El alza unilateral de aranceles de Trump y su rechazo a acuerdos con sus aliados del G7 sobre políticas comerciales y migratorias explica su rechazo al multilateralismo, necesario para su avance autoritario. El alza de aranceles viola los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y lo expone a sanciones. Pero no le importa, porque no cree en el multilateralismo. Ojo, en la OMC las decisiones se toman por consenso, a diferencia del FMI y el BM, donde mandan los que más plata ponen. ¿Por qué? Porque piensa que la apertura comercial ha perjudicado a EEUU. En 1960, el PBI de EEUU era el 40% de un PBI mundial de US$ 1.37 billones. En el 2018, según el FMI, su PBI fue US$ 20.4 billones, solo el 25% del PBI mundial de US$ 79.8 billones. Sigamos. En el 2018 el PBI de China fue US$ 14.1 billones. ¿Y dentro de 10 años? Si el PBI de EEUU y de China siguen creciendo al 2.5% y 6.5% anual, respectivamente, en el 2028 el PBI de China será US$ 26.5 billones y el de EEUU US$ 26.1 billones. Lo pasó. Está en juego, entonces, la hegemonía mundial. Pero EEUU sigue siendo la primera potencia económica, así como militar. Pero miles de años de historia nos dicen que siempre que ha habido cambio de hegemonía, vino acompañada de guerras. Cayó Grecia, Roma, España, Inglaterra. Y ahora le estaría tocando a EEUU. ¿Normal nomás? No. Hoy, las guerras serían nucleares. Es un pierde-pierde total, aunque algunos piensan que si atacan primero, podrán aniquilar al enemigo y salir más o menos ilesos. Terrible idea. Ante la barbarie, ¿por qué no pensar en lo multipolar? No habría un solo “capo di tutti capi” sino varios “capi” coordinando entre sí. Mejor aún, un gobierno mundial sin ningún “capi”, o sea, de las Naciones Unidas: el multilateralismo “reloaded” 10.0. Ya pues oye, despierta, ¿adónde crees que estás, diría Trump? Con el libre comercio no podemos vender nuestros productos porque nos cobran aranceles altos (falso), nuestros aranceles son muy bajos (cierto) y todos se aprovechan de nosotros y se llevan nuestros empleos. Aquí Trump tira por la borda varios siglos de pensamiento liberal. Sobre todo, aquel “principio” de las ventajas comparativas de David Ricardo, que dice que hasta el país más pobre y con menos habilidades, gana con el libre comercio. Trump dice que hasta el rico pierde. Lo cual es cierto porque con el libre comercio hay ganadores y perdedores. Ese es el problema de “sobrevender” el libre mercado y “llevar la globalización demasiado lejos” (Dani Rodrik). El unilateralismo autoritario de Trump necesita legitimidad política. Así, el “argumento” es: “la culpa la tienen los otros, que no son como nosotros y nos aborrecen”. Contra ellos lo único que vale es la “guerra al terror”. La respuesta de Bush a los ataques terroristas de Setiembre de 2001 es la precursora del pensamiento Trump. La máquina militar le dio un impulso a la economía de EEUU. Según el Premio Nobel Joseph Stiglitz la guerra contra Afganistán e Irak, que desestabilizó todo el Medio Oriente, costó US$ 3 billones. La guerra se amplió luego a Libia y Siria, adonde llegó en agosto de 2014. Según Neta Crawford, de Boston University, a noviembre de 2017, la cifra ya llegó a US$5.7 billones (1). Aquí los afectados por esa guerra –causa de la crisis migratoria- son la excusa perfecta. Los desplazados internos en Irak han sido 4 millones y más de 300,000 han ido al extranjero. La cifra palidece al lado de Siria: 6 millones de desplazados internos y 4.8 millones de migrantes, la mitad de su población. Hoy 20 de junio es el día mundial de los migrantes. Para Trump, la culpa la tiene Obama y sus políticas “blandengues” que deben dejar paso a ataques militares más directos allá y a luchar contra los migrantes acá, terroristas y asesinos que vienen, no solo a quitarnos el pan, sino a atentar contra nosotros. Nada de “políticas comunes y solidarias para acoger a los migrantes”, como plantea hasta Angela Merkel. Fuera la vieja Unión Europea, que quiere el acuerdo multilateral antinuclear con Irán, “hechura” de Obama. El acuerdo que vale es “el mío” con Kim Jong-Un. Fuera el multilateralismo comercial blandengue y pro-inmigrantes. Que vengan los nacionalistas con sus políticas populistas: Le Pen, Putin, Orban en Hungría, Kurz en Austria, 5 Estrellas y la Liga en Italia, Brexit en el Reino Unido. Trump cree que el multilateralismo no sirve ni en lo comercial ni político para preservar la hegemonía declinante de EEUU. Para nosotros, sus planteamientos son errados (ni siquiera hemos mencionado la burbuja financiera, madre del cordero) porque se trata del mundo y no solo de EEUU. Pero mientras Trump siga avanzando, la cosa se va a poner peor. 1) http://watson.brown.edu/costsofwar/files/cow/imce/papers/2017/Costs%20of%20U.S.%20Post-9_11%20NC%20Crawford%20FINAL%20.pdf