La empresa Odebrecht demandó un arbitraje ante el CIADI contra el Estado peruano a raíz de la resolución del contrato de concesión del Gasoducto Sur Peruano.
En su escrito, al cual tuvo acceso La República, la firma brasileña sostiene que el Perú y sobre todo el Gobierno que lideró el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, tomó medidas en su contra con un interés político.
Según Odebrecht, la decisión adoptada en enero de 2017 por el entonces presidente Kuczysnki fue “arbitraria y excesiva”, y que se debió a un “deseo de distanciarse a sí mismo de Odebrecht a la luz de las acusaciones de corrupción” en su contra.
“El Gobierno, arbitraria y excesivamente, terminó uno de los más importantes proyectos en el Perú, que estaba bajo el control de OLI LUX (Odebrecht). Esto, junto la implicación personal del expresidente Kuczysnki en la terminación del contrato; la ilegal ejecución de la garantía; la promulgación del decreto de urgencia 003-2017, debido a su deseo de distanciarse a sí mismo de Odebrecht a ala luz de las acusaciones de corrupción; y la ilegal eliminación del Estado del subsidio para el proyecto Gasoducto, hacen evidente que las medidas del Gobierno Peruano que afectan las inversiones de OLI LUX, fueron motivadas políticamente y en violación de las obligaciones del justo y equitativo estándar bajo el tratado”.
En el documento, Odebrecht enumera nueve medidas adoptadas por el Gobierno peruano que les afectaron. Según la demanda, estas fueron:
Todas estas medidas, de acuerdo a la posición de Odebrecht, configuran “violaciones a la ley internacional", particularmente al y, en particular, Tratado Bilateral de Inversiones de la Unión Económica Belgica-Luxemburgo, además de la ley en el Perú.
“Las medidas toman la forma de un patrón de persecución y estrangulamiento financiero adoptado por el Estado en contra del demandante (OLI LUX u Odebrecht) para sofocarlo financieramente, expropiar sus bienes y forzarlo a abandonar el país”, se lee en el documento que La República pudo revisar.
Gracias a estas medidas que fueron calificadas de “arbitrarias” e “injustas” por Odebrecht, la empresa brasileña sostiene que el Estado peruano “recolectó una extraordinaria suma de dinero por el supuesto daño que ni ocurrió y en el cual el Perú contribuyó con su propia conducta”, luego de recriminar que el Gobierno “adoptó el punto de vista según el cual el proyecto no era económicamente conveniente con sus intereses”.
“En otras palabras, el Gobierno recolectó abusivamente 262.5 millones de dólares como compensación por no estar expuesto al contrato que estaba tratando de evitar", señala el documento.
Según Odebrecht, las medidas adoptadas por el Perú han provocado la total pérdida de sus inversiones.
“[...] estas medidas violan las obligaciones del Perú bajo la ley internacional, y bajo el tratado en particular. Las mismas medidas han sido también objeto del procesos arbitral contra el Perú iniciado pro Enagás, consociada del Gasoducto Peruano del Sur”.
En su escrito remitido al CIADI, las pretensiones que Odebrecht consigna son las siguientes:
De acuerdo al documento, Oli Lux es "una compañía constituida bajo las leyes del Gran Ducado de Luxemburgo".
Además, se reconoce como la firma que indirectamente es propietaria y controla el "51.64% del proyecto Gasoducto a través de la firma "Inversiones en infraestructura de Transporte por Ductos S.A.C. (IITD) y Odebrecht Latinvest Austria G.m.b.H (OLI Austria)".
“IITD fue y remite a una compañía creada y registrada en el Perú. OLI Austria fue y remite a una compañía creada y registrada en Austra. OLI LUX fue y es propietaria del 100% de OLI Austria, que a su vez es dueña del 100% de IITD, la cual, a su vez, es dueña de 51.64% del Gasoducto. OLI LUX y sus subsidiarias son parte del grupo Odebrecht, que es finalmente el posesionario a través de Odebrecht S.A, una firma brasileña”, se lee en la solicitud de arbitraje.