El 72% de las tareas en las que están ocupados los jóvenes entre 15 y 30 años, podrían ser automatizadas total o parcialmente en las próximas dos décadas. Es la era de la robot-lución,Hay términos que son frecuentes cuando se habla de políticas y acciones vinculadas a la digitalización. Por ejemplo, la “alfabetización digital” y la “brecha digital”, términos que además se están haciendo familiares en nuestros espacios más cotidianos, como efecto del fantasma del desempleo producido por la llegada de los robots, la inteligencia artificial (AI-artificial intelligence) y la digitalización masiva de todo. Pues en efecto, no es que se quiera ser alarmista, pero que el empleo y el trabajo se están alterando por efecto de la tecnología digital es una verdad incuestionable. La evidencia empírica del BID indica que en países como el Perú no hay ningún sector de la economía con probabilidad de escapar del reemplazo –al menos en un 50% de su masa laboral– por la fuerza de una máquina o la inteligencia artificial. La misma fuente indica que el 72,9% de las tareas en las que están ocupados los jóvenes entre 15 y 30 años podrían ser automatizadas en las próximas dos décadas (total o parcialmente) ¿Panorama sombrío, demasiado apocalíptico? Pese a todo, la Organización Internacional del Trabajo-OIT da una luz de esperanza en este escenario futurista donde conviviremos con máquinas co-workers, destacando que las llamadas capacidades blandas –esas como la empatía, la comunicación asertiva, la creatividad y la imaginación– son patrimonio humano todavía y son las que deberían promoverse en las economías latinoamericanas vía políticas de innovación y digitalización inteligente. Ya sabemos que la agenda nacional se debate entre las fricciones y caricias del Ejecutivo y Legislativo, conminándonos a periódicas entregas de una serie al mejor estilo Netflix. Pero hay más. ¡Claro que hay más temas de agenda! Con la esperanza de que los policy makers lean esta columnita y se inspiren a descongelar la agenda, me despido. Siempre punzando a la acción. ¡Carthago delenda est!