Cuando los periodistas exigimos que cesen las amenazas desde el poder, como ahora desde el Congreso, debemos ser más cuidadosos con el ejercicio correcto del oficio y, para ello, el valor esencial es la independencia.
Lo recordó AG Sulzberger, presidente y editor de The New York Times, en el valioso y extenso ensayo El valor esencial del periodismo publicado este lunes en Columbia Journalism Review.
Algunas ideas claves del ensayo del editor del NYT que sería oportuno que sea leído, entendido y practicado por el periodismo peruano, son que la independencia coloca la verdad, y la búsqueda de ella con una mente abierta pero escéptica, por encima de todo. Que se debe adoptar una postura de búsqueda, en lugar de saber. Reflejar el mundo como es, no como deseamos que sea. Estar dispuestos a exonerar a alguien considerado un villano o interrogar a alguien considerado un héroe. Compartir lo que aprendemos de manera completa y justa, sin importar a quién pueda molestar o cuáles puedan ser las consecuencias políticas.
El periodismo independiente tiene una afinidad natural con los principios de la democracia liberal: estado de derecho, gobierno honesto, igualdad de derechos, libertad de expresión, y con los principios universales de la dignidad humana, libertad y oportunidad.
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El periodismo independiente es el tónico exacto que el mundo necesita cuando la polarización y la desinformación sacuden los cimientos de las democracias liberales. Se necesitan periodistas independientes con principios que recuerden que el objetivo principal es seguir los hechos dondequiera que nos lleven, incluso cuando preferiríamos que no fueran ciertos, y representar de manera justa a las personas y las perspectivas, incluso cuando se está en desacuerdo con ellos. Que interroguen al mundo con curiosidad, no con certeza. Que apuesten por llegar a la verdad, no por inventar la que quieren que sea.
Sulzberger concluye que el periodismo independiente permite que la sociedad esté más informada, la nación más segura, la economía más fuerte, la gente más sana y la sociedad más justa, pero ello requiere apostar por ese periodismo independiente que no es frecuente, lamentablemente, en el mundo y en particular en el Perú de hoy.