Fiscalizaciones como la hecha a KF o como la que pretende García que le hagan sus amigos fujimoristas desprestigian más al Congreso. En estos casos la llamada Comisión Lava Jato parece más bien una Comisión Lava Cara. Pero también desprestigia al Congreso la agresividad (que más parece venganza) con la que tratan a sus adversarios y enemigos. En todos los casos las comisiones investigadoras debieran actuar con un cierto equilibrio y con una cierta equidad. La neutralidad es casi imposible en las comisiones investigadoras de los políticos, pero debieran esforzarse por serlo y parecerlo. Ese esfuerzo debiera ser el canon metodológico de su acción fiscalizadora. Desprestigia también al Congreso actual el hecho de que las Comisiones de Fiscalización y de Ética sean presididas por los partidarios de los gobiernos más corruptos de la historia del Perú. Esas comisiones presididas por fujimoristas o alanistas las hace poco creíbles. Es casi una contradicción conceptual y fáctica. ¿Desconocen acaso lo que la historia de la corrupción muestra o lo que la gente de a pie piensa y expresa en las encuestas? Una pizca, no digo de decencia, sino de inteligencia debiera llevarlos a no presidir ni participar en mayoría en esas comisiones. Es una lástima que una de las funciones más importantes del Congreso, la fiscalización, pierda peso y prestigio por irresponsabilidad de sus propios integrantes y de sus respectivos partidos. Eso afecta más aún a otras funciones congresales que ya venían en picada como la calidad de la representación o la vieja función de foro público nacional que prácticamente ha desaparecido. El Congreso actual, pese a que no ha logrado superar los problemas de representabilidad que provienen de la estructura social, ha mejorado su nivel de representatividad, pero ha empeorado su calidad. Por declaraciones del mismo Odebrecht sabemos que KF era la candidata preferida de Barata y que le ordenó darle 500 más para no irritarla si triunfaba como él creía. Sabemos también que Humala era el candidato de Lula y que, por eso, ordenó a Barata apoyarlos con tres millones de dólares. ¿Cuánto recibió en total la candidata naranja de Odebrecht? KF y Humala niegan, sin embargo, el apoyo de Odebrecht. Eso significa que ambos mienten y que la tarea de la Comisión Lava Jato es descubrir la verdad mostrando las modalidades que encubren los financiamientos electorales. ¿Por qué a KF se le cree y a Humala no? ¿Por qué la Comisión Lava Jato y los fiscales se comen el sapo de las campañas electorales financiadas por supuestos cocteles o por personas que carecen de recursos para financiar nada? ¿Por qué dicha Comisión ignora el apoyo electoral que Joaquín Ramírez, ex secretario general de FP acusado de Lavado de Activos por la DEA, ha brindado a la candidatura de KF? Hay que prestar mucha atención a la fiscalización congresal del segundo gobierno de García. ¿Apoyará al fiscal Castellanos que ha planteado una hipótesis plausible para explicar la corrupción del gobierno de García en todos sus niveles y en sus interrelaciones o apoyará a García que ha denunciado al fiscal por acusarlo?