La confirmación de Trump en cierto modo le dificulta la zampada a Maduro.,Donald Trump confirma que vendrá a Lima en abril. Tres posibilidades frente a esto: está seguro de que Nicolás Maduro no vendrá, o le importa poco que Maduro venga o no, o en una de esas podremos verlos aquí darse un abrazo a la coreana. Por lo pronto ha adelantado su confirmación lo suficiente como para reforzar el veto del gobierno peruano. Mientras tanto en Caracas Maduro sigue trabajando. Su última movida es una declaración venezolano-cubano-caribeña más Bolivia y Ecuador que denuncia el veto a Maduro, critica al grupo de Lima, y varias cosas más. En total son 12 gobiernos de todo tamaño, que en tono indignado denuncian la mano del imperialismo en los problemas de Venezuela. A pesar de su extensión, el comunicado del pasado día cinco no entra al tema de si todos esos países asistirán o no a una Cumbre de las Américas sin la presencia de Maduro. Esto le quita fuerza al documento, y sugiere que en la geopolítica regional hay más consideraciones que la ideología o el petróleo. Si piensan venir, mejor les hubiera ido pronunciándose en Lima. Lo que el comunicado logra es introducir una suerte de punto fantasma en la agenda de la cumbre, algo que la sola ausencia de Maduro no iba a lograr. Nos referimos a la división entre gobiernos latinoamericanos, que es oscilante según los resultados electorales, pero tiene un núcleo duro que opera más o menos en torno de La Habana. La confirmación de Trump en cierto modo le dificulta la zampada a Maduro. A pesar de sus dardos contra el norte, Maduro no quiere crearle problemas a Trump, al que incluso le ha propuesto un encuentro de a dos, que no ha recibido respuesta. El presidente de los EEUU es impredecible, y tiene en la mano cartas que hasta podrían ayudar a los chavistas. Para Torre Tagle el comunicado plantea una inesperada tarea, que es evitar que el tema venezolano afecte nuestras relaciones con los dos países vecinos que han firmado. Hasta ahora no lo ha hecho, y el comunicado evita mencionar el caso peruano. Pero es evidente que la discrepancia ideológica se ha agravado considerablemente. Como que ya era bien conocida, pero ahora se ha hecho pública.