La implicancia del anuncio de que no va a renunciar.,Tras varias semanas sin declaraciones políticas, en medio de un fuego cruzado intenso sobre su destitución, es relevante la declaración que Pedro Pablo Kuczynski hizo ayer de que no renunciará y que se defenderá como [como gato] panza arriba. PPK dijo que el intento de vacarlo es “una andanada del comunismo” motivada por quienes quieren traerse abajo el orden económico y discrepan con el indulto a Alberto Fujimori. “El tema central es: ¿queremos en el Perú vivir en paz? Para eso hay que tragarse algunos sapos. Y yo me los tragué. Ninguno de mis antecesores lo quiso hacer. Pero ahora un grupo comunista está promoviendo un nuevo intento de vacancia por el indulto a Alberto Fujimori. Son decisiones difíciles que nadie quiso tomar y yo tomé”, dijo ayer el jefe de Estado. Más allá de la fragilidad del argumento, porque los que quieren vacarlo no solo son los ‘comunistas’ -que ni son muchos- sino varios de los que votaron por él en la elección 2016, pero, principalmente, los fujimoristas de Keiko Fujimori, cuya gravitación es, por su tamaño en el congreso, mucho más influyente, el anuncio de PPK es relevante pues va a definir el rumbo político del gobierno. En ese sentido, es significativa la declaración de que “yo me voy a defender panza arriba contra todos los editoriales que dicen que debo renunciar. ¡Qué locura, qué locura! No renunciaré, no es una cuestión personal sino institucional. A mí me eligieron por cinco años y no renunciaré por una cuestión mediática sin fundamento alguno”. La defensa (como gato) panza arriba de PPK implica que irá al todo por el todo para contrapesar el impulso por la vacancia. Además de tratar de polarizar al país contra la izquierda -o ‘el comunismo’ en lenguaje PPK-, algo que puede beneficiar políticamente a este sector, esto significaría que la hoja de ruta pasa por impedir que los que pretenden destituirlo lleguen a los 87 votos. Primero, quitándole votos a Keiko Fujimori que ayer perdió otro congresista más, Lucio Ávila de Puno, lo cual deja un saldo de FP 60, Avengers 11 y PpK 15 (lo que construye una bancada ‘oficialista’ de 26). Segundo, subiendo al carro de las obras e inauguraciones a los congresistas que lo apoyen, algo importante en un año electoral como este. Tercero, diseñando una gestión pública al servicio de la sobrevivencia política, desde la política exterior hasta asuntos como el sueldo mínimo. Lo que, en resumen, acaba de anunciar PPK es que, cada vez más, va a decidir por la ruta política.