Evidencia e indicios importantes en poder de la Fiscalía.,Como lo ha documentado la Unidad de Investigación de este diario, el allanamiento que la Fiscalía realizó en la residencia del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) tuvo resultados específicos que demostraron la pertinencia de esta diligencia. Lo más significativo de estos hallazgos son las pruebas de su vinculación estrecha con el ex representante de Odebrecht en el Perú Jorge Barata negada por el ex mandatario. Según los datos encontrados en agendas, documentos y correos electrónicos, PPK mantuvo relaciones con varias empresas del grupo Odebrecht durante y después de su paso por el gobierno de Toledo, y antes y durante la campaña electoral del año 2011. No es lo único que la Fiscalía tiene sobre las actividades de PPK en este caso. En su poder se encuentra hasta tres grupos de transferencias de dinero de las que el beneficiario final es PPK. Un primer grupo provendría de las empresas Allocational Offshore, Ternium y TRG Management, realizadas entre los años 2007 y 2015. Un segundo grupo procedería de la empresa Odebrecht Latinvest Perú Ductos hacia las empresas Latin America Enterprise y First Capital Inversiones y Asesorías. Y un tercer grupo desde Odebrecht a Westfield Capital entre los años 2004 y 2007. En relación con estos datos, se tiene, en primer lugar, que PPK habría faltado a la verdad. En abril del año 2017, le dijo al fiscal Reynaldo Abia que nunca había estado solo con Barata y que siempre fue en almuerzo, grandes cocteles, reuniones con empresarios. Luego, a la comisión Lava Jato recientemente le dijo que le preocupaba que a Odebrecht y Barata se les crea más que al presidente de la República. Más allá de este hecho, las otras evidencias confirman que la Fiscalía tiene un caso y que este tiene la documentación suficiente que requiere tanto el pedido a la justicia para que decida sobre el arraigo del ex presidente como para avanzar hacia operaciones mayores, incluido el reconocimiento de testigos protegidos o colaboradores eficaces. En este punto de la investigación contra PPK, no deja de ser cierta la convicción de que gran parte de la ofensiva librada contra él y su gobierno desde el Congreso se debía más a razones políticas derivadas de la campaña electoral del año 2016, perdida por el fujimorismo. Sin embargo, fuera del ámbito parlamentario, y a pesar de la demostrada parcialidad de la comisión Lava Jato, que poco ha aportado en este caso, es innegable que nos encontramos ante un conjunto de hechos graves sobre los cuales la justicia debe decir su palabra. Con PPK, son cuatro los presidentes del período 2001-2018 que están siendo investigados por actos de corrupción, con procesos, algunos de los cuales se encuentran más avanzados que otros, a lo cual se agrega la jefa de la oposición que dirige el Parlamento. Este es un hecho poderoso que condicionará el gobierno de Martín Vizcarra y el ineludible primer punto de un pacto contra la corrupción anunciado por el nuevo presidente.