La plata deja huella. En la sustentación del pedido de impedimento de salida del país, el fiscal José Domingo Pérez sostiene que la constructora brasileña financió la campaña presidencial de la hija del ex dictador, para luego cobrarse con millonarios contratos de obras públicas en caso lograra la presidencia de la República.,Sabían que era dinero ilícito, pero no les importó. Jaime Yoshiyama Tanaka, quien en algún momento fue considerado el “delfín” del ex dictador Alberto Fujimori, y su brazo derecho el ex ministro fujimorista Augusto Bedoya Cámere, conocían perfectamente que el millón de dólares que les entregó la constructora Odebrecht procedía de un fondo ilegal, y a sabiendas de dicho origen, inventaron falsos aportantes para financiar la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011. Después de haber seguido meticulosamente la ruta del millón de dólares que Odebrecht entregó al partido fujimorista Fuerza 2011, con el propósito de conseguir la adjudicación de millonarias obras públicas en caso Keiko Fujimori alcanzara la jefatura del Estado peruano, el fiscal de Lavado de Activos, José Domingo Pérez, llegó a la convicción de que Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya tuvieron una actuación criminal, por lo que consideró necesario solicitar el impedimento de salida del país de ambos miembros de la “vieja guardia” del fujimorismo para evitar una eventual fuga. PUEDES VER Juez ordena impedimento de salida del país a Yoshiyama, Bedoya y Briceño El “pitufeo”, una modalidad criminal frecuentemente usada por el narcotráfico para “lavar” dinero obtenido del negocio ilegal de la cocaína, fue aplicada por Yoshiyama y Bedoya para fragmentar el millón de dólares de Odebrecht e introducirlo con falsos aportantes a las cuentas de Fuerza 2011, de acuerdo con la sustentación que el fiscal Pérez presentó ante el magistrado Richard Concepción Carhuancho para requerir la medida de impedimento de salida del país contra los mencionados imputados. Desde que el 22 de agosto de 2017 las autoridades brasileñas confirmaron al Ministerio Público peruano que en uno de los teléfonos celulares de Marcelo Odebrecht se encontró la inscripción: “Aumentar Keiko a 500”, la hija mayor del ex dictador Fujimori negó siempre que la constructora hubiera aportado “un solo dólar” a su campaña presidencial. Sin embargo, luego de haber corroborado que se trataba de una información fidedigna, y que en efecto el partido fujimorista recibió un millón de dólares en dos partes y en efectivo, para el fiscal José Domingo Pérez no existe ninguna duda de que los conspiradores buscaban que Keiko Fujimori alcanzara la jefatura de Estado para luego favorecer a Odebrecht con contratos como contraprestación por la donación de dinero ilícito. En conclusión, Keiko Fujimori era la candidata de la compañía Odebrecht. Nada es gratis “La finalidad de los actos descritos era lograr la Presidencia de la República y el acceso al mayor número de curules congresales, a fin de obtener beneficios económicos desde una situación de poder y con ello retribuirle los beneficios a la empresa Odebrecht”, acusa Pérez ante el juez Richard Concepción. Cada vez que aparecía alguna revelación periodística sobre aportes sospechosos en la campaña de Keiko Fujimori, ella misma o sus voceros acreditados como José Chlimper Ackerman y Joaquín Ramírez Gamarra afirmaban que las denuncias eran falsas y alegaban que el partido fujimorista había cumplido escrupulosamente con rendir sus cuentas ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe). No era cierto, señala el fiscal José Domingo Pérez. El partido entregó información falsa sobre el financiamiento de la candidatura de Keiko Fujimori para ocultar la procedencia del millón de dólares abonado clandestinamente por Odebrecht. “Del análisis de los datos de la Onpe se ha logrado identificar que Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya convirtieron parte del activo de procedencia ilícita (US$ 1 millón de Odebrecht) US$ 590,989, en aportes de campaña ascendentes a 1’,634,676 soles”, explica el fiscal José Domingo Pérez, luego de haber revisado virtualmente cada uno de los cinco reportes de financiamiento que presentó Fuerza 2011. Familia es familia El fiscal Pérez incluso escudriñó cada uno de los aportes para verificar si eran verdaderos y concluyó que se había practicado simulaciones para infiltrar el dinero de Odebrecht en la campaña de Keiko Fujimori mediante personas del entorno de la candidata presidencial, como los siguientes: - Johanna Sasaki y Melissa Keiko Sasaki, de la familia de la esposa del jefe de campaña, Jaime Yoshiyama. - Joon Lee Lin, esposa de Jorge Yoshiyama Sasaki, sobrino de Jaime Yoshiyama. - Sil Yok Lee viuda de Lam, de quien se presume es familiar de la anterior. - Óscar Moritani Kutsuma, socio de Jorge Yoshiyama Sasaki, sobrino de Jaime Yoshiyama. - Patricia Moritani Kutsuma, hermana del anterior. - Efraín Goldenberg Schreiber, socio de Jaime Yoshiyama en Pegapaxi, la empresa offshore en Aruba, que ahora administran los hijos de ambos. En la casa de Goldenberg, Jorge Barata entregó a Yoshiyama y Augusto Bedoya US$ 500 mil, según su confesión. - Juan Luna Frisancho, amigo y socio de Yoshiyama y su familia. - Carlos Luna Venero, padre del anterior y también relacionado con la familia Yoshiyama. - Carlos Blanco Oropeza, ex ministro y ex congresista