El tiempo pasa y hay quienes siguen saliéndose con la suya. Juan Emilio González Chávez –grábese también su nombre– es un juez superior que lo sabe bien.,“La izquierda no sabe gobernar”, eso hemos escuchado siempre. Incluso quienes consideran anacrónica la discusión de izquierdas y derechas siempre aprovechan para recordar una frasecita como esa. Sin embargo, creo que no hay mejor momento o coyuntura para entender que necesitamos un análisis mucho más profundo. Por primera vez en buen tiempo tuvimos una segunda vuelta entre dos candidatos de derecha: Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori. ¿Cuál ha sido el resultado? La vacancia de PPK y un Congreso que, en lugar de trabajar en los principales desafíos del país, pierde tiempo discutiendo en qué tipo de canastas navideñas se asignarán para fin de año. No nos sorprende: la desaprobación del Congreso ha llegado al 97%, mientras que el mismo indicador para la lideresa del partido en mayoría, Keiko Fujimori, arroja un 88,2%. Que sea esta la institución que discuta las próximas reformas políticas y de justicia no brinda una proyección esperanzadora, aunque las buenas noticias tampoco parecen llegar desde el Poder Judicial. La Sala Suprema, en lugar de expectorar a los cuestionados integrantes del Consejo Directivo del Poder Judicial (PJ), ha decidido declarar esta instancia en emergencia. De puro nombre. Mientras tanto, ¿quién investiga a esa Sala Suprema? ¿Qué hay de jueces como Hinostroza Pariachi o Duberlí Rodríguez? Urge concretar estos temas, entre los que también se encuentra la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, y es por ello que el Congreso no debería parar, ni para tomar un respiro. Sería bueno que los parlamentarios sepan que no solo hablamos de cambios en materia legislativa, no se trata de cambiar un papel. Estamos hablando de personas cuyas vidas, integridad y seguridad están corriendo peligro en este momento. Personas como Alexandra Sánchez, que hace tres años denunció al juez Miguel Ángel Sotelo Tasayco por acoso sexual. Tres años y nada. El tiempo pasa y hay quienes siguen saliéndose con la suya. Juan Emilio González Chávez –grábese también su nombre– es un juez superior que lo sabe bien. Acaba de ser capturado en flagrancia, cuando recibía los primeros 4 mil soles de una presunta coima de 30 mil. Qué hay del caso de Arlette Contreras, quien aún no puede ver su denuncia de manera imparcial, en Lima. Quizás éste pueda servir también para preguntarnos por qué todos los ojos están en reformar el PJ y poco se viene diciendo/haciendo en el Ministerio Público. ¿Hasta cuándo va a ser válido que el fiscal de la nación, Pedro Gonzalo Chávarry Vallejos, siga mintiendo? ¿Hasta cuándo va a estar dormido el Congreso con esto?