La Dirección Antidrogas (Dirandro) inició la “Operación Rapaz” contra el narcotráfico con el dato de que la droga venía de la zona de producción del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). ,Hace ocho meses agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) recibieron información confidencial sobre una organización internacional integrada por colombianos y peruanos que se dedicaba a exportar clorhidrato de cocaína, camuflada en fardos prensados de cartones y papeles mediante una empresa de fachada. El dato era que la droga venía de la zona de producción del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y que era acopiada en San Juan de Lurigancho con destino Europa. Durante un trabajo de campo y seguimiento agentes del Grupo Especial de Inteligencia Orión detectó sospechosos movimientos de cuatro ciudadanos colombianos que coordinaban todos los días con el peruano Rogelio Barturén Huanca. Se desplazaban desde Miraflores a varios centros comerciales, como Las Malvinas, en el Centro de Lima, para comprar cantidad de cintas de embalaje, guantes, bobinas de plástico, baldes de grasa de motores, que luego transportaban a un local de San Juan de Lurigancho. PUEDES VER Policía antidrogas allana 5 empresas de los ex socios del fujimorista Vergara El 27 de marzo de este año, nueve días antes que agentes del Grupo Orión neutralizaran el envío de una tonelada de cocaína, identificó al cabecilla de la organización como el colombiano Diego Sánchez Ospina, quien llegó al Perú ese mismo día para finiquitar el envío de la mercancía hacia España. Al ser identificado plenamente, los agentes descubrieron que Sánchez había formado 5 empresas, entre ellas Pinturas Golden Colors, junto con el congresista Edwin Vergara. Pero fue con otra compañía que preparaba un embarque de cocaína. De acuerdo con los videos policiales, Diego Sánchez compraba la grasa para adherirla a los paquetes de cartón prensado con la finalidad de evitar que los perros antinarcóticos detectaran el olor de la cocaína. La empresa de fachada que utilizó el narco colombiano para intentar sacar la droga fue South Peruvian Plastic, cuyo gerente general era Rogelio Barturén Huanca, quién también constituyó la compañía The Palm Group. Esta última había efectuado 9 exportaciones hacia Bélgica, entre julio del 2015 y enero del 2016. South Peruvian Plastic operaba en la calle El Pozo 883, en la urbanización Satélite, en San Juan de Lurigancho, y funcionaba a pocas cuadras de la Comisaría de Canto Rey. En ese lugar, Rogelio Barturén se dio el lujo de solicitar al jefe de unidad un patrullero para custodiar su local, debido a que había recibido llamadas telefónicas de un posible secuestro y asalto. El objetivo de la Brigada Orión era identificar y capturar a toda la organización de Diego Sánchez, pero los planes tuvieron que cambiar. El miércoles 4 de abril, mientras les pisaban los talones a los narcotraficantes, los agentes antidrogas observaron que el capo colombiano salió desesperado del local de San Juan de Lurigancho hacia Miraflores. El motivo era que Sánchez se había percatado sobre la presencia policial, por lo que decidió fugar del país. Sin pérdida de tiempo, los agentes ingresaron en el local y encontraron entre los fardos de cartones y papeles una tonelada de cocaína lista para ser embarcada al puerto del Callao con destino a España. Allí se detuvo a 5 ciudadanos colombianos y dos peruanos. Mientras eso sucedía, otro grupo de agentes enrumbó hacia la calle José Gonzales 603, en Miraflores, y capturó al colombiano Diego Sánchez cuando salía con dirección al aeropuerto.