El premier, Vicente Zeballos, recibió a La República para responder sobre las políticas que el gobierno está implementando para enfrentar la pandemia. Además, reveló que el gobierno se encuentra conversando con el Congreso para tratar de llegar a un acuerdo sobre el tema de las AFP.
¿Está satisfecho con los avances del gobierno en la lucha contra el Covid-19?
Se ha hecho todo el esfuerzo posible por parte del gobierno. Es una enfermedad mundial de la cual no se acaba de entender ni su dimensión ni su impacto.
¿No hay nada por mejorar?
Obviamente, hay muchas cosas porque, como decía, esto ha sido imprevisible. Hubiese sido diferente con un marco normativo, que tengamos una mejor infraestructura de salud, insumos a las manos. Hay una serie de desencuentros. Este virus ha puesto en vitrina la situación de la salud pública.
¿Cree realmente que habrá cambios en la salud pública peruana cuando pase esto?
Definitivamente, y no solo en salud. Hablemos también de saneamiento básico y las condiciones de salubridad en la que viven los peruanos. Otro hecho que debe ser revisado es la inclusión financiera. Hubiéramos querido que el subsidio de 380 soles “Quédate en Casa” ya hubiera llegado a las 2 millones 700 mil familias, sin embargo, todavía estamos en el 70%, porque no todos están integrados. Lo mismo con “Aprendo en Casa”, el programa de educación virtual, pero no todos tienen Internet, no todos tienen electricidad. Este es un país desigual.
¿Pero el diagnóstico de la desigualdad no se conocía antes de la pandemia?
Estamos arrastrando y postergando respuestas, porque el diagnóstico no es de hoy sino de tiempo atrás. Casi en paralelo a nuestra historia republicana se han ido ahondando las diferencias. Este es el momento, volteada la página, de focalizar nuestra atención en esta infraestructura elemental para hablar de condiciones de igualdad.
¿Está hablando de mayor inversión pública?
Sí, en estos ejes: salud, educación, saneamiento, inclusión financiera y formalización.
Yo sé que es difícil, pero ¿hay algún cálculo que tengan en el gobierno de cuántas personas podrían contagiarse o fallecer cuando lleguemos al pico? No hablo de número redondos, sino de algún rango, por ejemplo.
Eso es difícil. Pero le aseguro que estamos enfocados en la salud para evitar mayores contagios. Esta semana ha habido un incremento bastante considerable…
Porque se han hecho más pruebas.
Exactamente. Han llegado ya 330 mil pruebas rápidas. Hemos llegado a 9 mil pruebas y queremos llegar a 12 mil pruebas. Están pendientes de llegar, además, 54 mil pruebas moleculares.
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¿A qué porcentaje de la población se quiere llegar con las pruebas?
A lo más que se pueda. Lo que pasa es que hay insuficientes pruebas en el mercado y estamos focalizándonos en espacios críticos. Estamos atendiendo la primera línea: policías, médicos, enfermeras. Una segunda línea son los sectores sociales más críticos. Lo ideal sería alcanzar a los 30 millones de peruanos, pero, siendo realista, eso no pasa de ser una expectativa.
¿Podemos esperar una tercera ampliación de la cuarentena?
Ya estábamos advertidos por el ministro de Salud de que estas dos semanas serían críticas y no había más opción que prorrogarla. Esperamos que esto no vaya más allá del 26 de abril. Eso sí, si no hay prórroga, las actividades tampoco se van a retomar con normalidad. Sería un levantamiento progresivo. Las labores en educación básica serán graduales, sectoriales, y se tendrá que focalizar la salida de las personas. Es decir, no van a ser las mismas reglas.
Ahora, la gente, en su mayoría, apoya la cuarentena. Pero en algún momento, ya empezará a preguntarse hasta cuándo y la angustia será cada vez más intensa, ¿no?
Importante eso que me pregunta, porque se han soltado comentarios como si gobierno tuviéramos la respuesta cierta y oculta. Es decir, que sabemos si la cuarentena se va a prorrogar o no, o si tenemos cuantificados cuántos serán los hospitalizados. Lo niego. Hay proyecciones médicas, es obvio, pero es bastante difícil determinarlo. Las reglas de juego están puestas sobre la mesa, pero en el proceso pueden cambiar.
