El mensaje de PPK que será la ruta del segundo año.,Un discurso cargado a la promesa de la reactivación económica sustentado en la ejecución de varias iniciativas para mover la producción, así como en la creencia de que el congreso ya no será un obstáculo para los planes económicos y sociales del gobierno. Eso es lo que ofreció el presidente Pedro Pablo Kuczynski en su mensaje de ayer con el que espera enrumbar el país, ahora sí, por la senda del progreso en vez de por la del retroceso. La reactivación fue el eje del mensaje que prometió elevar el crecimiento de 2.8% esperado por el gobierno para 2017 –que podría seguir cayendo en los meses siguientes– a 4% en 2018, gracias a un mejor escenario internacional, y la ejecución de la reconstrucción post desastres, la obra de los panamericanos, un programa masivo de agua y desagüe, y el destrabe de proyectos ‘emblemáticos’ de inversión que están paralizados. Es una apuesta viable que aspira a concretarse mediante el establecimiento de una mejor relación con Fuerza Popular y especialmente con Keiko Fujimori, luego de la cita que tuvieron hace unas semanas, lo cual se expresó en el llamado al diálogo invocado por el presidente PPK. Lo que subyace a lo largo de todo el mensaje es una sensación negativa del primer año de gobierno que no se alcanza a plantear como autocrítica explícita, pero que sí se percibe en el discurso y que es explicada por PPK como consecuencia de factores ajenos a su administración, desde lava jato hasta los desastres por los huaicos. Se percibe en el mensaje, además, sin llegar a decirse, porque para qué mencionar la soga en el congreso del ahorcado, que un mejor relacionamiento político del gobierno allanará el camino para lograr resultados que la población está esperando en terrenos como la creación de empleo, reducción de la pobreza, mejores servicios básicos como los de agua, desagüe, educación y salud, contracción de la delincuencia, y lucha efectiva contra la corrupción. En todos esos rubros el presidente Kuczynski planteó –con disparidad, con más precisiones en aspectos como el agua, y con ausencias como en materia de educación– metas concretas a lograr en los años que quedan hasta el bicentenario en el que terminará su gobierno. Y quizá consciente de la importancia de la calle en los próximos meses, PPK destacó que “los peruanos no quieren más promesas, quieren resultados”. Es correcto, y en este segundo año ya debería empezar a mostrar logros más concretos y relevantes que los obtenidos en el primer año.