La voz de Peredo tiene un rol estelar al romper con el cinismo y oportunismo que tanto daño nos ha hecho, apelando al peruano que cree de verdad, con sinceridad y sin perder de perspectiva el esfuerzo que hay detrás.,En los últimos años mi relación con el fútbol no ha sido la más cercana. No es que haya querido que sea así. Antes iba al estadio, no me perdía un partido, me ilusionaba. También jugué en el colegio, la universidad y hasta en una liga distrital, aunque lo mío en la cancha era más esfuerzo que talento. Luego de esos años perdí interés. Me volví inmune a las derrotas y desilusión que mi generación ha vivido con el futbol. Pero aquí me tienen, contando las horas para que Perú juegue en Rusia, terminando de ver el documental Largo Tiempo, emocionado hasta las lágrimas, conmovido por la historia que tan emotivamente ha recogido su director, Gonzalo Benavente. Es un resumen de 36 años de espera. No es un documental de fútbol, es una reseña sobre la angustia, desencanto, caídas, esperanza y búsqueda de gloria que son parte de nuestra historia reciente. La inteligencia de Gareca, el liderazgo de Guerrero, el esfuerzo de Farfán para tener una segunda oportunidad, la juventud sin miedo de Flores y Tapia, y la incondicionalidad de quienes acompañaron a la selección en todo este proceso son virtudes que definen también a una nueva generación de peruanos. La voz de Peredo tiene un rol estelar al romper con el cinismo y oportunismo que tanto daño nos ha hecho, apelando al peruano que cree de verdad, con sinceridad y sin perder de perspectiva el esfuerzo que hay detrás. El documental también es un mensaje para un país que debe apostar más por lo colectivo que lo individual, confiar en las generaciones por venir, y desafiar las estadísticas y el pasado que parecen limitarnos. Es la lección que deja este equipo nacional. Sobre todo, es un mensaje que nuestra clase política debería asimilar. Con esa ilusión me despido de este espacio que con toda confianza La República me dio. Estoy muy agradecido y seguro de que pronto nos volveremos a encontrar.