Calculo que si Iván Ibérico –un histórico del octágono– lo lleva con cuidado, puede ser una figura estelar en las MMA,Un lamentable y confuso incidente lo puso en las páginas equivocadas del diario. Un policía lo denunció por agresión y quienes habían seguido su carrera con emoción se sintieron decepcionados. Hablé con los compañeros de equipo, con la gente que comparte jornadas interminables de entrenamiento sobre su conducta. Todos estaban desconcertados, sin poder creer lo que estaba pasando. Era unánime el concepto que lo definía como un muchacho noble, incapaz de agredir a alguien fuera de competencia. Por cierto, esto no lo hace inocente, solo nos pone en contexto, nos hace ver cómo era visto por sus pares. Ha pasado un tiempo, la situación judicial acabó y ha comenzado a sumar victorias impresionantes basadas en trabajo feroz y silencioso. Tiene un juego muy completo, manos pesadas y hambre. A pesar de no conocerlo puedo decir que ha sabido canalizar su rabia. Es fácil de leer que tiene un dolor que quiere arrancarse del pecho en cada pelea. Enfrenta sus demonios, va en búsqueda de la gloria como forma de revancha. La inteligencia que muestra en la jaula hace que haga ver a rivales duros, invictos, peligrosos como sanos principiantes. 21 años, 1.84 y puede dar 66 kilos. Calculo que si Iván Ibérico –un histórico del octágono– lo lleva con cuidado, puede ser una figura estelar en las MMA. Va a tener que seguir rompiéndose el alma en el gimnasio y es una obligación del entorno chambear en su cabeza, protegerlo, alejarlo de la zona de riesgo. Y él tendrá que entender que ya no es un niño. Si es así, debería llegar este año a pelear con lo mejores. Tiene todo para noquear a varios en UFC. Todo depende de ti, Jesús "Mudo" Pinedo.