Hace unos días circuló por las redes sociales un burdo montaje con el claro objetivo de desacreditar al fiscal Pablo Sánchez. El montaje corrió como reguero de pólvora obligando al Ministerio Público a advertir sobre su falsedad. Desconozco el origen de la foto trucada, pero había una cuenta en particular desde donde fue compartida por algunos ingenuos (quiero creer) y, sobre todo, por radicales seguidores del fujimorismo, esos que conocemos como trolls y otros que, sin ocultar su identidad, se portan como tales. La cuenta a la que hago referencia es esta: @vince_bryce, y le pertenece al ciudadano Vince Eugune Claux Bryce. Le sugerí a la fiscalía preguntarle si, tal vez, el señor tenía idea de la procedencia del montaje que irresponsablemente compartió y comentó. Su sobrerreacción fue delatora. No borró la imagen ni se disculpó por difundir una mentira. Lo que hizo fue conminarme a que me retracte (no sé de qué) en un plazo de dos horas, amenazándome con un juicio ¿“faraónico”? Me llamó sinvergüenza, estúpida, basura, “periodista de Odebrecht” y varios etcéteras para, finalmente, sindicarme de terrorista. No me retracté ni lo haré. Él es responsable de lo que dice, escribe o comparte. Una simple búsqueda por internet y redes sociales muestran a una persona agresiva acostumbrada a insultar y amenazar. Ya lo hizo hace un año con la politóloga Eliana Carlín a quién dijo, “sacaría de circulación”. Vince Claux Bryce asegura ser ex militar y dice haber combatido en Irak y Afganistán. Sé que ha sido jefe de serenazgo en la gestión del ex alcalde de Ica Mariano Nacimiento y, según ha escrito en Linkedin, es o fue jefe de seguridad en Prolan SAC Agroindustrial. Según su Facebook vive en Costa Rica, pero renovó su DNI en agosto de este año con una dirección en Chincha Alta que no publicaré por respeto a su familia. Reporté su cuenta en Twitter que, increíblemente, determinó que el señor no trasgredió sus políticas recomendándome NO contestarle para no “animarlo” a seguir con su mala actitud. Fue como decirme que yo lo provoqué por defenderme. Así estamos, pero estoy insistiendo.