Cusco: José Víctor Salcedo
El bloqueo del Corredor Minero del Sur continúa. Las comunidades de la provincia cusqueña de Chumbivilcas mantienen la protesta tras el fracaso del diálogo que intentó el jueves una comitiva del gobierno nacional.
Ningún vehículo de la empresa MMG, dueña de la mina Las Bambas, transita por la red vial desde el 22 de setiembre pasado. Entre el distrito chumbivilcano de Ccapacmarca, pasando por Colquemarca, Quiñota, Velille, entre otras zonas, la carretera está obstruida con piedras y troncos de árboles.
Las demandas ahora se reducen a tres: no a la criminalización de las protestas, derogatoria del Decreto Supremo 011-2016 para desclasificar la vía de nacional a departamental o vecinal, y la suspensión definitiva del paso de vehículos mineros por tierras chumbivilcanas.
La población ya no quiere que se modifique el Estudio de Impacto ambiental (EIA) para ser incluidos como área de influencia directa de la mina Las Bambas ni el pago de una compensación por el uso de las tierras. Ahora exigen que se prohíba el paso de los camiones encapsulados que salen de Las Bambas hacia el puerto de Matarani, en Arequipa.
Pero según el ministro de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo, el pedido de nulidad del decreto es inviable. En una conferencia de prensa dada la noche del jueves en Cusco, precisó que derogarlo implicaría anular la recategorización de decenas de vías a nivel nacional.
Insistió en la posibilidad de una modificatoria a la norma, pero en una mesa de diálogo y siguiendo el procedimiento establecido.
Ayer el dirigente de Chumbivilcas, Luciano Ataucuri, dijo que la modificación podría ser evaluada por los manifestantes.
Desde el Ejecutivo y el Gobierno Regional del Cusco invocaron a la dirigencia a deponer las posturas “extremas” para iniciar el diálogo y encontrar una solución viable al problema que afecta a las comunidades por donde pasa el corredor minero.
El gobernador cusqueño, Jean Paul Benavente, sostuvo que el único camino para hallar una solución es dialogar. Propuso a los dirigentes y alcaldes de la zona en conflicto que acepten una mesa de diálogo para escuchar propuestas que eviten la contaminación y beneficien a las comunidades.
Benavente consideró como una solución para las partes el asfaltado de todo el corredor vial que abarca 482.200 kilómetros entre Apurímac, Cusco y Arequipa. Se calcula, según el gobernador del Cusco, una inversión de S/ 1,500 millones.
El Ejecutivo y la región esperan la disposición de la dirigencia de los campesinos para empezar el diálogo. Mientras, se vocea que comunidades de Espinar se sumarán a la huelga.
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Cincuenta y dos empresas contratistas y proveedoras de la empresa MMG Las Bambas firmaron un comunicado en rechazo a lo que consideran el “bloqueo ilegal” de las vías públicas. Recuerdan que durante el 2019 el corredor fue cerrado más de cien días, “afectando el libre tránsito y el derecho al trabajo”.
Señalan que además de la afectación directa a sus empresas, este efecto se traslada a los trabajadores indirectos y negocios locales de las comunidades como restaurantes, alojamientos, talleres, alquileres de locales, suministro de bienes y servicios, y otros.
Invocaron a buscar una pronta solución en un clima de paz social y diálogo que les permita retomar sus actividades.