"El resultado es un genocidio: huérfanos, viudas, lesionados permanentes, etc., más de 3900 muertes por año que siguen esperando que algún político se despeine",Según el MTC, la antigüedad promedio de los cerca de 35 mil vehículos de transporte público es de 22 años y medio. Record regional. El sector privado no se queda atrás, pues los vehículos tienen una antigüedad promedio de 15 años y medio, otro record regional de chatarra andante. La contaminación, la congestión y los accidentes de tránsito (otro record regional) los vemos todo el tiempo y, a pesar de nuestro lamento constante, hemos aprendido a convivir con el hartazgo y con la muerte. Más allá de las responsabilidades del sector público, ahora reunidas, por fin, en la Autoridad Única de Transporte, el primer control de nuestros vehículos, es decir, las famosas revisiones técnicas, corre por privados. En el caso del transporte público, incluyendo taxis y servicios de carga, la inspección se realiza a partir del 3er año desde la fecha de fabricación. En adelante, las siguientes revisiones se realizan cada 6 meses. Los autos particulares deben pasar por este examen anual a partir del cuarto año. La multa por no contar con certificado de Inspección Técnica vigente es de 2,075 soles, 50 puntos menos en el brevete y el internamiento del automóvil. Todo este tiempo que la fiscalización ha estado en manos de la Municipalidad de Lima, no hubo verdadera voluntad de llevar a cabo tan importante tarea porque, si fiscalizan, se cargarían a casi todo el servicio público. Cuarto Poder ha demostrado, dos domingos consecutivos, cómo varias empresas dedicadas a las revisiones técnicas son coimeadas por los usuarios y, a cambio de un sencillo, otorgan certificados que no tienen correlato con la realidad. Hablamos de una estafa y una amenaza sobre ruedas debido a la corrupción. ¿Alguien en el congreso ha pedido comisión investigadora? Todos estos años, el MTC no ha cumplido con retirar los vehículos con más de 20 años de antigüedad, la chatarra, lo que deriva en el parque automotor peligroso y contaminante que vemos todos los días. La policía tampoco hace operativos. El resultado es un genocidio: huérfanos, viudas, lesionados permanentes, etc., más de 3900 muertes por año que siguen esperando que algún político se despeine.