La reciente aprobación de la ley Malena por el Congreso de Ciudad de México marca un precedente en la legislación contra la violencia de género, específicamente en lo que respecta a los ataques con ácido, una forma de agresión que ha devastado vidas. Esta ley no solo refleja un avance en la protección de las mujeres, sino que también evidencia un cambio en la percepción social y legal sobre la violencia de este tipo.
La ley Malena se inspira en el valiente testimonio de María Elena Ríos, saxofonista que sobrevivió a un brutal ataque con ácido en 2019. Este caso conmovió a la sociedad mexicana y catalizó la creación de una legislación específica que aborda esta forma de violencia. La ley incluye reformas al código penal para definir la "violencia ácida" y sancionarla como delito con penas que reflejan la gravedad del acto.
María Elena Ríos, sobreviviente a un ataque de ácido en 2019. Foto: Aristegui N
Bajo esta nueva legislación, los responsables de ataques con ácido podrían enfrentar de 8 a 12 años de prisión, un claro mensaje del sistema de justicia sobre la inaceptabilidad de estos actos. Además, se promueve la creación de políticas públicas para prevenir este tipo de violencia y se establece un marco para la atención y reparación integral a las víctimas.
Aunque no existen cifras oficiales consolidadas, organizaciones como la Fundación Carmen Sánchez han documentado 28 casos en las últimas dos décadas. Estos datos subrayan la importancia de reconocer y combatir la violencia ácida como un problema de salud pública y seguridad ciudadana.
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La ley Malena sienta un precedente en México y Latinoamérica por su enfoque específico en la violencia ácida, reconociendo las profundas secuelas físicas y emocionales que sufren las víctimas. Al exigir al Estado garantizar la reconstrucción física y emocional de las víctimas, esta ley pone de relieve la responsabilidad social e institucional en la lucha contra la violencia de género.
El Estado, bajo la ley Malena, se compromete a garantizar la atención médica integral, incluyendo tratamientos estéticos y psicológicos necesarios para la recuperación de las víctimas de ataques con ácido. Además, se buscará ofrecer apoyo legal y psicosocial durante el proceso judicial.
La ley Malena busca proteger a las mujeres atacadas con ácido. Foto: IG-MarceFuente
Con la ley Malena, los ataques con ácido se clasifican como una forma de violencia de género y se castigan como un delito grave. Esto implica penas severas para los agresores y reconoce explícitamente el impacto devastador de estas agresiones en la vida de las víctimas.