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Hugo Chávez: ¿cómo fueron sus últimos días tras casi 15 años en el gobierno de Venezuela?

Después de 2 años de tratamientos contra un cáncer diagnosticado en el 2011, el mandatario falleció un 5 de marzo del 2013. Así fueron sus últimos días.

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Los seguidores del 'Huracán bolivariano' no podían creer la noticia. Foto: composición LR / AFP

Hugo Chávez fue el presidente más joven de Venezuela tras ganar las elecciones del 6 de diciembre de 1998. Desde ese momento, el izquierdista se convertiría en un personaje político sumamente relevante en el país, tras gobernar casi 15 años, hasta el último día de su vida, un 5 de marzo de 2013.

A sus 58 años, el mandatario venezolano estaba por asumir su cuarto mandato, pero un cáncer, diagnosticado en el 2011, terminó con ese plan. “Recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir. A las 4.25 de la tarde de hoy, 5 de marzo, ha fallecido el presidente Hugo Chávez Frías”, anunció el actual mandatario Nicolás Maduro, entre lágrimas, desde el Hospital Militar de Caracas.

No obstante, ¿cómo fueron los últimos días de Chávez?

Semanas de constantes dolores

“¡Viva la patria!” fueron las últimas palabras de Hugo Chávez mientras ingresaba al avión presidencial, en la madrugada del 10 de diciembre. Ese día, el mandatario envió besos y abrazos a varios amigos y colaboradores que fueron a despedirlo en el Aeropuerto Simón Bolívar.

Chávez se dirigía al hospital Cimeq de La Habana para su cuarta operación en los últimos 18 meses. “Claro que volveré”, le aseguró al canciller Elías Jaua, entre sonrisas. Efectivamente, lo hizo hasta que llegó la hora de su deceso.

Los últimos días de Hugo Chávez. Foto: AFP

Un día antes de su muerte por una falla respiratoria, el chavista había entrado en coma. Y dos semanas previas solo se quejaba de los fuertes y constantes dolores, por lo que tenía que ser sedado durante horas y respirar mediante una cánula traqueal.

Mediante IPads, los altos funcionarios le presentaban proyectos con el fin de seguir cumpliendo su rol de jefe de Estado.

El mandatario había quedado extremadamente débil luego de seis horas de la operación y, lamentablemente, se le presentó una hemorragia interna. Cuando los médicos lo revisaron, se dieron cuenta de que las células cancerígenas habían llegado hasta los pulmones. Con un antibiótico lograron estabilizarlo.

Chávez, quien fue protagonista absoluto de la potencia petrolera, solo tenía un pedido: Volver a Venezuela. Y así fue. “¡Volvió, volvió, volvió!”, gritaban sus seguidores en las calles para festejar el “milagroso” regreso del 'Comandante'.

Una imagen que velar hasta el final

Nicolás Maduro era el nuevo suceso de Chávez. Foto: AFP

Frente a los rumores de un 'Chávez terminal', como mencionaba la agencia Reuters, las autoridades venezolanas difundieron lo que serían las últimas fotos del mandatario para contrarrestarlo. Varios usuarios en redes lo criticaron y afirmaron que se trataría de un montaje con una foto antigua.

Tres días antes de la muerte, Chávez tuvo una reunión con su gabinete para la toma de decisiones importantes del país. Al salir, los miembros pensaban que sí podía recuperarse, no obstante, solo horas después empeoró considerablemente hasta quedar en coma.

El martes falleció al lado de sus familiares y círculo más cercano. “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos. Y a partir de este momento está prohibido llorarlos”, pronunció Nicolás Maduro, quien tomaría luego el poder tras ser nombrado como sucesor por Chávez.

Los seguidores del 'Huracán bolivariano' no podían creer la noticia. Ni las quimioterapias ni los constantes exámenes pudieron salvarlo.

Por su parte, los detractores creían lo siguiente: “El empeño en acudir a las urnas, pese a los embates del tratamiento, revela a un hombre obsesionado por mantener el poder y que irresponsablemente evitó hasta el último minuto entregar el testigo para iniciar una transición ordenada”, como informó Reuters.

“Uno siempre ha vivido de milagro en milagro (…). Yo sigo aferrado a ese milagro”, fueron las palabras más recordadas, pues parecía una despedida.