Precisamente sobre reglas que cambian, ¿el señor Farid Matuk seguirá en el equipo convocado por el gobierno?
Mire, él no ha sido convocado por el gobierno en general, sino por el propio ministro de Salud, y entiendo que (Matuk) está en evaluación. La decisión es del ministro, es de su entorno de confianza inmediato.
Como usted ha dicho, hay gente que no ha recibido el subsidio del gobierno. ¿Qué harán para que el dinero llegue a ellos?
Hemos dado el subsidio de 380 soles, y hemos llegado al 70% de las 2 millones 700 mil familias.
¿Y el 30% restante?
Ha habido ciertas deficiencias, pero imagínese usted si nos hubiésemos puesto a levantar una base de datos desde cero, no acabábamos nunca. Estamos tratando de cerrarlo. Como usted sabe, fueron 380 soles para los primeros quince días y los 380 adicionales ya deben estarse disponiendo. Y en el caso de los trabajadores independientes se ha dado un dispositivo para el pago directo de los 760 soles. Y seguimos trabajando. ¿Es insuficiente? Sí. Pero la dinámica nos obliga a ser creativos.
¿Cuánta gente podría quedarse sin recibir el subsidio?
No lo tenemos cuantificado, pero estamos trabajando de manera articulada con las municipalidades para atender a las personas de extrema pobreza.
¿La opción del cese colectivo propuesta por la Confiep ya está descartada por el gobierno?
Estamos en evaluación permanente. Uno de los puntos que alcanza Confiep es el de los ceses colectivos que, mejor leídos, son despidos generalizados. ¿Corresponden despidos indiscriminados en momentos en los que las circunstancias socioeconómicas para los peruanos son inciertas? Como gobierno debemos ser prudentes en la toma de decisiones. El Ministerio de Trabajo nos ha alcanzado una propuesta que se evalúa con los demás sectores. Cuando se declaró la emergencia, se establecieron dos opciones de índoles laboral, el trabajo remoto y la licencia con goce de haberes, y ahora estamos terminando una propuesta normativa.
Dos cosas. Primero ¿Descartado el cese colectivo entonces?
No está en agenda.
Lo segundo. Se sabe que la propuesta que están trabajando ustedes incluye la suspensión perfecta de labores, es decir, la licencia sin goce de haber. ¿Es una decisión tomada?
Está en evaluación, es una propuesta. La premisa es compleja, sin embargo, como Estado debemos ser hidalgos en asumirla: tenemos que cuidar el trabajo, pero también la fuente que origina ese trabajo. Efectivamente, se ha hecho ese diagnóstico. De confirmarse, el Estado tendría que crear un subsidio para todos esos trabajadores.
¿Sería una suspensión con un tiempo máximo?
Así es, con un tiempo prudencial.
¿Y de cuánto sería el subsidio?
Más o menos, cercano a lo que hemos venido otorgando.
¿De 760?
Sí, de 760 soles al mes, que es el costo de la canasta familiar que nos da el INEI. Está en evaluación, como le digo, pero por ahí va. Y lo de EsSalud sería asumido directamente por el Estado.
Ahora, los gastos de una familia pueden estar muy por encima de ese monto de 760 soles. ¿Quién va a determinar el tiempo por el que un trabajador tendría que ir a su casa sin goce de haber? ¿La empresa?
No, tiene que haber un requerimiento formalizado al Ministerio de Trabajo. No es que cualquiera pueda disponer, tiene que ser autorizado.
Entonces, la perspectiva del gobierno es que es mejor tener empleados sin goce de haber y subsidiados que empleados despedidos.
Es que es el término medio en una situación crítica. No pasemos por alto que no hay actividad productiva ni desarrollo económico. Tenemos que darnos cierta sostenibilidad y actuar con equilibrio.
¿La Confiep está desconectada de la realidad, por haber propuesto el cese colectivo?
Mire, nos cuesta asumir que no se acaba de entender la dimensión de la cruda realidad en la que estamos comprometidos los peruanos. Alcanzar una propuesta así bastante ofensiva, hablando de ceses colectivos indistintos, con toda la reacción que eso iba a propiciar, es estar un poco desconectados de la cruda realidad en la que estamos inmersos como país.
Le pido una respuesta concreta, porque hay gente muy pendiente de esto: ¿van a observar la ley de retiro del 25% de los fondos de las AFP aprobada en el Congreso?
