Para los EEUU un acuerdo firme con Pyongyang significaría un nuevo tipo de presencia en el extremo oriente y una recuperación del papel de policía mundial.,La cumbre Donald Trump-Kim Jong-un en Singapur es llamada histórica, pero la sensación es que está siendo realmente llamada inverosímil. Hace pocos meses ambos presidentes intercambiaban amenazas de atacarse con bombas nucleares. Ahora han firmado un documento sobre una “completa desnuclearización” de la península coreana. Lo inverosímil también está en el interlocutor elegido por Kim. Trump tiene fama de poco confiable, y si bien esta cumbre es un logro para él (y para Corea del Sur, que hábilmente hizo el corretaje del acuerdo), es impredecible lo que puede hacer si surgen problemas por el camino. Pero quizás algo parecido se puede decir de Kim. Para esto hay interpretaciones de todos los tipos. Desde un acuerdo hipócrita entre enemigos como el de Hitler-Stalin de 1939, hasta un acuerdo que efectivamente pone en marcha la estabilización de la zona coreana. En el medio hay dudas y la advertencia de que el cumplimiento de lo acordado será, de darse, un camino largo. ¿Por qué ha cambiado Kim? La única explicación que circula es que las sanciones económicas y otras formas de presión internacional terminaron de doblegarlo. Podría haber otras sobre problemas internos que lo obligan a buscar soluciones afuera. Hasta aquí ha sido habitual para Corea del Norte crear tensiones para obtener ayuda económica del exterior. Para los EEUU un acuerdo firme con Pyongyang significaría un nuevo tipo de presencia en el extremo oriente y una recuperación del papel de policía mundial. China ha saludado la cumbre y ha sugerido que Washington elimine sanciones a Pyongyang. Lo cual ha sido leído como la confirmación de la estrategia de Beijing. Para algunos analistas Beijing ha saludado la cumbre porque su principal objetivo estratégico no está en la península coreana sino en el mar del sur de China. El control de este mar es vital para la expansión estratégica de China, y es donde en la actualidad se encuentran sus principales conflictos. De modo que si Washington estabiliza la península, tanto mejor. Se habla ahora de un viaje de Kim a Washington, que haría avanzar el acuerdo. Para este joven sátrapa coreano sería un verdadero salto histórico. Su padre Kim Jong Il se reunió dos veces con mandatarios de Corea del Sur, en el 2000 y en el 2007, pero no conoció los EEUU.