la madeja que desenredó el fiscal Reynaldo Abia y le permitió descubrir al clan familiar, fue un registro de visitas al general Héctor Petit. Detectó que este sostenía reuniones con Norma Ayala Ñiquén, cuñada del comandante José Pérez; y con Jennifer Buitrón Guevara, quien actuaba como testaferro de las empresarias. Por intermedio de su abogado, Petit afirma que no cometió ninguna irregularidad y se somete a las indagaciones fiscales.
Círculo cerrado.
Fuentes de la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios calculan aproximadamente 100 contratos y adquisiciones que han obtenido las empresas del clan familiar. O por intermedio de Jennifer Buitrón. Efectivamente, de acuerdo con los registros de proveedores del Estado, las empresas Dijo Fer, Tactical Armament y N’Ayala Servicios han suscrito numerosos contratos con diversas dependencias de la Policía Nacional.
Cuando el general Héctor Petit compró implementos de bioseguridad a Jennifer Buitrón Guevara por 1 millón 550 mil soles, en realidad el contrato era con la esposa del comandante Pérez. Para la fiscalía, el general Petit sabía que Jennifer Buitrón solo era una fachada.
En la actualidad, el comandante José Pérez está asignado a la División de Diligencias Judiciales, de la Dirección de Seguridad de Penales.
Otra pista que condujo al descubrimiento del clan familiar fue un seguimiento que le hicieron efectivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (DIRIN). El comandante José Pérez fue sorprendido cuando internaba mercadería en la sede de la Dirección de Logística de la PNP, en el complejo policial Los Cibeles, en el Rímac. Se trataba de parte de los bienes que Jennifer Buitrón Guevara le había vendido a la Policía Nacional.
El vehículo en el que se movilizaba el comandante José Pérez para transportar la mercadería de Jenifer Buitrón era una camioneta blanca de placa BMO-066. Según la Superintendencia Nacional de Registros Públicos, la movilidad está a nombre de los esposos María Zorrilla Acuña y el comandante José Pérez Cumpa.
Millonaria lealtad
Hay más evidencia sobre la existencia del clan familiar.
La dirección que consignó Jennifer Buitrón cuando presentó su oferta ante la Dirección de Logística de la PNP, señaló la Manzana G, Lote 12, de la Urbanización Jorge Chávez, en el Callao. En el inmueble residen el comandante José Pérez y su esposa María Zorrilla Acuña.
Esto explica por qué María Zorrilla y Jennifer Buitrón visitaban juntas al general Héctor Petit.
Por ejemplo, el 12 de marzo de este año, Jennifer Buitrón y María Zorrilla ingresaron a la misma en el despacho de Petit. Hicieron lo mismo en las oficinas del jefe de Logística, coronel PNP Freddy Del Carpio León; el jefe de Abastecimiento, comandante PNP Godofredo Pérez Díaz; y de la jefa de Almacén, Mayor PNP Antonieta Montoya Díaz.
Las visitas de Jennifer Buitrón y María Zorrilla, según el fiscal Reynaldo Abia, obedecen a que días antes de obtener los contratos internaron parte de los implementos de bioseguridad en los almacenes de la Dirección de Logística. O sea, ya sabían que obtendrían con antelación los contratos.
El testimonio de uno de los almaceneros ante la fiscalía confirmó que Jennifer Buitrón y María Zorrilla dejaron parte del lote de mercadería el 16 de marzo, lo que indicaría que sostuvieron coordinaciones con el general Petit para conseguir los contratos. Sin embargo, el general Petit reiteró que su actuación fue transparente.
La vinculación estrecha −y de complicidad− entre María Zorrilla y Jennifer Buitrón quedó en evidencia en un mensaje que la primera le escribió por Facebook a la segunda, el 31 de diciembre del 2019: “Jennifer Buitrón Guevara, quiero desearte de todo corazón que este 2020 se concluyan muchos de tus objetivos. Decirte que te quiero mucho y que eres una persona fundamental para mí. Me siento muy orgullosa de todos tus logros como persona, como madre y como hija. Eres, aparte de ser mi persona de confianza en el ámbito laboral, una buena amiga. Gracias por tu apoyo incondicional, por tu lealtad y tu entrega a nuestra empresa. Espero que sigamos juntas de la mano, con nuestros desaciertos muchas veces, pero de los errores se aprende. Me conoces demasiado y solo espero seguir contando contigo hoy mañana y siempre. Te quiero mucho”.
Gracias a Jennifer Buitrón, María Zorrilla ganó millones de soles. Cómo no agradecerle.
Vínculos familiares comprobados
Entre los documentos que Jennifer Buitrón entregó al fiscal Reynaldo Abia, se encontraban facturas a nombre de la empresa N’Ayala Servicios, cuya gerente general es Norma Ayala Ñiquén, su cuñada.
El nombre de Norma Ayala también aparece en el cuaderno de visitas al general Héctor Petit y a los responsables de los procesos de contratación de la Dirección de Logística PNP.
Incluso, el fiscal Abia detectó que el vehículo que transportaba la mercadería de Jennifer Buitrón también descargaba productos de la empresa N’Ayala de propiedad de Norma Ayala. Mediante su empresa Tactical Armament, vendió recientemente al Ministerio del Interior 3,3 millones de soles en alcoholímetros.
Empresas familiares
Registros de Tactical Armament, de Norma Ayala Ñiquén; Dijofer, de María Zorrilla Acuña, cónyuge del comandante PNP José Pérez Cumpa; y N’Ayala Servicios, también de Norma Ayala indican que son negocios del clan familiar. Jennifer Buitrón trabajaba para ellos.