El Congreso oficializó el día de ayer, 31 de octubre, como el Día Nacional de las Iglesias Cristianas Evangélicas “en conmemoración del inicio de la reforma protestante” en nuestro país. La iniciativa legislativa la planteó el fujimorista Moisés Guía y se aprobó con un fuerte respaldo de su bancada; sin embargo, esto no ha dejado de generar polémica. Primero, porque estamos en un Estado laico. Segundo, porque cada vez más figuras evangélicas resultan estar metidas en una serie de embrollos. Podríamos empezar con el “pastor” Vicente Díaz, asociado a la mafia de Rodolfo Orellana, y al que incautaron numerosos inmuebles presuntamente obtenidos de manera ilícita, incluyendo una ostentosa casa en Surco que contaba con un pavo real de mascota. Pero Díaz quizás no sea el caso más preocupante. El pastor Rodolfo González Cruz, líder del Movimiento Misionero Mundial (MMM), era investigado junto a sus hijos y a otros miembros de su organización por lavado de activos. Ojo. Este importante pastor recauda hasta 7 millones de soles al año en diezmos; sin embargo, la investigación en su contra fue archivada por la Fiscalía hasta en 4 oportunidades. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) reportaron movimientos sospechosos en las cuentas de González y del resto de miembros del MMM, pero todos fueron ignorados. De la misma manera, la Policía viene investigando también a pastores de la iglesia Agua Viva por el mismo delito: lavado de activos. Estos evangélicos compraron el coliseo Amauta por 6 millones de dólares, entre otras transacciones que incrementaron de manera sospechosa el patrimonio de los esposos Pedro Hornung y Mirta Lazo, líderes de esta organización. Todo queda, nuevamente, en familia. Agua Viva no solo es una organización religiosa, sino que mantiene claras banderas políticas. Apoyaron la candidatura de Keiko Fujimori y la campaña “Con mis hijos no te metas”, entre otras causas. Quizás es esto último lo que más preocupa. La incursión política de grupos religiosos ultra conservadores y acusados de lavado... a quienes el fujimorismo les acaba de asignar un día especial en el calendario. Hace unos días, la redacción de este diario informó de cómo el partido político Perú Nación Poderosa desarrollaba sus actividades proselitistas al norte del país. A Trujillo llegó el pastor evangélico fundador de este partido, Alberto Santana, para el reconocimiento del comité de campaña para las elecciones del 2021. Que grupos religiosos quieran tener su propio partido en un país laico es de por sí peligroso. Más aún cuando sus líderes vienen siendo millonarios acusados de lavado de activos. A estar atentos.