"Vizcarra empezó bien, dándole cabida a la reforma judicial y política, pero el arrullo de las encuestas parece haber adormilado ese empeño". ,Hasta hace poco, cualquier crítica que se le lanzaba al Presidente, le rebotaba sin hacerle mella. Ya no es así. Errores políticos lo han aterrizado en la normalidad. Se acabó su luna de miel. Vizcarra cae de 60% a 56% según la última encuesta del IEP (que corrobora la medición de Ipsos, en la que caía de 63% a 58%). Hay múltiples razones para explicar este descenso, pero la principal es la percepción de que el gobierno no ha sabido responder a los problemas climáticos. El 83% de los que lo desaprueba lo considera así. Hay evidentemente una andanada política contra el Presidente por parte de la oposición aprokeikista, pero el Presidente pone de su parte, al no responder con transparencia las acusaciones en su contra y al haber paralizado su talante reformista. Un dato relevante: entre los que aprueban la gestión de Vizcarra, un altísimo 43% considera que está mintiendo respecto de no haber recibido financiamiento de una empresa perteneciente al Club. Y entre los que lo desaprueban, esa cifra crece al 78% (que cree que miente). El virus de la suspicacia ya se instaló. Los primeros ataques de la oposición trataban de vincular a Vizcarra a un perfil autoritario o inclusive dictatorial. Esa campaña no ha surtido efecto. Preguntados por IEP, un 70% considera que actúa como un demócrata y solo un 15% (respecto de un 20% que lo consideraba así en octubre del año pasado) como si fuera un dictador. Fracasada dicha estrategia, hoy se trata de vincular al Presidente a la corrupción y en ese propósito se está teniendo más éxito. En medio de todo ello ocurre un viaje presidencial que si bien revestía importancia y era aconsejable, ha transcurrido en medio de una emergencia climática y una tormenta política desplegada por la oposición más tozuda, lo que hubiese requerido mejores labores de prevención política. Si Vizcarra creyó que el itinerario lo iba a teñir de estadista puede más bien haberles dado municiones a sus enemigos. No ha habido portavoz alguno palaciego que defienda con propiedad el viaje. Ni un vocero, ni el Premier, ni un ministro, ningún parlamentario oficialista, ningún operador político. Nadie. Y así como sobre este tema, sobre todo lo demás. Según diversos trascendidos, Palacio atraviesa una pugna interna entre el equipo que maneja la agenda mediática del Presidente y el equipo político que lo rodea. Se habría asentado una guerra sorda entre ambos grupos por alcanzar el predominio, lo cual, per se, no debería ser mayor problema –el poder suele generar campos cruzados–, pero el lío es que en ese afán habrían descuidado sus funciones primordiales. Muchas personas empeñadas en que al gobierno le vaya bien y no se descalabre, lo han dicho en todos los tonos posibles: no basta la lucha anticorrupción para sostener un mandato de más de tres años. Ello pudo haber funcionado en el régimen de transición de Valentín Paniagua, pero la agenda de Vizcarra exige acciones de gobierno y políticas públicas. Vizcarra empezó bien, dándole cabida a la reforma judicial y política (palabras mayores), pero el arrullo de las encuestas parece haber adormilado ese empeño. Se ha roto su teflón y todo lo que le salpique de ahora en adelante lo manchará. -La del estribo: comienza ya el Festival de Artes Escénicas de Lima, FAE 2019. Como siempre, apuntado en las obras extranjeras (las nacionales o ya las vi o esperaré a verlas en cartelera normal). Vienen puestas de Francia, Argentina, Gran Bretaña, Chile, México y Uruguay. Cherry completo: el programa se encuentra en www.faelima.com y las entradas están a la venta en Teleticket.