El Premier seguirá como pastor de un rebaño sin ovejas negras. Antes que gobernar, absorbe las críticas contra Vizcarra. Otra comisión de notables. Las ideas seguirán viniendo desde fuera del gabinete.,El 28 de julio, en su discurso de Fiestas Patrias, el presidente Martín Vizcarra proclamó cambios para acabar con la corrupción en el sistema judicial. “Desde el Ejecutivo tenemos una propuesta concreta y real”, dijo. Luego anunció el referéndum y varios proyectos de ley que enviaría al Congreso. Después se supo que los ministros recién conocieron los anuncios poco antes del discurso. Las propuestas venían, en efecto, “desde el Ejecutivo”. Pero el Poder Ejecutivo es Martín Vizcarra. En otra ocasión estelar, el 16 de setiembre, cuando el presidente decidió plantear la cuestión de confianza al Congreso, grabó el mensaje que sería transmitido por televisión y luego, un momento antes de emitirlo, reunió a sus ministros y les dijo lo que iba a pasar. En el camino a Palacio para la reunión, varios ministros se preguntaban por Whatsapp si había algún tema sorpresa, pues era domingo y ellos solían reunirse los miércoles. PUEDES VER El 2018 se cierra sin ley de fusiones ni solución a juicios de miles de jubilados Cierta incomodidad El mensaje recogía un clamor popular. Se producía luego de que el Congreso no hubiera emitido ningún dictamen de cuatro proyectos de ley presentados por la presidencia hacía más de cuarenta días. Sin embargo, después de la reunión, algunos ministros expresaron, internamente, su incomodidad por enterarse recién de la medida. Quedó claro, por ejemplo, que el de Justicia, Vicente Zeballos, no fue el inspirador ni de las propuestas sobre reforma judicial –que provenían de una comisión de notables nombrada para tal efecto– ni del jaque al Congreso que implicaba la cuestión de confianza, cuyo rechazo permitía al gobierno clausurarlo. De todos modos Zeballos estaba de acuerdo con las medidas y el liderazgo ejercido por Vizcarra. No es una tragedia que dos de las medidas más importantes del gobierno se hayan cocinado al margen de los ministros. No podría hablarse de una ilegalidad, porque tanto para convocar al referéndum como para la cuestión de confianza, el presidente tenía atribuciones plenas. El primero salió por decreto supremo firmado entre Vizcarra y tres ministros más, y el otro solo con una segunda firma del Premier. Por otra parte, hay que considerar que ambas provinieron del influjo de la comisión de notables –cuyo nombramiento tuvo aceptación pública– y que algunos de ellos incluso colaboraron en la redacción de las propuestas de ley. PUEDES VER Martín Vizcarra: "Hagamos de esta Navidad un espacio para fortalecer la familia" Selección especial Sin embargo, con el tiempo se ha ido consolidando una forma de trabajo en la que el Gabinete Ministerial no es el inspirador de las reformas que pudieran implementarse sino el llamado a ejecutarlas. Los ministros deben administrar lo que ya existe. La mayoría sabe manejar el carro del Estado aunque su capacidad de liderazgo es insuficiente para transformarlo. No es lo que espera de ellos el presidente. De los diecinueve ministros, incluyendo al Premier, hay dos políticos, un ex gerente de empresas mineras, un profesor de ingeniería civil, y quince profesionales que han tenido diversos cargos de responsabilidad en el Estado, la mayoría como viceministros. Sin menoscabo de la versación de cada quien en lo suyo –la ministra de Salud es una reputada epidemióloga, el de Agricultura un gran cazador de mosquitos de la fruta– la selección buscó ejemplares políticamente estériles. Lo han asumido los dos políticos del grupo: resignadamente Vicente Zeballos, a la cabeza del sector donde se presume habrá las reformas más importantes, y con todo gusto César Villanueva, pastor de un rebaño sin ovejas negras, impasible pararrayos del presidente. PUEDES VER Martín Vizcarra envió saludo de Navidad a todos los peruanos [VIDEO] Consejo de ministros Los ministros se reúnen con Martín Vizcarra los miércoles a las siete de la mañana. Cuando llegan pueden servirse café, jugo y sanguchillos. Reciben el día anterior una agenda que comienza con informes y continúa con puntos que ellos pueden haber solicitado. Cuando la medida afecta a más de un ministerio antes pasa a un comité viceministerial –está previsto por la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo– en el que se consensúan posiciones si es que hubiera diferencias. Cuando comenzó la presidencia de Vizcarra estas reuniones podían demorar hasta la tarde, por la abundancia de decretos para aprobar al amparo de las facultades delegadas. Después se hicieron más ágiles. Ahora pueden terminar al cabo de tres horas. Los ministros viajan a provincias, por instrucciones del presidente, una o dos veces por semana, para que la gente los vea trabajar. Hay reuniones con autoridades regionales o municipales en las que el Poder Ejecutivo hace un esfuerzo de integración gubernamental, y cada ministro aprovecha para despachar asuntos de su sector. Algunas visitas son para la foto, como cuando fueron a las regiones afectadas por el friaje para entregar donaciones. El presidente está atento a lo que pudiera demostrar que su gobierno está con la gente. Cuando, el 1 de noviembre, trascendieron protestas por la acumulación de basura en Villa María del Triunfo, Vizcarra tuiteó a sus ministros: ¿habría voluntarios para ayudar con el recojo? Era feriado y la hora del almuerzo. Con todo, hubo ministros disponibles –el de Educación, el primero–, aunque después fue el Ministerio de Defensa el que envió a soldados del Ejército para apoyar a los vecinos. PUEDES VER Comisión de Alto Nivel de Reforma Política tendrá autonomía Más notables En el Whatsapp del Poder Ejecutivo están Vizcarra, el Premier, los restantes ministros, y Mirian Morales, secretaria general de la presidencia, por la que pasan los mensajes que salen y entran. Vizcarra puede decirle algo a un ministro a través de ella. Si debe estar en algún sitio, ella lo sabe y consulta. No decide, pero filtra y puede ser una interlocutora de mayor utilidad que el Premier. Pues, no siempre se sabe si Villanueva habla o no con franqueza. A veces está de acuerdo con Vizcarra en alguna movida que los otros no deben saber. A veces Vizcarra no le ha dicho nada. En más de una ocasión Villanueva lanzó una opinión y después tuvo que rectificar cuando el presidente opinaba. Algunas propuestas del MEF pasan de frente al Consejo de Ministros. Ocurrió con las últimas medidas tributarias. Algunos preguntaron por qué no fueron conocidas previamente, y se les respondió que para prevenir filtraciones. Pero el MEF también ha perdido. Vizcarra hizo aprobar dos compromisos a los que se opuso: Dakar Perú 2019 y el Mundial Sub-17. Tampoco el MEF pudo aprobar su plan de competitividad, que respondía al deseo de Vizcarra de liberalizar el empleo. El discordante Ministro de Trabajo Christian Sánchez, un aliado de los sindicatos, no quiso firmar un acta que hablaba de unanimidad entre los ministros. Sánchez renunció y el tema quedó pendiente. A continuación llegó la victoria en el referéndum. Vizcarra decidió continuar con su Premier ideal, y nombró a una segunda comisión de notables que hará propuestas de reforma política al margen del Gabinete.