La otra cara del Fiscal de la NaciónCachete con cachete. El ahora fiscal de la Nación, que pretende liderar la lucha contra la corrupción, diseñó estrategia de colaboración eficaz de comerciante de armamento que confesó haber vendido US$ 137.5 millones mediante contratos corruptos y el pago de sobornos a Montesinos con el 13% del total de las ventas. Stone ahora está prófugo.,Expediente judicial confirma que Chávarry fue abogado defensor y no simple “consultor” de prófugo James Stone,“Consultor, nada más”, así definió el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry Vallejos, la relación que mantuvo con uno de los mayores corruptores del gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, el comerciante de armas James Stone Cohen. “Consultor, nada más”, respondió Chávarry a La República por intermedio de sus asesores cuando se le preguntó sobre el tipo de vínculo que sostuvo con Stone, a quien las autoridades encontraron 15 millones de dólares en cuentas en Suiza y Luxemburgo, producto de los contratos corruptos que celebró con las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior entre 1990 y 2000. Este diario consiguió copias del proceso de colaboración eficaz al que se sometió en un primer momento James Stone y demuestran que este había contratado como abogado defensor, y no como consultor, a Pedro Chávarry. PUEDES VER Fujimorismo: sus diferentes reacciones contra Pedro Chávarry y Pablo Sánchez Entre consultor y abogado defensor existe una gran diferencia. Luego de dos décadas de perseguir el delito, en 2002 Chávarry fue destituido como fiscal superior por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Al año siguiente, Chávarry se convirtió en patrocinador de uno de los más grandes perpetradores de delitos del régimen fujimorista, James Stone. En los folios del expediente judicial Chávarry aparece firmando como abogado defensor de Stone cuando declaró ante el Sexto Juzgado Penal Especial, que despachaba el magistrado Saúl Peña Farfán. El vendedor de armas confesó que desde el comienzo del gobierno de Fujimori entabló relación con Montesinos, con quien se reunía virtualmente cada quincena. Stone era representante de un grupo de empresas proveedoras que encabezaba el comerciante afincado en Lima, Zvi Sudit Wasserman en sociedad con Ilan Weil Levy. Como parte de la entrega de información a cambio de beneficios judiciales, Stone admitió que el grupo al que representaba suscribió 32 contratos para la venta, desde fusiles Galil para el Ejército hasta vehículos Commandcar para la Policía Nacional, por un total aproximado de 137.5 millones de dólares. También admitió que le abonaba a Montesinos como coima el 10% del total de los contratos. Esto significa que el exasesor de Fujimori podría haber recibido en sobornos del grupo de Sudit, Weil y Stone, aproximadamente 13 millones de dólares (ver recuadro). Cada folio de las confesiones de Stone está firmada por Chávarry, quien también se identificaba con el número de su colegiatura: CAL 8889. Los documentos demuestran que Chávarry fue el que diseñó la estrategia para que el corruptor Stone se acogiera a los beneficios de la colaboración eficaz para salir en libertad, lo que aprovechó el comerciante de armamento para largarse del país. El perfecto guión El 5 de abril de 2004, con la participación de Pedro Chávarry como abogado defensor, James Stone relató que conoció a Montesinos, por intermedio del comandante EP en retiro Jorge Wittembury Rebaza, un acusado de narcotráfico a quien el exasesor defendió como abogado en los años 80: “Aproximadamente en agosto o septiembre de 1990, a los pocos meses de haber llegado al poder el presidente Fujimori, un empleado del Ejército me informó que un señor Whittembury tenía interés en conocerme. Después de reunirme con él, me manifestó tener amistad con Montesinos y que podía gestionar una reunión con él. Se lo consulté al señor Zvi Sudit y así sucedió la primera reunión entre Montesinos, Whittembury, Sudit y yo. En esa reunión se manifestó el interés de poder abastecer ciertos productos a las Fuerzas Armadas”. Luego, prosiguió: “Con Montesinos nos reuníamos con frecuencia, quincenalmente. Yo sí tenía conocimiento, y sí participé con Zvi Sudit en la decisión de entregar comisiones (sobornos) a Montesinos con la finalidad de ser favorecidos con las licitaciones. El grupo de Stone usaba a las empresas Remco Perú, Sep Internacional, Trading Company, Sutex, Datum Tech Corporation, entre otras, para consumar los corruptos contratos de provisión de equipos de defensa y seguridad. El 8 de abril de 2014, también con la intervención de Pedro Chávarry como abogado defensor, James Stone detalló cuáles fueron los contratos corruptos que ganó el grupo empresarial al que representaba (ver recuadro con los respectivos montos). “Tengo entendido que a Montesinos se le pagó comisiones por 32 contratos". En una tercera declaración, del 15 de mayo de 2004, James Stone reveló que Vladimiro Montesinos entregaba el dinero en efectivo obtenido de los sobornos a Zvi Sudit para que lo ocultara en cuentas cifradas en Suiza. Y que a veces recurría a un primo suyo, Henry Lelouch Cohen, para sacar el dinero a bancos extranjeros. Servicio completo “En ciertas ocasiones Montesinos entregó dinero al declarante (aproximadamente 13 millones de dólares) para remitirlos a sus cuentas en el exterior. Un testigo es Ilan Weil Levy, porque conocía y era el responsable de enviar el dinero junto con Zvi Sudir. En algunas ocasiones yo entregué dinero a Henry Lelouch. Era Sudit quien cuadraba las cuentas directamente con Montesinos en mi presencia. Nunca escuché por parte de Montesinos una queja por haber recibido un monto inferior o porque hubo algún retraso en alguna entrega”, afirmó. Los interrogatorios a los que se sometió James Stone con el propósito de obtener la condición de colaborador eficaz, se desarrollaron en el expenal de San Jorge, en Lima, donde fue recluido por un tiempo el comerciante de armamento mientras duraba el trámite. Según sus declaraciones también abonó sobornos al expresidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y excomandante general del Ejército Nicolás Hermoza Ríos, y al exjefe de la Oficina General de Administración, el general Óscar Villanueva Vidal, conocido como el “cajero de Montesinos”. Vidal se suicidó en 2002 en pleno proceso de acogimiento a la colaboración eficaz. El 14 de octubre de 2004, se aprobó judicialmente el acuerdo de colaboración eficaz con James Stone, que incluyó la reducción de la sanción penal a 4 años de prisión no efectiva, por lo que salió de inmediato del presidio de San Jorge. La actuación de Pedro Chávarry fue un éxito, ya que uno de los mayores corruptores del gobierno de Fujimori y Montesinos, James Stone Cohen, se libró de una condena de al menos de 15 años de carcelería. Pero resultó que todo era una trampa. Stone se burló de los compromisos adquiridos por sentencia judicial, por lo que se le revocó la colaboración eficaz por incumplimiento. Ahora está en la condición de prófugo. Mientras tanto, Pedro Chávarry regresó al Ministerio Público como fiscal supremo y ahora pretende convertirse en el luchador número uno contra la corrupción.