Me pasé meses observando la desesperación del aficionado crema por encontrar una solución. Las iniciativas nacían aisladas, sin puntos de contacto, sin fuerza para crecer, Para cambiar radicalmente una realidad tan dramática como inmerecida. Había que articular todos los esfuerzos, hubo que juntarse, proyectar, armar un espacio para soñar. Hicimos un par de llamadas, los mensajes fueron llegando, comenzamos a contrastar el plan sabiendo que era perfectible, tratando de cubrir cualquier vacío. Conocimos gente valiosa dispuesta al diálogo con la misma ilusión. Convocamos a todos para esta etapa previa, para sentir y saber que todos los hinchas -absolutamente todos- tenemos el mismo valor. Intentamos hacer descansar las diferencias y conflictos a favor de lo que nos une. La idea partió de la libertad de pelear por una causa común que parece imposible, quien quiera estar sabrá que tendrá miles de hermanos caminando hacia la refundación de nuestra institución. Quien no quiera estar, tendrá el respeto del resto para entender su propio camino. Porque esto es básicamente una historia de amor. Una cruzada que intenta salvar al club que nos dio tanta felicidad. Un partido que hace años estamos perdiendo y que nos exige una reacción desde el orgullo, la pasión, la inteligencia, la creatividad y la emoción social. Porque cada vez la situación es más grave. Porque para lograrlo hay que estar unidos. Porque el tiempo se acaba. El 21 de Mayo se comunicará los primeros avances y grupos participantes. Universitario hoy necesita a todos sus hinchas. A todos.