fujimorista, ex miembro del equipo de campaña, y sus hijas Karol Blanco Matsuno y Miguel Blanco Matsuno. - Milagros Maraví Sumar y Raúl Maraví Sumar, a quienes se atribuye haber sido parte del entorno de Yoshiyama. La primera fue parte del equipo de Keiko Fujimori y es esposa de Augusto Bedoya. El segundo es cuñado de este. “(Todos) participaron en la colocación del activo (de Odebrecht) como aportantes en el financiamiento de Fuerza 2011 con un total de 1’634,676 soles”, precisa en la sustentación el fiscal Pérez. En la acusación del fiscal de Lavado de Activos se hace una especial mención a la actuación del ex presidente de la Confiep, José Briceño Villena, quien luego de que Jorge Barata lo delató, reconoció públicamente que Odebrecht entregó US$ 200 mil para una supuesta campaña institucional. Barata aclaró que el dinero era para financiar la candidatura de Keiko Fujimori. El fiscal indica que el cóctel fujimorista en el que se recaudó 246,711 soles, según reportó Fuerza 2011 ante la Onpe, se realizó en la calle Las Laderas 420, en el exclusivo barrio Las Casuarinas. La dirección corresponde a la residencia de José Briceño, quien dicho sea de paso, recibió los US$ 200 mil de Odebrecht cuando había dejado la presidencia de Confiep y en el cargo se encontraba Humberto Speziani Cuevas. Perfil del crimen A estas alturas del caso, para el fiscal José Domingo Pérez no existen coincidencias sino concurrencia de hechos sobre la presumible existencia de una organización criminal dentro de Fuerza 2011: “La Sala Penal Nacional ha considerado que las asociaciones de personas que conforman los partidos políticos pueden ser empleados como parte de una organización criminal, (y de lo que) se trata es de identificar a un grupo de personas que conformarían la estructura partidaria que estarían incursos en la imputación penal, no implicando ello que todos los integrantes del partido político conformen una organización criminal, más aún cuando la investigación se encuentra encaminada contra personas plenamente identificadas”, argumenta la autoridad, en alusión a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya. Terminada la descripción de los hechos, el fiscal Pérez procede a detallar los presuntos delitos cometidos por los imputados. “Jaime Yoshiyama Tanaka y Augusto Bedoya Cámere han captado un millón de dólares de la empresa Odebrecht, activo de procedencia ilícita (cuya fuente sería el producto de actos de corrupción en el Brasil y Perú), con la finalidad de convertirlo en el financiamiento de Fuerza 2011 para la campaña electoral de 2011, colocando ese dinero en la contabilidad mediante el empleo de falsos aportantes. Y, para que el activo no sea rastreado por la Onpe u otra entidad fiscalizadora de transacciones financieras sospechosas, emplearon la modalidad criminal de ‘pitufeo’, es decir, fragmentaron la cifra antes citada en montos menores, con ello se evadió registrar a la empresa donante”, argumenta Pérez. Para la consumación del lavado del dinero de Odebrecht, el fiscal menciona “la intervención de otras personas que con conocimiento o debiendo presumir el origen ilícito de los fondos, se prestaron de igual modo para convertir el dinero en aportes a través de diversas tareas y funciones -incluso de facto- que deben ser identificadas dentro del seno de la organización criminal, que lideraba la imputada Keiko Fujimori Higuchi”. Keiko Fujimori sostiene hasta el día de hoy que jamás recibió un centavo de Odebrecht. Ella era la jefa y candidata presidencial del partido Fuerza 2011 y Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya actuaban a sus órdenes, eran personas de su confianza. Decir “yo no sabía nada”, como solía expresar su padre Alberto Fujimori para explicar los actos criminales de su asesor Vladimiro Montesinos, tampoco sería una frase afortunada en este caso. Claves El 22 de agosto de 2017, las autoridades de Brasil confirman al Ministerio Público que existe la frase “Aumentar Keiko a 500”. El 9 de noviembre de 2017, Marcelo Odebrecht confirmó que la frase quería decir que se le debía entregar US$ 500 mil más a la campaña de Keiko Fujimori. El 28 de febrero de 2018, Jorge Barata confiesa que Odebrecht entregó US$ 1 millón a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya para financiar a Keiko Fujimori en 2011. Las imputaciones a los hombres de Keiko El fiscal José Domingo Pérez imputa a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya el presunto delito de lavado de activos en las modalidades de conversión y ocultamiento, por haber recibido fondos de la División de Operaciones Estructuradas, u “Oficina de Sobornos”, de Odebrecht, y luego “lavarlo” e infiltrarlo a la campaña de Keiko Fujimori. Tanto Yoshiyama como Bedoya, después del allanamiento de sus respectivas residencias, rechazaron las acusaciones del fiscal Pérez, negaron que Jorge Barata les entregó US$ 1 millón y que usaron fondos ilegales para financiar la campaña de Fuerza 2011. Pérez también atribuyó al empresario José Briceño el presunto delito de lavado de activos en las modalidades de conversión y ocultamiento, por la captación de US$ 200 mil de Odebrecht proporcionados por Barata para solventar la campaña fujimorista. El fiscal señala que el objetivo principal de los conspiradores de Odebrecht y de Fuerza 2011 era que Keiko Fujimori alcanzara la presidencia de la República.