Nos alcanzaron la norma el lunes y tenemos…
¿Una semana más para pensarlo?
El reglamento establece 15 días útiles de plazo. El gobierno ha tomado decisiones. Lo primero fue restringir los aportes en abril y luego el retiro de los 2000 mil soles, que beneficia a cerca de 3 millones de peruanos, que para un millón 400 mil significa el 100% de sus fondos. Sobre la norma, estamos en pleno proceso de evaluación y debemos ser prudentes. Es legítimo que el gobierno evalúe.
Pero si la observan, el Congreso la puede promulgar por insistencia. ¿No es más sencillo asumir la realidad?
Es que hay decisiones que deben tomarse desde una visión de Estado.
¿Van a buscar un entendimiento con el Congreso?
Estamos conversando con el Congreso y déjeme decirle que tenemos la mejor predisposición. No se trata de buscar ganadores. Estamos en un intercambio de pareceres, no hemos llegado a puntos concretos.
¿Y se puede saber qué le están proponiendo al Congreso?
Eso se maneja en fueros internos.
Esta semana se supo que las AFP decidieron repartir dividendos a sus accionistas. Por ejemplo, Prima aprobó repartir unos 145 millones de soles, pero la crítica general la obligó a suspender la medida. ¿Qué le parece?
Mire, revisé casualmente un acta en donde se discutían temas de apoderados, estados financieros y el tema de utilidades, y en absoluto se mencionaba lo que está pasando en el país en estos momentos. Y más bien se disponía lo de la distribución de utilidades. Seguro que legalmente les corresponde, pero si no es por esta denuncia pública, no suspendían esa distribución. La pregunta es ¿en qué país están pensando? ¿No han leído la reacción que ha tenido, con legitimidad, un grueso de peruanos? ¿No han leído la reacción del Legislativo y la visión del Ejecutivo de revisar todo el sistema previsional del país? Pareciera ser que están compartiendo un país diferente al que compartimos todos los peruanos todos los días.
Por eso le pregunto. Porque si ustedes decidieran ir en contra de la ley aprobada en el Congreso, podría ser interpretado como una forma de blindaje para proteger a instituciones muy resistidas por la gente.
Sí. Pero, como le digo, nuestra decisión tiene que ser de Estado. No es nada fácil, es complejo, pero vamos a pensar en el bienestar de todos.
¿Es real la posibilidad de postergar el calendario electoral?
Es una propuesta del presidente del Congreso. La convocatoria debe hacerla el presidente Vizcarra en julio de este año y estamos en abril. Todavía es prematuro para hablar de una reprogramación. Pero como gobierno, le digo que el próximo año, sí o sí, debe haber elecciones. Es una responsabilidad constitucional y política.
¿Qué piensa de las sesiones presenciales que llevó el Congreso? Hay legisladores que han dado positivo para COVID-19.
Sí, el tiempo dio la razón a quienes objetaban eso. El congreso
tiene buenos sistemas informáticos, con toda un área especializada, y era viable que se hicieran sesiones virtuales. Esto no se debió permitir y fue una decisión totalmente equivocada.
¿Cómo se imagina al Perú post pandemia?
Es un sacudón bastante grave, que nos permite ver un país con profundas desigualdades y que son de urgente atención. Aparte, se ha despertado un espíritu de solidaridad entre peruanos y se han puesto sobre la mesa agendas que generan consensos. El mensaje para la clase política es que hemos estamos en excesos distraídos en confrontaciones irrelevantes, distraídos de las reformas de fondo que quedaron relegadas. Las circunstancias exigen un cambio radical en posturas políticas y una visión diferente de lo que es un crecimiento sostenible.
¿Y la vida cotidiana cambiará?
Claro, porque va a ser gravemente alterada. No vamos a volver a la normalidad de un día para otro, será algo gradual, y esa gradualidad posiblemente dure todo este año. No es a corto plazo. Y eso va a significar cambios en actividades públicas y privadas. Para empezar, todas las actividades de índole social van a quedar postergadas de manera indefinida: artísticas, culturales, deportivas, sociales, cines. Y hasta este tema de ir al mercado con mucha frecuencia, que se ha visto ahora. Tiene que establecerse un orden. Se avizora un país marcadamente diferente, no solo desde lo económico, de lo institucional, sino desde nuestras formas culturales.