¿Por qué Pedro Castillo pronuncia sus frases más tremendistas cuando está fuera de Lima? La capital lo serena, la provincia lo acelera.
● Como siempre convoca reuniones con muy poca gente, en el fondo piensa que nadie lo está escuchando. Así, la culpa del mitin ralo tiene que ser de la prensa y las encuestas.
● Pasearse por el Perú le recuerda los buenos tiempos de la campaña electoral 2021, cuando despacharse contra quien fuera era un buen negocio.
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● Llegar a una ciudad provincial o a un pueblo apartado lo hace sentirse en Chota, lo cual a su vez le insufla un furor de rondero.
● Ver el campo le hace notar que ha perdido su sombrero. Esto se agrava cuando tiene que ponerse tocados de otras localidades, cuanto más vistosos peor.
● Alguna vez un folleto mal comprendido le ha hecho pensar que los insultos deben ser del campo a la ciudad.
● Se pone furioso porque en realidad extraña Palacio de Gobierno, y quizás hasta la media luz de Breña.
● Hay una competencia entre Cajamarca y las demás regiones, en la cual Castillo, quizás inconscientemente, participa. El tema: desde dónde se protesta más.
● Castillo escala la violencia verbal en regiones o provincias donde entre su popularidad de la segunda vuelta y su popularidad actual hay un abismo.
● Lejos de Lima se dedica a ensayar para un próximo contrato electoral con algún partido de la izquierda. Sus discursos ultra son versiones del Baile del Vladimir.
● Está convencido de que los públicos del interior son los más receptivos a la prédica populista, y entonces él los unta con la versión más tosca, en la variante los malos me atacan.
● Para lograr mejores resultados, lanza discursos que hacen pensar en el candidato (que ataca y ofrece) y no en el gobernante (que explica y cumple).
● Se molesta cuando distingue entre la pequeña multitud de la plaza provincial a alguien que no considera del pueblo. Por ejemplo, un periodista.
● Sabe que le está vendiendo sebo de culebra a su público, y eso lo pone incómodo. Se alivia pensando que hay personas peores que él.
● Quizás hay comisarios de alguno de los tres partidos del Fenate ocultos entre la masa.