El Poder Ejecutivo pidió facultades delegadas al Congreso en temas tributarios, sanitarios y la unificación de los sistemas de salud durante el discurso de investidura. Detalló la lucha contra el coronavirus y los efectos sobre la población, destacando el esfuerzo de sincronización de la cadena de la producción del servicio sanitario a escala nacional y regional, municipal y local. Recalcó la importancia del esfuerzo por asegurar la disponibilidad de oxígeno, camas, redes primarias de atención en el contexto de una tercera ola. Subrayó el enorme esfuerzo que realizan los trabajadores de la especialidad, “héroes” de la lucha contra la pandemia, y anunció la mejora de sus remuneraciones que se condice con el esfuerzo que hacen en el cuidado.
Una segunda prioridad radica en la reactivación del empleo, el estímulo a las iniciativas de las pequeñas y medianas empresas, el impulso a la agricultura familiar. Destaca el anuncio de que el Banco de la Nación extenderá su intervención a todo tipo de servicios, siempre que no entre en colisión con las redes preexistentes. Además, en otra parte de su discurso, de casi tres horas, señaló que junto con el DNI-RENIEC todo ciudadano tendrá acceso a una cuenta financiera. Habrá inversión descentralizada coordinada con los gobernadores regionales revelando algunos montos de las carteras de proyectos de inversión.
Un eje de este aliento a la economía estuvo en el apoyo a los circuitos productivos campesinos, cultivos y crianzas, créditos, garantías, asistencia técnica, fertilizantes, acceso a mercados. Solo faltó la asistencia técnica agronómica, agrícola, forestal, alimentaria e hidráulica a los circuitos productivos bajo la orientación de agricultores familiares, cooperativas y diversas formas de asociación.
Entre las múltiples actividades del medio rural, se recordaron los circuitos turísticos en que el cuzqueño Bellido jaló, por única vez, agua para su molino al recordar la importancia de los porteadores, el esfuerzo humano en la generación de valor. Nótese que, en varias oportunidades, el quechua tuvo momentos de traducción por el propio primer ministro. La Constitución les otorga el mismo pie a las dos lenguas y en el pasado no muy lejano el pleno del Congreso usó de los servicios de traducción.
Algunos proyectos de infraestructura son de gran envergadura. Uno es la nueva carretera central de 136 km de Huaycán con Tarma. Otro grande conecta vías férreas alto andinas y hay el completamiento de los macroproyectos hidráulicos y energéticos, del gas, en algunos casos atrasados. Donde hubo detalle es en dominio social y en particular en los que están en la lucha contra la pobreza, el hambre, la defensa de la infancia, la niñez, la adolescencia, el soporte de cuidado infantil, las ollas comunes y comedores populares, subsidios, asignaciones directas por el programa Juntos, bonos como Yanapay.
Una cuestión inmediata es el colegio. Desde marzo 2020, los jóvenes no van a la escuela. Luego de explicar los estudios realizados por el respectivo sector, el primer ministro concluyó en la posibilidad de una estrategia semipresencial, aunque admitiendo que está sujeta a los efectos de una tercera ola, DELTA. De allí la dificultad potencial que arriesgaría la educación básica y superior para cumplir con su propósito redentor. Sin embargo, el orador fue fino en anunciar la contratación de un número específico de maestros, bonos y aumentos.
Interesante ha sido la estrategia de lucha contra la corrupción: traficantes de tierras, invasores, informalidad periurbana, carencia de control, tráfico de drogas, lavado de activos, trata, asaltos, hurtos, feminicidios son difícilmente resolubles sin coordinación entre los poderes públicos. E invocar la participación de la sociedad civil, las juntas vecinales y las rondas campesinas nacidas en Cuyumalca-Chota.
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