El lema de la CADE 2017 “Un solo Perú, no más cuerdas separadas” tolera muchas lecturas. La canónica la ha dado Drago Kisic, su presidente: “Es simplista creer que economía y política funcionan por cuerdas separadas”. La alusión es a que los problemas en cualquiera de los dos campos inevitablemente afectarán al otro, y a que algo de esto ya está sucediendo. La frase apunta directamente al campo de Agramante en que se ha convertido la política, y al temor a que esto pueda terminar afectando seriamente el tejido institucional del país. También alude, de manera algo más discreta, a la fragilidad actual de una economía con peligros propios, a los que no conviene sumar los efectos que vienen de la política. Mirando hacia atrás, el canje de daños puede ir en los dos sentidos. En los años 80 una competencia política desbocada hizo tiras la economía. A comienzos de los años 90 el remanente de esa crisis económica liquidó la democracia y muchas instituciones por un decenio. La prosperidad del último decenio y medio surgió de un cierto equilibrio de los dos factores. No es casual que la CADE opte por un lema así en medio de un ciclo de escándalos corruptivos que desde lo judicial se extiende hacia la política y los negocios. Habría allí un llamado de atención sobre que cada uno de estos dos sectores viene actuando sin una visión de conjunto sobre los intereses del país en este momento. En medio de todo esto es Julio Velarde, presidente del BCR, quien ha hecho la declaración emblemática, en el sentido de que el MEF ha perdido peso, entre otras cosas porque el Congreso ya no lo escucha con el cuidado de antes. En buen romance, esto se puede leer como que la política está avasallando a la economía, algo que no dejará de tener consecuencias. Quizás el sector empresarial seguirá invirtiendo y haciendo ganancias mientras no le toquen las puertas los efectos peores de una crisis política, general o sectorial. Pero la administración pública no puede ir “separando las cuerdas” de esa manera, y sus reacciones a una crisis política son casi inmediatas, en todos los niveles de responsabilidad.