Riesgos y obstáculos para que FP organice otra vacancia.,Para un presidente como Martín Vizcarra, que en las primeras diez semanas de su mandato tuvo una actitud prudente y hasta timorata frente a Fuerza Popular (FP), sus expresiones discordantes con esa bancada durante esta semana abren un espacio preocupantemente interesante para la especulación. La especulación es si esto puede implicar que Keiko Fujimori se enfurezca tanto que proceda a vengarse y presionar a Vizcarra hasta el punto de, como lo hizo con Pedro Pablo Kuczynski, desestabilizarlo y traerse abajo su presidencia. Luego de haber tenido una posición allanada frente a FP, el presidente Vizcarra manifestó en público esta semana su discrepancia con dos proyectos claves para dicha agrupación. Uno fue por la terquedad sospechosa de Miki Torres y Úrsula Letona para impedir que la SBS supervise a las cooperativas de ahorro y crédito, algunas de las cuales son usadas por el narcotráfico para lavar dinero. FP fue derrotada en este caso al ser plenamente desnudada su intención. La segunda discrepancia presidencial se planteó a propósito del proyecto del fujiaprismo para prohibir la publicidad estatal, el cual sí se concretó. Es, como dijo Vizcarra, una ley mordaza contra la prensa que es parte de un embate de FP contra los medios para mellar la libertad de expresión y evitar la crítica. Está muy bien lo hecho por el presidente Vizcarra frente a esos dos proyectos de FP, pero no hay duda de que eso implica un giro importante y riesgoso para su gobierno. Al hacerlo, el presidente Vizcarra actúa en base a principios y a la constitución, pero corre el riesgo de despertar, otra vez, las iras no santas del partido de Keiko Fujimori. ¿Podría poner FP contra las cuerdas al presidente al punto, incluso, del riesgo de crear las condiciones para vacarlo, como lo hizo con PPK? Por lo visto hasta ahora, de FP se puede esperar cualquier cosa, pues para este partido ‘principios’ y ‘constitución’ son dos palabras sin relevancia, y es una agrupación que, antes que el seso para diseñar estrategias políticas, privilegia el músculo para chancar a quien se le oponga. Pero aun teniendo eso en cuenta, lo cierto es que la desaprobación y el desprestigio de Keiko Fujimori hoy en día son muy grandes y que, pensando en una elección futura, ella necesita un buen tiempo para reconstruirlos, por lo que tumbarse a Vizcarra y al toque a Mercedes Aráoz, no parece algo razonable para sus propios intereses. Así las cosas, todo sería nada más que cuestión de tiempo.