¿Quien gobierna nuestro país? Martín Vizcarra imposible.,¿Quien gobierna nuestro país? Martín Vizcarra imposible. Sus declaraciones improvisadas -acaba de decir que hasta ahora no ha visitado el Lugar de la Memoria (LUM) como para añadirle otro traspié-, lavadas de mano, contradicciones públicas con su equipo...no. El más reciente cambio de ministro de economía por la discusión tributaria también evidencia que no hay un rumbo claro, ni siquiera desde la gestión de Pedro Pablo Kuczynski. No hay ni plan de gobierno, ni hoja de ruta, ni ministros que hagan política. No hay liderazgo. ¿El Congreso gobierna el país? Menos. No pueden ni terminar de investigarse ellos mismos entre repartijas y negociaciones frustradas. Fuerza Popular puede continuar con su mayoría en el Legislativo pero por dentro la cosa ya está podrida. Entraron con la pata en alto, queriendo manejar todo a su antojo, sin ningún atisbo de sobriedad o disimulo. Esto ha causado que los ojos de la prensa y la ciudadanía estén puestos, con mayor atención de la usual, en sus compras amañadas, conflictos de intereses e incluso posibles delitos. El fujimorismo ha convertido al Congreso en su chacra, su agencia de empleos, contratando y ascendiendo a los amigos. De hecho, este diario evidenció hace unos días que nuestro Parlamento alcanzó un promedio de 30 trabajadores por cada congresista, una barbaridad. Por si fuera poco, Luis Galarreta se ha convertido en uno de los dirigentes más impresentables. Llama mermelera a la prensa independiente, mientras que su despacho aprueba con un silencio cómplice que el Congreso tenga una oficina propia de prensa que mantiene a 109 trabajadores de los cuales 12 “trabajan” en el área de redes sociales. ¿Alguien dijo fujitrolls? Estos sujetos tampoco gobiernan el país. Si algo de liderazgo les queda (en los votos, por ejemplo), ellos mismos vienen socavándolo. La siguiente pregunta quizás sea ¿quién capitalizará este desastre? ¿Habrá un nuevo outsider o reviviremos algún difunto político? Por ahora, la gente es la llamada a tomar las riendas del futuro del país. Nuestra constitución dice: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo”. Retomar el poder del pueblo para el pueblo y hacer sentir las voces de tantos ciudadanos asaltados, agredidos, vejados por la indiferencia de nuestros políticos. Si algo nos puede dejar la lección de perseverancia en el fútbol es ser consistentes en amar nuestro país y defenderlo en el resto de sus dolencias. A ello tendremos que seguir apuntando.